Filatelia cubana en tiempos de informatización

Las tecnologías informáticas y de comunicaciones le dan una nueva visión al tema. De hecho no han disminuido las exposiciones mundiales, expresó Raúl Lorenzo, al frente de la Federación Filatélica de Cuba, tras recordar que sin las llamadas TIC, por sus siglas, las competencias se hacían con 200 colecciones y ahora se hacen con tres mil.

Son cifras frías, pero reales, comentó luego de explicar que la informatización de las sociedades no es directamente proporcional a la disminución de la filatelia, como sucede en China, con 20 millones de coleccionistas, y en Estados Unidos, con dos.

Ante esa situación, entre los retos de la actividad en el país caribeño el directivo mencionó la alianza con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), porque ir en su contra —insistió— sería suicida para el coleccionismo.

Otro de los desafíos, dijo, es garantizar el relevo de la actual generación que dio numerosos premios, como los del estudiante Adrián Fernández, único que en cuatro ocasiones consecutivas consiguió el Gran Premio Juvenil (China, Portugal, Japón e Indonesia, de 2009 a 2012).

Lorenzo estimó que el alejamiento de las nuevas generaciones está más relacionado con la pérdida de los espacios del coleccionismo como camino para el empleo sano del tiempo libre y para acercarse a la cultura.

Con gran tradición desde el siglo XIX, la filatelia en Cuba tuvo una disminución con la crisis económica iniciada en los años 90 del siglo pasado y de la cual el país aún no se ha recuperado del todo.

Hoy tenemos más de dos mil coleccionistas asociados a la Federación y otros dos mil fuera de esta, señaló Lorenzo, para quien el número no está en correspondencia con las potencialidades, considerando los altos niveles educacionales alcanzados en el país.

El directivo manifestó que como cualquier acción de ocio, la filatelia tiene un costo, pero aclaró que todo el que ingrese al coleccionismo tiene un espacio con mayores o menores posibilidades financieras.

Tras rememorar que las exposiciones mundiales de la especialidad se iniciaron en Cuba a inicios del siglo pasado, aclaró que la aspiración de organizar ahora un foro de ese tipo es un sueño casi imposible de realizar.

Los recursos y esfuerzos que demanda son privativos de los más desarrollados, acotó el también presidente del Buró de Juventud de la Federación Internacional de Filatelia.

Realizamos una exposición continental en 2006, vinieron muchos representantes y fue exitosa, recordó, luego de subrayar que pensar en una exposición mundial es otra cosa.

Alabó la cooperación de España, México, Venezuela, Brasil, Costa Rica y Francia para el desarrollo de la filatelia cubana, urgida de más espacios para aumentar seguidores en la nación de más de 11,2 millones de habitantes.

De alguna manera existe un intercambio entre la Federación cubana y la American Philatelic Society porque ambas ocupan cargos en la Federación Interamericana de Filatelia (la primera la encabeza y la segunda participa de la junta directiva), expuso.

Existe de parte de ellos una mirada hacia nosotros y vínculos al menos parciales, explicó Lorenzo, tras recordar que en 2004 y 2005 la organización estadounidense premió a tres jóvenes cubanos como los más talentosos de la filatelia universal. Fue un hecho importante y desde entonces han existido lazos, subrayó.