viernes, 20 de septiembre de 2024

MarTest

Siempre hay algo que te ayuda a conocerte mejor...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 31/03/2022
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Intimidades 31 de marzo-2022
Intimidades 31 de marzo-2022 (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Cada martes a la hora del cañonazo, en el wasapeo de Senti2 aplicamos un test. Puede ser sobre erótica, funcionamiento del cerebro, intereses existenciales, recursos personológicos… depende del tema que hemos estado debatiendo en la semana, o de qué tan complicada sea mi noche laboral para hacer la posterior devolución de los resultados.

Esa sección fue la primera que surgió en el grupo, hace casi dos años, y ha sido como una escalera para ir, peldaño a peldaño, hacia el autoconocimiento, umbral del mejoramiento humano en el que muchos creemos con Martí.

Este asuntillo de describirnos según una pauta estadística para entender el origen de las acciones pasadas y predecir las futuras, está en nuestros genes desde hace milenios. Incluso antes de que en Delfos se tallara el cartel “Conócete a ti mismo” y la gente fuera a escuchar visiones de la Pitonisa.

En los movimientos de los cuerpos celestes, el internet global de nuestros ancestros, se “grabaron” muchos patrones humanos, diz que asociados a la energía de su interacción y la sutil influencia en lo vivo y lo inerte de nuestro planeta.

¿Verdad o leyenda? La física cuántica tendrá que responderlo, pero aún sus cultores están muy lejos de la intuición y enfoque de sus antecesores prehelénicos, que no tenían whisky, futbol o series de Netflix para distraer sus abstracciones.

Claro, responder un test en un grupo público como el nuestro es solo el primer paso (y no trivial, porque algunas preguntas se las traen). Después toca al inconsciente digerir nuestras respuestas: qué tan sinceras fueron, a qué lado oscuro de la mente o el corazón apuntan, cómo vencer esa zona de disconfort y cómo hacer entender a quienes nos rodean que algo cambió de repente porque arrojé luz sobre esa cualidad, me di permiso para cuestionar sus causas y puedo perdonarme cada recaída.

Ese es el objetivo de este confesionario marteño: cuando sabes cómo funcionas, parte de tu conciencia te observa con sentido crítico mientras repites lo que no debieras, o no te gusta, o no quisieras mantener en tu caja de regalos vitales.

El siguiente paso depende de cuan buen equipo hagan tu voluntad y tu sentido del humor. Ahora te explico por qué. Mi cerebro procrastinador está reclamando coherencia y exige cumplir ciertos pendientes desde que empecé esta crónica, poco antes del amanecer y a medio sentar frente a la PC.

¡Ya estoy de vuelta! Solo que no recuerdo de qué hablaba… Las musas suelen ser resistentes a las rutinas saludables, pero si caes en su trampa y no respetas tus hábitos, otra parte de tu mente se incomoda el resto de la jornada, ¿no es así?

Ya me conozco lo suficiente para negociar con Mimisma y dejar ir ideas, o que cambien su ropaje semántico y gramatical a la hora de teclearlas. Tal vez la frase que apareció mientras lavaba mi cuerpo sea perfecta, pero huyó con el jabón, y no puedo aferrarme, como Bola de nieve, al frustrante estribillo de que “es mejor el verso aquel que no podemos recordar”.

Releo arriba y reencuentro: voluntad y humor, ¡esa es la cosa! Por eso ayuda dejar los procesos en un punto lógico donde los puedas retomar sin trauma, sobre todo si tienes una mente de “mariposa con hipo”, como dice mi madre holguinera.

A las mujeres, sobre todo, si nos interrumpen en pleno pico de concentración es muy probable que a la vuelta tengamos que empezar desde cero, así hayan sido unos segundos nada más, ¿verdad? Pasa al escribir, sacar cuentas, en el sexo, en pelea de parejas... (por eso parecemos machaconas, o anorgásmicas).

¿Qué cómo se combinan voluntad y humor para vencer las manchas de tu Sol interior? Voy por un té y enseguida les cuento… Nah, mentira: estoy acá, con ustedes, mejor sentada que antes. Era solo un ejemplo de cómo puedes reírte de tus manías para ganar tiempo y activar tu sentido de la disciplina. Una sonrisa ayuda a aceptar lo que te frena y a actuar en consecuencia.

El buen humor es un lubricante social insustituible (dije social, para lo otro puede ser catastrófico). Y si puedes reírte de tus limitaciones, será más fácil superarlas. Pero una risa sincera, de perdón y compasión… no un sarcasmo que parezca autoflagelación de licántropos.

Creo que es un buen tema para algún martest: dime de qué te ríes y te diré qué tan tóxica es tu personalidad. Aprovecho el impulso y la quietud matutina y ahora mismo preparo el cuestionario…

Bueno, ahora mismo no, que ese tecito hace falta para remover los témpanos en mis articulaciones. De paso voy por medias, una chalina y aceite para masajes, que mis musas no entienden de frentes fríos ni pieles de gallinas descubiertas.


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...


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