jueves, 19 de septiembre de 2024

TIC en Cuba, empleo y aprovechamiento

El uso y la apropiación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en nuestro país deben coadyuvar a un mayor desarrollo humano, económico y social…

Leidys García Chico
en Exclusivo 09/05/2013
1 comentarios
Redes cubanas
La infraestructura necesaria para cubrir la "última milla" limita la ampliación de la conectividad

La transversalidad del desarrollo tecnológico y su influencia en casi todos los escenarios sociales marca a Cuba, de igual modo que al resto del mundo. La diferencia más notable estriba en los ámbitos de aprovechamiento que se han privilegiado en nuestro país.

En el informe de 2012 sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) se explicaba que, conceptualmente, la Informatización de la Sociedad se define en Cuba como “el proceso de utilización ordenado y masivo de las TIC para satisfacer las necesidades de información y conocimiento de todas las personas y esferas de la sociedad. Este proceso busca lograr más eficacia y eficiencia, que permitan una mayor generación de riquezas y hagan sustentable el aumento sistemático de la calidad de vida de los ciudadanos, sobre una política preferentemente orientada al uso social e intensivo de los recursos TIC, para extender sus beneficios a la mayor parte posible de la población y las instituciones. Esta estrategia tiene como centro al ciudadano y busca elevar su calidad de vida en su desempeño familiar, laboral, educacional, cultural y social”.

En tal sentido, la mayor parte de las instituciones académicas, de investigación, gobierno, entre otras, cuentan con la posibilidad de establecer rutinas de trabajo ligadas a la explotación de Internet, una de las tecnologías más importantes e influyentes de este siglo.

A pesar de las dificultades económicas, el Estado cubano no ha frenado sus proyectos de desarrollo tecnológico, donde se incluye el aumento de la conectividad. Esta decisión quedó expresada en los lineamientos aprobados durante el VI Congreso del Partido, pues se planteó la necesidad de sostener los resultados en la industria del software y el proceso de informatización de la sociedad, así como otros servicios científicos y tecnológicos de alto valor agregado.

Desde enero de 1995 el proyecto cooperativo InterNIC, con base en Estados Unidos, facilitó una dirección de Internet para Cuba, y solo a partir de ese momento fue posible establecer una conexión directa con la Web, a través de una única institución. Actualmente las cifras son mucho más alentadoras.

En 2002 existían poco más de 20 computadoras por cada mil habitantes, mientras que en 2011 se alcanzaban 70; de 420 000 usuarios de Internet con que contaba Cuba hace 10 años, ahora suman más de 2 millones y medio, aunque esto solo representa alrededor del 23 por ciento de penetración y constituye una de las estadísticas más bajas de nuestra región y del mundo, según el sitio Internet World Stats.

Al margen queda un amplio sector poblacional que apoya el reclamo de socializar aún más el acceso a Internet y sus servicios, pues reconocen las bondades de dicha tecnología —pero también las limitantes económicas del país- . La educación en torno a este campo se ha fortalecido paulatinamente desde las aulas de los Joven Club de Computación y Electrónica que han graduado a miles de cubanos y cubanas en diversas temáticas afines.

La apuesta por explotar el capital humano formado por estas y otras instituciones debe formar parte de la estrategia que a mediano y largo plazo implemente el país, en un proceso sustantivo de uso y apropiación de las TIC, que fortalezca la presencia cubana en un segmento aún mayor de la Web y que, claro está, profundice el valor que para el desarrollo humano, económico y social tiene la inclusión de los ciudadanos en los adelantos de la nación.


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Leidys García Chico

Profesora de Periodismo - Universidad de La Habana, UH, Cuba.

Se han publicado 1 comentarios


Pequeñito
 9/5/13 16:43

Este artículo es muy bueno, esboza un futuro muy favorable para nuestra Isla en lo que respecta a la informática como herramienta de trabajo y necesidad de nuestra sociedad. Pero nadie ha mirado un detalle: todavía somos esclavos de Microsoft. El hecho de que todas (o casi todas) nuestras PC corran sobre Windows solamente nos muestra el enorme ahorro que en materia económica le pudiéramos dar al país cambiando nuestros entornos de trabajo a un Sistema Operativo basado en Software Libre (por ejemplo Debian Linux). ¿Alguien habrá pensado ya en eso?

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