Apuesta por la diversidad cultural y lingüística

Marzo es el mes de la Francofonía en La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas. Es una magnífica ocasión para realizar una mirada transdiciplinar desde la cinematografía, la literatura, la danza, las artes visuales, la música, la moda, la gastronomía y la historieta, considerada esta última como el noveno arte.

Cada año la Francofonía deviene oportunidad para descubrir la gran riqueza cultural y lingüística de un espacio común, transregional y transcontinental, integrado por 84 países, ubicados en cinco continentes.

Los 54 Estados miembros de la Francofonía, a los que se suman cuatro miembros asociados y 26 países en calidad de observadores, se han trazado como metas promover la lengua francesa y desarrollar la cooperación al servicio del desarrollo sostenible y de la paz global.

Muchos han sido los lazos culturales, políticos y sociales que unen a la Mayor de las Antillas con los países de habla francesa. Por eso, no resulta nada extraño que aunque Cuba no se encuentre entre los Estados observadores de la Francofonía se sume desde hace varios años a las celebraciones mundiales.

Reconocidos artistas de la vanguardia pictórica cubana viajaron a Francia en el siglo XX y establecieron fuertes lazos de amistad con la intelectualidad de la época.

La presencia de la cultura francófona en la isla va desde la ópera, llevada a la escena de la sala García Lorca por el Teatro Lírico Nacional, hasta el desarrollo de las ciencias y la farmacología en Matanzas.

Instituciones habaneras como la Alianza Francesa, el Museo Napoleónico, la Casa Víctor y la Vitrina de Valonia han contribuido a estrechar los vínculos y la cooperación con varias naciones relacionadas con la cultura gala.

Eventos como el concurso de la Canción Francófona o el taller Jean Renoir —que nació por iniciativa de Tony Masón, especialista de la Cinemateca de Cuba—, son una muestra de las acciones que desarrollan la Alianza Francesa de Santiago de Cuba y la de La Habana (sede Sartre y Finlay).

Un momento especial de la presente jornada será el conversatorio sobre el escritor Aimé Césaire, a propósito del décimo aniversario de su fallecimiento, a cargo de una gran estudiosa de su obra: la doctora Nancy Morejón, poeta, ensayista, periodista, crítica y traductora de francés. Ese coloquio está previsto para el miércoles 21 de marzo, a las 3:00 de la tarde, en la Casa Víctor Hugo.

A la 4:00 de la tarde, en el Centro Hispanoamericano de Cultura, varios profesores de la Universidad de la Artes disertarán sobre la influencia de la música francesa en la música cubana.

También el día 21, pero en la Alianza de Santiago de Cuba, la señora Eloi Blezes dictará, a las 5 y 20 de la tarde, una conferencia acerca de la obra de Edourd Glissant.

Otras acciones que pueden resultar de interés son la conferencia José Martí et les Impressionnistes, que el ensayista y traductor francés, radicado en Cuba, Jacques-François Bonaldi impartirá el jueves 22 a las 2 y 30 de la tarde en el Palacio de Prado (Alianza Francesa).

El Centro Hispanoamericano de Cultura ha organizado para el viernes 23 a las 4:00 de la tarde el panel La literatura francófona en el Caribe y su influencia en la literatura cubana desde su consolidación entre los siglos XIX y XX hasta la actualidad, a cargo de la doctora Margarita Mateo y el profesor Darío García Luzón.

Para el martes 27 a las 4 y 30 p.m. está previsto un encuentro, en el Palacio de Prado, con la profesora francesa Agnès Vannouvong (1977), especialista en Estudios de Género en la Universidad de Ginebra, Suiza.

Estas son solo algunas propuestas. Usted puede realizar su propio itinerario para conocer más sobre las huellas que ha dejado la cultura francófona en Cuba si se acerca a otras instituciones como la Fábrica de Arte Cubano, el Palacio de Lombillo y el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, donde por estos días se inauguran exposiciones y se realizan conciertos con la presencia de artistas de varios países.