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sábado, 30 de noviembre de 2024

Seguir cayendo (+Video)

La amistad con sexo también tiene sus reglas...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 22/07/2021
7 comentarios
Intimidades- 22 de julio-2021
Las reglas básicas de esa amistad diferían mucho de la práctica de los personajes cuya historia hoy les comparto (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

“No hay diferencias”, me dice un amigo, a quien otra amiga ha convertido en paño de lágrimas de uso ampliado. “Yo digo que tenemos una relación abierta y ella dice que es amistad con beneficios, pero no hay diferencias”, dice por enésima vez.

Yo digo que sí la hay. Es más, pienso que en su caso no es ni lo uno ni lo otro, sino un prolongado abuso de confianza, casi sin rasgos de amistad. Pero estoy aburrida de explicárselo. Si me voy por esa rama volverá a sacarme a Pablito y su “prefiero compartirla”, cuando en su caso toca escuchar a Buena Fe.

Mi amiga no lo ama, ni como amigo. Acude a él cada vez que acaba con la autoestima hecha trizas. Se le aparece a cualquier hora de cualquier día y hace trizas sus planes, porque ella necesita mimos, desahogo, masajes y un sexo alucinante que “limpie” su corazón vapuleado. 

Él dice que es la última vez, pero no deja de soñar con una exclusividad que prolongue ese tratamiento, más allá de unas horas o un fin de semana. “Con nadie va a estar mejor”, es su credo, y yo digo que eso no es amor, sino tonto aguante.

Para colmo elige ver solo lo bello de ese cuerpo-alma, y no entiende cuan tóxica es, que solo se engancha en historias de hombres casados, o al otro lado del mundo, o triejas. Nunca una persona de 24x365. Y esa falta de compromiso real, en vez de generarle suspicacias a mi amigo. Lo envuelve en un velo de espejismos. Ella es su Maya, su abismo quimérico… A estas alturas el amor se secó y solo queda un fetichismo desbordado. 

La otra no está mejor posicionada: “Déjalo que sueñe, yo sigo disfrutando su amistad”. En la vida real lo que disfruta es su atención, sus lujos, su adoración, que le inyectan el Ego mejor que el botox en su cara. Pero cuando descarga bilis y recarga autoestima, levanta el vuelo sin más. Ya lo ha dejado en medio de una charla sobre música, que es su delirio, o con la cafetera puesta y el pan recién tostado en la bandeja del desayuno.  

Entonces él llama para decirme que no soporta ese maltrato, que es una desconsiderada y nunca escucha lo que él quisiera compartir, como hacen los amigos, y yo echo sal en la herida: “¿Ya escuchaste a Buena fe? Sigues cayendo, amigo mío…”.  

Sí hay diferencias entre una pareja sentimental muy segura que decide abrirse a aventuras sexuales ajenas, y una amistad consolidada, recíproca, que decide incursionar en juegos íntimos para darse consuelo, aprender algo o aprovechar un bonito escenario. Como la fuerza centrífuga y la centrípeta, los efectos son opuestos para los cuerpos que las sufren.  

Lo irónico es que mi amiga me usa de pretexto porque hace más de una década tuve alguien con quien podía pasar los límites para beneficio mutuo. Alguien con quien analizar fracasos y compartir estrategias de conquista. Un vínculo tan sólido en su liviandad, que yo tenía llave de su apartamento del Cerro, por si me cogía tarde en el periódico o regresaba de provincia en plena madrugada.

Pero ese amigo era el primero en saber si había otro hombre rondando mi corazón y mis ganas, lo cual ponía en suspensión sus privilegios eróticos sin dañar la amistad, y avivaba su imaginación tanto como la mía, sin asomo de egoísmos.

Y ese hombre, fuera quien fuera, sabría de ese amigo cuya confianza no osaría renegar, porque nutría mi vida en un plano al que otros vínculos no llegarían jamás. La distancia vino después, por una mujer que no logró entender qué papel yo jugaba en su vida, y amorosamente decidí no crear más ruido.

Incluso estando respectivamente solos podíamos quedar para vernos, o coincidir casualmente en su refugio, y pasar la noche hablando de arte y periodismo, leyendo un libro o viendo un concierto de Sabina. Hacernos el amor no siempre implicaba sexo, y si lo había, podía convertirse en una divertida escuela para todo lo místico o “perverso” que descubriéramos en nuestras lecturas. De ahí mis primeras experiencias tántricas y con juguetes sexuales no convencionales.

Las reglas básicas de esa amistad diferían mucho de la práctica de los personajes cuya historia hoy les comparto: no había espacio para celarse, respetábamos mutuamente criterios de cualquier tipo; privilegiábamos la amistad como el vínculo público y no contaminábamos fluidos o espacios de trabajo.

Nos protegíamos en el sexo tanto como en los diálogos, y si peleábamos (poco, pero con tremenda pasión), era por razones ajenas a lo nuestro: arte, sociedad, vicios, moda… ¡Nada que ver con este par de náufragos que insiste en llamar beneficio a una codependencia tan inmadura y desigual!


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...

Se han publicado 7 comentarios


lanister
 22/7/21 16:01

Oiga, periodista, usted me describió. ¿Por casualidad su amiga es de Las Tunas? Tengo en mi vida alguien así, y por muy orgulloso que me quiera hacer con todas las demas amigas (no es por nada, pero puedo escoger) con ella "sigo cayendo", como dice Buena Fe, y como un gilipollas le perdono que me deje a medias y hasta con velas y pétalos en la cama. Por cierto, muy buena idea esa de poner acá los videos según el tema. Ha, quiero preguntarles si hay algún canal de telegram en que salga este blog también, para compartir con mi gente.

Redacción Cubahora
 23/7/21 10:43

Estimado lanister, en el canal de telegram de la revista @Cubahora, colgamos el blog todos los jueves, con canciones incluidas. Pueden pasarse por allá también. Gracias por leer

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Maly
 23/7/21 10:48

Hay que estar en una situación como esta para darse cuenta que no es lo mismo una relación abierta que una amistad con beneficios. Hasta cierto punto, las dos funcionan y son sanas, siempre y cuando los integrantes de la pareja así se lo propongan. Considero que la toxicidad depende mucho del ser humano como persona. Igual nunca decidimos ser dependientes sentimentales de alguien. Nada está escrito, igual alguien dijo por ahí arriba en otro comentario, que desde fuera se ven mejor las cosas, y lo que para algunos de nosotros puede ser dolor y toxicidad, para otros puede ser la gloria misma. Creo entonces que cada cual disfruta el momento que vive como mejor le parezca, lo importante es no quedarse con las ganas. Gracias a la periodista por esta entrega, la disfruté mucho

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Julio Enrique (Kike)
 22/7/21 11:56

Y sin embargo...ahí están, a pesar de los años y las dificultades, los abusos y los abandonos, la lujuria momentánea y el desinterés sentimental de una de las partes. En su momento, él es el hombre más feliz de la tierra, y ella se siente atendida y protegida como nunca, o como siempre. Es su relación, la que han construido y de la que estoy seguro no saldrán a menos que haya un hecho extraordinario, que definitivamente ojalá sea bueno y no trágico. Como en la pelota, los juegos cerrados llegan a las postrimerías, y se deciden por un jonrón magnífico o por un error dramático. Al final he comprendido con los años que nadie da más de lo que siente, y que cada quien está en un lugar mientras algún interés lo motiva, y el interés no tiene que ser material, por cierto.

He compartido en el wasapeo de Sentidos tantas formas de ver la vida y las relaciones de pareja, que me sorprende de agún modo este post. Y dejo claro algo, me sorprende, pero no dejo de considerar que es una relación muy tóxica la de ellos. Para mí que soy alguien que valora infinitamente el sentimiento y la sexualidad con total exclusividad, creo que no podría vivir algo así, pero cada quien en su momento actúa según hasta donde el horizonte o las emociones le permitan ver. Quizás por eso dicen que quien está fuera ve más o mejor. Suerte la mía, y cruzo los dedos, de un amor correspondido...y suerte la de todos aquellos que lo han encontrado.

En fin, a los protagonistas de esta historia les deseo un feliz desenlace, aunque ello implique momentáneamente la infelicidad de uno, pero como dice el dicho: "nadie se muere la víspera". Quien sabe si ella, después de tanto rodar, encuentra la grandeza del amor que él le profesa.

Saludos a todos.

Nelson
 22/7/21 11:54

Amistades con Derecho....Después del Amor...¡¡¡Lo Máximo!!!

Aram Joao Mestre León
 22/7/21 11:22

Me gustó mucho el artículo de hoy. Creo que uno no se debe dejar explotar por otras personas con la esperanza de ser reciprocado en el amor algún día.

Anaisa
 23/7/21 18:02

No por gusto dicen que la esperanza es el unico pecado atrapado n la caja de Pandora. Yo confieso que tambien sigo cayendo. No lo puedo evitar porque es el amor de mi vida, aunque ella se niegue a quedarse conmigo y siga probando con hombres que no la valoran o que ella no puede amar ni desear. Entiendo que lo haga por la madre y las abuelas, pero ninguna de esas señoras sabe lo dificil que es para su niña linda acostarse con hombres solo para aparentar lo que no es. Después de cada uno de esos intentos fallidos ella vuelve a mi y me pide que la acoja, pero ante el mundo solo somos amigas, y me da roña porque le dicen que es cool que tiene una amiga lesbiana y nadie sospecha que ella tambien lo es. Es mas chica que yo y quiero entender, quiero ser solo su amiga, pero entra a cualquier dia y revuelve mi mundo y me derrite como un helado y nada, sigo cayendo. ¿cómo no voy a caer?

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