//

jueves, 3 de octubre de 2024

Busco enlaces musicales entre Cuba y Turquía

La cantante y compositora cubana Hakely Nakao presentó su álbum debut The wave 269 y cada día intenta hacer música sin perder sus raíces y apropiándose de nuevas realidades...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 10/02/2016
2 comentarios

De ascendencia japonesa y cubana, y con actual nacionalidad turca, Hakely Nakao Chávez tiene siempre de qué hablar. No se limita la curiosidad de quien la interpela para saber de sus experiencias con distintas agrupaciones vocales, luego de su egreso del Instituto Superior de Arte, graduada de Dirección Coral con la maestra María Felicia Pérez; su trabajo en la agrupación Vocal Zambá, como cantante contralto y luego como directora, en contacto con una riqueza musical inigualable y con trovadores amigos, como Raúl Torres, Eduardo Sosa, Pepe Ordaz…; sus primeros intentos en la composición, sus colaboraciones con otros artistas amigos.

Ya lo había dicho en una entrevista años atrás: “En la música, más que futuros tengo sueños. Mi futuro, con Vocal Zambá o sin él, será cantar, cantar y cantar”. Y así lo hace.

Hakely vivió un tiempo en Omán y se enfrentó a una realidad social y cultural muy diferente a la nuestra, pero echó a volar la magia inspiradora que ya revoloteaba en su interior desde hacía tiempo, cuando soñó cantar y componer, y presentarse como solista.

Como una ola de inspiraciones describe hoy ese arsenal de canciones que luego conformaron su álbum debut, The wave 269. “Esa era la dirección del lugar donde vivía en la capital de Omán. Fue mi mejor manera de decir que, a pesar de estar físicamente lejos de mi país, lo tenía muy dentro desde la nostalgia, la añoranza, la melancolía. Todos los temas fueron compuestos desde la lejanía y el desapego físico a mis raíces, autoreconociéndome en una nueva realidad. Las pensé y las escribí como desahogo emocional, y luego vino la idea de hacer un disco con ellas”.

The wave 269 es un fonograma que no puede encasillarse, que no admite etiquetas sonoras ni de ningún tipo. “Como los temas no fueron pensados desde un inicio como repertorio de un disco, escucharlos pone al descubierto la diversidad. Prima el lirismo en los textos y en la música. Juega un rol muy importante el piano, porque mi idea inicial fue hacer estos temas a voz y piano. Para ello trabajé con Rolando Luna, un genio de las teclas, que afortunadamente es mi amigo. Tiene un corazón muy grande, entiende todo, cualquier idea que le plantees. Respondió a mi deseo de hacer el disco, a mis ideas, y aunque aceptó hacerlo a voz y piano, luego su magia de creación proponía ritmos y terminamos completándolo con el cuarteto de jazz”.

—¿Cómo te ubicaste musicalmente en Omán y ahora en Turquía?

—Ambos países suponen un encuentro con una nueva cultura. Adaptarme a los lugares, al idioma, a la comida, a las costumbres… Todo el tiempo trataba de encontrar enlaces musicales entre Cuba y esos países, sobre todo ahora en Turquía, donde vivo.

“Trabajo con un maestro de la música tradicional turca que profundiza y estudia mucho la música cubana y, además, integro un coro en Estambul, dirigido por un maestro armenio, titular de uno de los conservatorios más importantes de esa ciudad, con más de 25 años de experiencia. En el coro hacemos música contemporánea turca y fundamentalmente difundimos la obra de este director.

”Lo más inmediato en el coro es que promocionaremos un repertorio de la obra musicalizada de Shakespeare, una iniciativa de trabajo en conjunto con la embajada británica en Turquía. Además, estoy haciéndome de un espacio en un pequeño club donde espero presentar mi obra y la de cantautores cubanos que residen allá”.

—¿Tu próximo proyecto como solista puede venir de la mano del idioma turco?

—Puede que sí. Es un idioma difícil, lo aprendo poco a poco. Por ahora en la calle puedo comunicarme bien con los demás, y gracias a que mi fenotipo es similar, hasta se confunden. Con mi esposo y su familia me comunico en inglés pero realmente es necesario que aprenda el turco, pues es la lengua que se habla allí en todo lugar.

“En The wave 269 aparece una canción tradicional turca en una versión mía al español y pretendo en un nuevo disco traducir al español o escribir nuevos textos de canciones tradicionales turcas. Será novedoso para ambos mercados porque Turquía mantiene un mercado muy cerrado, en el que priman sus propias producciones, y en Cuba sería un primer acercamiento a un mundo musical muy ajeno al nuestro”.


Compartir

Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 2 comentarios


Roberto
 1/1/19 22:18

Soy cantante cubano y me gustaría mucho ser parte del proyecto mi correo es: rraulpuig@nauta.cu

Alex Jorge Herrera Martinez
 6/9/17 18:17

Mi nombre es Alex Herrera y soy Asesor comercial de Ecos de Siboney los Nietos de Compay Segundo, y es realmente importante que la buena musica cubana se expanda por otras latitudes. Mis felicitaciones por seguir avanzando y creyendo en la musica cubana. Nos gustaria ampliar ese vinculo y fortalecer los lazos de colaboracion entre estas naciones separadas geograficamente pero unidas gracias a ti. Muchas felicidades.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos