sábado, 7 de septiembre de 2024

Oferta contra demanda

Lo generalizado es que demanda un producto o servicio tiene que tener una relación de enfrentamiento con quien oferta...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 26/07/2024
3 comentarios
Oferta y Demanda
Debiera de haber apoyo mutuo entre cliente y vendedor, pero es difícil cuando el segundo quiere ganar a toda costa. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Aclaración imprescindible: no trataremos sobre la Ley de la Oferta y la Demanda gracias a la cual el mercado calificado de ciego en el capitalismo, puede guiarse y lo ha hecho muy bien para fijar precios y regular la producción.

Tal vez por tener la palabra Ley ha creado confusiones en Cuba, donde es frecuente que la vinculen con el derecho y la jurisprudencia, y hay quienes han llegado a sostener que los precios que ponen están dentro de la ley porque es por acuerdo entre comprador y vendedor.

Han pasado ya muchos años desde que comenzó a hablarse de mercado “a oferta y demanda”, y ante mi pregunta un funcionario explicó que había que ponerse de acuerdo, y que los clientes tendrían que aprender a regatear.

Desde entonces no he vuelto a ver al muy científico respondedor, aunque si lo encuentro, no creo ser capaz de reconocerlo, pues ni recuerdo a qué entidad representaba, pero lo cierto es que con las experiencias acumuladas, han aumentado las preguntas que tendrían implícitas las categorías de sus respuestas.

Podría redactar los siguientes párrafos de manera conceptual, pero serán anecdóticos con la total seguridad de que los amables lectores serán capaces de aportar muchas más según lo que han vivido, o mejor dicho: padecido en esas compra-ventas regidas por la tan llevada y traída oferta y demanda.

Aquello de que un cliente contento es el mejor amigo del comerciante quedó en el olvido, pues abundan actitudes como la del revendedor que sin pagar impuestos ni nada, ofertaba mantequilla con el pregón de que era de fábrica y lo hacía a toda voz en plena calle Céspedes en el mismo centro de Santa Clara.

Un potencial cliente lo llamaba, pero el todopoderoso revendedor parecía no escucharlo, por lo cual le avisé que tenía un potencial cliente, pero sin siquiera voltearse, siguió su camino mientras me respondía sin mirar: Yo no voy a ir allá, si quiere que venga hasta donde yo estoy.

Un domingo, en una de las llamadas ferias (de estas hablaremos en otra ocasión) en la conocida como Pista de Vigía Sur en el barrio santaclareño del Escambray, escuché a una mujer de avanzada edad decirle al vendedor: “ayer sábado esto no estaba tan caro”.

La respuesta fue una explicación digna de figurar en los textos de más alto nivel científico para explicar las razones de las subidas de los precios. Textual: “Señora, le subí el precio para evitar los revendedores, pues ayer estaba muy barato y los revendedores me los compraban al por mayor, y entonces yo lo vendo ahora al precio que ellos lo venden”.

En cuanto a regatear, lo primero es preguntarse quién se atreve, pues si se da el caso de que el señor vendedor se molesta, además de subir aún más el precio, pudiera negarse a vender, y para quien diga que existen leyes e inspectores, sí, existen, pero ¿qué?.

Hay quienes piensan que todo se resolverá con la abundancia, lo cual abordaremos específicamente en otra ocasión, por hoy, contaremos cómo hemos notado que rara vez los productos sobran para ser vendidos en otra ocasión, lo cual pudiera denotar que calculan científicamente cuánto venderán sin satisfacer las necesidades, para evitar que la oferta se vaya por encima de la demanda.

No ha terminado el tema que es inagotable, y si el lector quiere compartir alguna anécdota, tiene a su disposición el espacio de comentarios digitales al final del post.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 3 comentarios


juventud
 1/8/24 14:15

la oferta y demanda. es una etapa del oportinista, del vago, del gue no trabaja, revendedor , del colero, de alguno que dan idea por alla arriba para aprovecharse de la situacion y sequir acabando con el pueblo, con vividor, con chantajista , del ladron y otros gue tambien caben en ese saco.

Arturo Chang
 29/7/24 16:41

Muchas gracias por su comentario que es siempre bienvenido. Por favor, envíeme el correo a arturochang1@gmail.com pues el otro parece que tiene algún problema que debe ser transitorio, pero no puedo abrirlo.

Juan Carlos Subiaut Suárez
 29/7/24 15:15

Estimado Chang. Le envié al correo de Vanguardia ('chang@vanguardia.cu') varios elementos sobre el tema de las unidades de medida, de los que puede disponer, a conveniencia. Sobre el tema de hoy, siempre he estado en contra del slogan "ley de oferta y demanda". Si nos atenemos a los economistas serios, esta ley existió y tuvo vigencia en los albores del capitalismo industrial, y feneció tras la gran crisis de los años veinte del pasado siglo, por lo que es un error calificar esas relaciones que se dan hoy en Cuba como de oferta y demanda. Esto es cómprame de lo que yo tengo, al precio que lo tengo, de la forma que lo estoy vendiendo, sin atreverse siquiera a regatear, menos a protestar, porque te hace una falta imperiosa, no lo encuentras ni en los centros espirituales, y si no me lo compras a mi, cuando te haga falta te lo venderá un revendedor al doble de precio, o si lo vienes a buscar mañana, si lo hay, es a un precio superior. Ese capitalista con el que los "emprendedores" tratan de emular o ponen de ejemplo de gestión eficiente, consideraba un centavo como ganancia, hoy ellos, a pesar de que ya incluso esta categoría está regulada, la ganancia tiene que estar sobre el cien por ciento o más sobre la anterior compra, incluso si es "de una mano para la otra". No creo que sea totalmente un problema de desabastecimiento, ni que desaparecerá cuando puedan abastecerse mejor las tiendas, ni siquiera desaparecerá la sensación de pánico que crea el fantasma de que hay que comprar porque se acaba, no había o no habrá. Aparte de esos "vendedores"; hay un universo de personajes imbricados en esta telaraña que abarca la red de distribución, el transporte, las tenderas y algún que otro jefecillo. ¿Se asombra usted? Piense solamente en lo que se vende y pregúntese de donde sale, incluso en estas épocas de mypimes. Tiene que ver con el tema anterior el que, al igual que oficializar la famosa "ley de oferta y demanda", el hecho de promulgar legislaciones por cualquier nivel, estatal, provincial, municipal, haciendo un uso inadecuado de las unidades de medida, se le da una patente de corso al pobrecito vendedor para escoger la que él desee, un caldo de cultivo obvio para el robo y la corrupción, además de que en las conversiones los errores los carga casi siempre el cliente, y al comprador, la que no le quede más remedio que aceptar. Como usted dice, la realidad siempre deja pálida a la ficción. Ni es "oferta" ni es "demanda". La acepción real está aún por escribirse. Un abrazo.

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