viernes, 20 de septiembre de 2024

El fiel (+Trailer)

El filme del director belga Michael R. Roskam es un recorrido metafórico por lo que significa el amor… y no mucho más que eso...

Diany Castaños González
en Exclusivo 01/05/2018
1 comentarios
El fiel filme del director belga Michael R. Roskam
El fiel película del director belga Michael R. Roskam. (Foto: Tomada de ecartelera.com).

Chicas, prepárense a llorar. Ha nacido —otra vez— una película que representa una gran tragedia de amor.

Ya todo está inventado, desde los griegos, pasando por Shakespeare; pero la fórmula ha demostrado su valía y se repite una y otra vez.

¡Oh, las tragedias de amor! ¡Oh, el amor imposible! ¡Qué grande, qué consecuente es su inconsecuencia! ¡Quién pudiera vivirlo!

Por un lado está Matthias Schoenaerts. Para quien nunca haya visto a este actor belga, les sugiero que lo busquen en Google pero ¡ya! Si eres mujer heterosexual me vas a agradecer la sugerencia. ¡Por Júpiter la vida! ¡Qué boquita para una perderse en ella...! Pero, volviendo al tema…

En la cinta, Matthias Schoenaerts se enamora de Adèle Exarchopoulos. Si no saben quién es Adèle Exarchopoulos quizás no deberían estar leyendo esta columna. Vamos, que esta es una columna de cine. ¿No has visto La vida de Adèle? Sí, esa cinta francesa donde Adèle y Léa Seydoux tienen sexo homosexual como por tres minutos en tiempo real. Qué les puedo decir. Si eres hombre heterosexual y ves La vida de Adèle, que sepas que el sexo que verás ahí es lo más parecido a un porno pasado por intenciones artísticas que visionarás en tu vida cinematográfica.

Entonces, Matthias ve por primera vez a Adèle. Ella, hay que reconocerlo, a cada paso deja caer cubos de sensualidad. ¿Qué tiene esa niña que la hace tan atractiva?, ni idea. Pero de que la cámara la adora, eso es innegable. No es hermosa, pero se come la pantalla. Y cuando Matthias la ve, va a por ella, como dicen los españoles.

Ahí mismo quedan. Así, tipo Romeo y Julieta, tipo el Maestro y Margarita. Viven una atracción fatal que los retuerce y los lleva al infierno en la tierra. Resulta que Matthias es un hombre que se caracteriza por su fidelidad y lealtad (al parecer tan fiel que se le sale por encima de la ropa) y la familia de Adèle lo acepta al momento, con la condición de que deje de ser un gánster. Sí, porque lo único que le falta al niño para ser perfecto es dejar su trabajo como criminal.

Él, que es hermoso, fiel y encima hombre de palabra, le promete a ella dejarlo. Pero para quedar bien con sus amigos decide hacer un último robo armado. Le sale mal y va preso. Ella, que es también un dechado de virtudes, decide esperar los diez años que lo mandan a la cárcel. Para que la espera le sea más llevadera —habría que ver la lógica de ese razonamiento— intentan tener un hijo mientras él está en prisión.

Pero en vez de lograr concebir, se descubre que Adèle tiene un cáncer muy invasivo dentro que acabará con su vida en cuestión de muy poco tiempo. Entonces, como último regalo para su amado, ella, que es de clase alta, paga un precio elevado para que una banda de mafiosos saque a su amado de la cárcel… Y no cuento más. Ya he mencionado bastante.

Lo que les puedo decir es que la cinta profundiza sobremanera en la caracterización de los personajes. Unos personajes absolutamente éticos dentro del amor, pero absolutamente equivocados con respecto a todo lo demás en la vida. no es de extrañar que sufran entonces de una especie de maldición romántica: por más que se afanan, no pueden ser felices.

Tienen que ver la mezcla excelsa de explosividad y química que dan estos dos actores cuando se unen. Frases contundentes, elipsis cortantes. Carisma, belleza, carnalidad.

Michael R. Roskam tiene estilo y sabe cómo parcializar al espectador. En esta cinta, para que sintamos y veamos por los ojos de los protagonistas, nunca se muestran las consecuencias de las acciones del galán-criminal.

Por supuesto, tiene que señalársele a Roskam la simpleza de la escapada de la cárcel de Matthias. Parece no importar en lo más mínimo la credibilidad de los planes de fuga. Quizás… es que el filme es un recorrido metafórico por lo que significa el amor… y no mucho más que eso.

El fiel (2018) nos hace recordar algo que alguna vez olvidamos preguntarnos: Qué significa el amor. Dónde yace. Algo cuya respuesta es: En un sitio donde se encuentran el deseo, la vida y la muerte. En un sitio donde el último aliento vale la pena si él/ella está a tu lado.


Compartir

Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 1 comentarios


Aram Joao Mestre León
 26/6/18 8:49

Me gustó la película, la pude ver hace una semana gracias a La Mochila.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos