//

jueves, 5 de junio de 2025

Sobre ruedas

En el Día Mundial de las Bicicletas, te cuento de las mías con placer...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 03/06/2025
0 comentarios
Sobre ruedas
Por si aún no me entienden (o no me conocen), hablo de las bicicletas y su Día Mundial, que se celebra cada 3 de junio . (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Cuando esta crónica ocupe su puesto virtual, yo andaré en cuatro ruedas rumbo a la capital ( por gentileza de una amiga espirituana y su equipo de trabajo), loca por contemplar a mi team de dos ruedas, parqueado a la entrada de la casa en franca declaración de un estilo de vida aventurero y feliz.

Para ellas será el primer saludo porque este martes es el día de la Bella Durmiente y el Galeón, de Martes 13 y la Polaca, y hasta de Ronja, la bmx que terminó desarmada sin que su dueño tuviera coraje de montar, hasta que se enamoró de Azul.

De momento, solo las dos primeras están de alta, pero no cejo en el empeño de restaurar las demás y ponerlas en función de nuevas rutas curiosas por toda la ciudad.

Por si aún no me entienden (o no me conocen), hablo de las bicicletas y su Día Mundial, que se celebra cada 3 de junio, y en particular de las nuestras: vivas estampas de lo que significa levantarse tras una caída y hacer caso al sugerente refrán de apretar los glúteos y seguir dando a los pedales. 

La que acumula más anécdotas es la Bella porque lleva 33 años soportándome. Yseguirá haciéndolo 30 más, porque a nadie confío mi vida tanto como a mi veterana. Ese amor nació en Praga y se expandió en las autopistas cubanas rumbo a Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y sus guardarrayas correspondientes .

Con ella vivo momentos de pura epifanía y creatividad; gozo de libertad física, espiritual y económica; disfruto paradas eróticas y disgustos conyugales, y es mi primera opción para disipar tristezas y asimilar cambios trascendentales.

Sobre sus bielas (ya va por tres pares) impulsé muchos de mis sueños, corrí a donar abrazos cuando me pareció oportuno y huí de sitios donde me ahogaba de humillación o desinterés. Cómplices de mi insuperable capacidad para destruir zapatos de cualquier horma y material, también dan fe de mi habilidad para serruchar en semáforos e intersecciones complicadas, porque lo único que detesto de andar en bici es arrancar en falso con un chofer pitando detrás, burlándose de mi torpe maniobra mientras vacila sin pudor el panda lumínico.

No debería hablar más de ella o las demás pueden ofenderse, pero hay algo esencial de mi favorita: ese “caballo macho” de sillín muy alto y elegante figura es una toda una hembra pasional, mágica, celosa, enamoradiza y melómana. Ella escoge a quien entrega la clave de sus tornillos y es el único ser que protesta si no canto para animar el camino. 

Cuando la abandoné por casi una década (de ahí su nombre y mi sentido de culpa), mi papá trajo a Polaca, digna émula de Rocinante por su facha y resistencia. Aunque pobre de piñones y casi sin frenos, es adictiva desde los primeros pedalazos.

Polaca también fue cortina para amoríos en playas desiertas y protagonizó carreras descalzas bajo la lluvia y accidentes inexplicables. Cuando Allmita y Yanssel andaban con sus modernas 20 plegables durante la intervención de Senti2Cuba en Nueva Gerona, recordé las peripecias para desarmar en la terminal de ómnibus a mi esperpento dorado y la pesada china de mi acompañante, 15 años atrás, montarlas en brazos al catamarán, rearmarlas a oscuras, y a la vuelta desinflarlas para subirlas al avión: magnífica terapia antiberrinches.

La pobre, hace años espera por una goma de su rara medida para recuperar sus bríos … y yo por ella para inaugurar la bici-ruta sobre amores insignes de la capital, que incluirá la iglesia del Ángel, en la Habana Vieja, la Casa de la Amistad, en el Vedado, y el jardín de la Loynaz, entre otros puntos desbordantes de historias.

La todoterreno Martes 13 llego en mayo de 2015 como una deferencia de Juventud Rebelde sí, la usamos, pero al ser 26 se me queda chica y mis rodillas sufren mucho en viajes largos… lamentable ironía, porque yo soy de las que aseguran que el tamaño y el diámetro no definen el placer.

El Galeón se parece a Jorge: grandón, llamativo, sólido y dificil de desviar cuando se enfoca en una meta. La relación entre ellos es una redundancia sobre cómo nos proyectamos ambos en materia de amores: mientras yo disfruto la idea de tener y prestar varias opciones, él es un monógamo acérrimo, y prefiere cargar mandarria y llaves para pisar seguro que dejar su bici un par de días y montarse en otra menos “él”.

¿Se nota que las amo, verdad? Como todo en la vida, las bicis bien usadas resuelven necesidades y aportan salud física, mental y hasta sexual. Si no me creen, pregúntenle a Abelito, Adrián, Darío, Alain, Claudio y otros ejemplares montados de la fauna Senti2…


Compartir

Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...


Deja tu comentario

Condición de protección de datos