Son pocos los hombres que llegan a dominar el milenario arte de la cerámica. Todo un conjunto de habilidades que han trascendido el tiempo y han dejado un legado que abarca desde la fabricación manual e industrial de las vasijas, hasta su decoración posterior para convertirse en auténticas obras de arte.
Para conservar algunas de las mejores piezas, nuestro país cuenta con un Museo Nacional de la Cerámica Contempóranea desde 1990. Su primera sede fue el Castillo de la Real Fuerza, donde permaneció durante quince años hasta que en 2005 se trasladó su colección a la Casa Aguilera, como institución perteneciente a la Dirección de Patrimonio de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Pintor, dibujante, grabador o ceramista son algunas de las virtudes que han llegado a dominar referentes de la cultura cubana como Wifredo Lam, Roberto Fabelo, Alfredo Sosabravo o Nelson Domínguez.
Otro nombre imprescindible es el de Amelia Peláez: Sus vasijas transformadas en objetos de valor estético le permiten expresar sus puntos de vista sobre la realidad, de una manera distinta. En su obra plasmada de elementos del trópico y de la arquitectura colonial se percibe lo cubano.
En el contexto de la recién finalizada Feria Internacional de Artesanía, dedicada a Matanzas y a la cerámica, desde Cubahora los invitamos a que propongan nombres de ceramistas para incorporarlos también a estas postales, un pequeño homenaje a estos artistas del barro…
AMELIA PELÁEZ
WILFREDO LAM
ALFREDO SOSABRAVO
ROBERTO FABELO
MANUEL HERNÁNDEZ VALDÉS
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