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jueves, 3 de octubre de 2024

Cine cubano, ¿síntomas de un nuevo despegue?

El cine cubano del año pasado mostró un deseo de hacer un cine que refleje la realidad actual y la del pasado reciente...

Pedro Antonio García Fernández en Exclusivo 06/01/2016
5 comentarios

Hacía rato que no veía una muestra cubana tan amplia como la presentada en el recién finalizado 37º Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Y no hablo solo de números, según consenso general, todas las películas del patio ostentaban una aceptable factura.

Como carezco del don de la ubicuidad y tenía también que ver las cintas de otras latitudes con mayores posibilidades de optar por un coral, no pude visionar toda la producción nacional y se me escaparon dos títulos: La obra del siglo (Carlos E. Machado) y Caballos (Fabián Suárez).

Del primero, escuché detracciones y elogios: el jurado del certamen lo distinguió con una mención y en la selección de la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica, quedó como el mejor filme cubano estrenado en el 2015.

De lo que vi, Espejuelos oscuros (Jessica Rodríguez) y Cuba libre (Jorge Luis Sánchez) fueron las que más me complacieron. Excelente divertimento, con un olfato de que carecen muchos cineastas nonagenarios, la realizadora veinteañera logró un filme entretenido, que mantiene atentos a los espectadores en sus 90 minutos.

Desde el primer cuento que narra la escritora ciega (Laura de la Uz, una vez más convincente), se nos alerta de que todo lo que parece ser no es realmente, pues el relato, supuestamente de la vida real,  no es más que un remake de Enma Zunz, el clásico de Jorge Luis Borges. Pero el delincuente (Luis Alberto García) lo desconoce.

Muchos espectadores, yo entre ellos, nos preparamos para un final que parecía predecible. Y ahí vino la sorpresa, patentizado en los gritos de complacencia del público que colmó esa noche la sala, porque no pudimos, nadie pudo, adivinar todo el final.

Cuba librees un filme necesario. Como lo fue Clandestinos, de Fernando Pérez, en su época. Ambas no son obras históricas, sino ficciones que respetan la lógica de la Historia y la muestran tal como fue. En el caso de la cinta de Jorge Luis Sánchez, aborda un momento trascendental: la derrota de España y la ocupación estadounidense.

No abundaré sobre este título porque ya le dediqué un comentario completo durante el Festival. Reitero lo que entonces dije: no es una obra perfecta, hay personajes que bordean lo caricaturesco y en la segunda mitad afloja el ritmo. Pero es toda una lección de Historia, aun siendo ficción: mucho mejor que cien aburridos manuales.

Una cinta que gustó a determinados públicos y provocó enojo en un sector de la crítica especializada fue El acompañante, de Pavel Giroud. Siguiendo los cánones del cine comercial, con tantos guiños a la taquilla como una comedia Disney, trata sobre un enfermo de Sida y un boxeador sancionado, quien deviene una especie de enfermero.

A pesar de esas limitantes, este filme tiene una cualidad de la que ha carecido cierto cine cubano, más preocupado por la estética que por la comunicación: el poder de emocionar a los espectadores. Aparte de que Armando Miguel en el protagónico tiene un desempeño memorable.

Para Gerardo Chijona la comedia es su medio natural. El realizador de Adorables mentiras vuelve a las andadas, ahora con La cosa humana y transforma a La Habana en un escenario para sus intertextualidades cinematográficas y literarias, en claras referencias a lecturas y visionajes de su preferencia.

Desde el supuesto portón del Combinado (prisión) del Este, remedo de la imagen de las cárceles latinoamericanas que aparecen en las cintas y seriales televisivos estadounidenses, hasta la teniente investigadora, con ecos no muy lejanos de un famoso personaje de la novelística cubana, todo gira en función de entretener. Y lo logra. 

Café amargo (Rigoberto Jiménez) prometía en su primera media hora de proyección ser una cinta trascendente. Pero pierde la brújula a mitad de camino y al final, padece de tremendismo y echa por la borda todo lo anterior, violando la lógica de la historia y tornando al filme inverosímil.

Un buen ejemplo es el personaje de Cira, quien se pasa toda la película amenazando con irse con el primer hombre que aparezca. Llega la Revolución, pasan 40 años y a pesar de planes Ana Betancourt y otros similares que despoblaron de Ciras la serranía oriental, ella se niega a sí misma.

Su transformación de 180 grados no se argumenta en la trama. Y al espectador, cuando abandona la sala al final de la función, le parece que le han querido vender gato por liebre.

En general, se apreció en la muestra cubana un deseo de hacer un cine que refleje la realidad actual y la del pasado reciente, sin intenciones de complacer a ciertos públicos del sur floridano y la península ibérica.

No son obras perfectas, reitero, pero mantienen un nivel de dignidad en la realización. ¿Estamos ante un nuevo despegue de la cinematografía nacional? El tiempo dirá. 


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Pedro Antonio García Fernández

Periodista apasionado por la investigación histórica, abierto al debate de los comentaristas.

Se han publicado 5 comentarios


vangelys
 7/1/16 23:55

Hla amigos......es una realidad que hacia ratos no veiamos nuestro festival de cine con tantas cintas cubanas en competencias, mas alla de la calidad, o de la historia narrada...detras de estas producciones esta el ascenso del cine independiente cubano, las coproducciones que no paran, las peliculas extranjeras rodadas en cuba completamente con actores cubanos, como es el caso de la cinta irlandesa prenominada a los Oscar recientemente....eso es un hecho.....triste y con todo el respeto de nuestros grandes actores ya consagrados,,,es el recurrir constante de nuestros directores de cines a los mismos elencos mas alla de sus talentos.....vimos en el festival repetirse en las diferentes cintas una tras otra...como si no formaramos actores en nuestras escuelas de artes.....hecho que se ve en la television tambien.....por favor las generaciones jovenes tambien necesitan desarrollarse....

del tema en particular de la cinta ¨El acompañante¨, se aplaude la valentia con que se asumio un tema tan polemico en nuestra sociedad en los inicios de la epidemia del sida, y que las personas que viven con VIH, que vivieron esos inicios en el sanatorio llevan como una paguna oscura en sus vidas , mas allas del tecnicismo cinematografico aplausos a la valentia, y al homenaje a muchas de esas personas qie vivieron esa etapa, y ya no estan....

                           saludos a todos...gracias por el articulo.....

Amalia
 7/1/16 17:22

Creo que el crítico juzga la película de Pavel Giroud con mucha superficialidad, El Acompañante fue una de las propuestas cubanas más serias cinematográficamente hablando. Por otra parte, comparar Cuba Libre con Clandestinos es de una ingenuidad muy tremenda. Fernándo Pérez probó cosas nuevas en el lenguaje del cine CUBANO, mientra que la película de Jorge Luis Sánchez denota un dominio precario de los recursos cinematográficos, empezando por su estética encartonada... Creo que Marcos Celarán defiende sus ideas con demasiada vehemencia. Llamar petulante y pujona a una película y hablar de "discursitos raritos" no es muy serio. Amiguito, el cine es para divertirse y para conmoverse, no para coger esa lucha...

Elio Anotnio
 7/1/16 10:59

Hola:-)

El título me parece que no tiene nada que ver con lo que ocurre en el cine cubano. Ese título está en un sin número de artículos sobre el transporte, la agricultura, la informatización, incluso, etc.

¡Y que me perdone vangelsy!

Saludos;-)

http://elioantonio.cubava.cu

Marcos Celarán Pardo
 6/1/16 12:37

Desacuerdo en muchas cosas. La primera, comparar e EL ACOMPAÑANTE, lo mejor que he visto en Cuba en años con una cinta de Disney es irrespetuoso aunque se valore desde un gusto personal. Está llena de situaciones que jamas verias en una pelicula de disney. Coincido en que logra sintoníal con el espectador y logra emocionarlo pero tal parece que eso es pecado. Yo también la veo muy americana comparada con el cine cubano habitual pero loablemente americana. Clásica, elegante y por encima de todo es necesaria y valiente. Espejuelos Oscuros es una película vieja, anticuada, sin interés. No está mal pero se me olvida a la media hora, algo que no ocurre con El Acompañante (que tuve que verla dos veces, algo que el crítico también debería hacer). He leído críticas que la atacan y otras que la valoran muy positivamente. Esas son las buenas porque generan polémicas. "Cuba Libre" es una pelicula aburrida. Densa y con serios problemas narrativos. Una clase de historia contada en inglés y repetida en español. La obra del Siglo es buena pero no es algo nuevo como quieren hacer creer. ya he visto eso mucho en el cine cubano viejo. Parece una pelicula cubana de los años 60, está llena de incongruencias que logran acomodarse cuando el discursito es rarito. "La cosa Humana es la misma cosa". ni humana ni inhumana, insípida, pujona y petulante. Creo que el cine Cubano está mas necesitado de películas como El acomañante. Bien ejecutadas, emotivas, bien actuadas y de alcance global. Otra buena aunque menor fue la de las Hermanas, Es también emotiva y las actrices tienen una frescura también poco vistas en Cuba. En estas dos películas el trabajo de los actores es muy diferente al usual en Cuba. No parecen estar actuando. Debe ser merito de sus directores.

 

 

Yansel
 7/1/16 17:35

A ver cuando se empiezan a tratar en el cine cubano temas importantes de verdad....

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