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sábado, 23 de noviembre de 2024

Norma, la sal para condimentar una necesaria exigencia

Hubo una época en que se pagaba con sal, y cuentan que de ahí se derivó la palabra salario, ese que masivamente piden incrementar en Cuba, sin antes tener una correcta normación del trabajo...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 19/08/2016
2 comentarios

A propósito de un tema que ya no se menciona como unos años atrás, el de las plantillas infladas, un asiduo participante en los espacios de comentarios, José Joaquín, invitaba a averiguar el número de trabajadores que tenía un  periódico de Sancti Spíritus del siglo pasado, El Fénix y cuántos hay en el actual Escambray.

No tuve que indagar, pues estoy entre los fundadores de esa publicación el 4 de enero de 1979, época en que los medios de prensa provinciales tenían casi una veintena de reporteros para atender territorios extensos, como el caso de Vanguardia, que al constituirse Las Villas en tres provincias, nos envió a una parte hacia el Escambray, y otra, a Cienfuegos para crear el periódico 5 de Septiembre.

Fue bastante racional el número de redactores fundadores, aunque no faltaron quienes creyeron que eran pocos, pero resultó que cuando en 1990 la frecuencia cambió de diario a semanal, se mantuvo con la misma plantilla e iguales salarios. Así sucedió porque no se aplicaron medidas neoliberales.

No fue el mismo caso de la industria láctea de Sancti Spíritus, que aumentó desmesuradamente su plantilla para responder a las exigencias de enviar personal movilizado permanentemente a las zafras azucareras y actividades de la arrocera Sur del Jíbaro, la cual llegó a cubrir la cuarta parte del grano entregado de forma normada en el país.

Con las plantillas infladas, los cambios tecnológicos y deformaciones de las estructuras que sostienen la organización del trabajo y los salarios, hemos llegado a la actual situación límite, en la cual si se sobrepasara esa frontera, habría un debilitamiento de las fuerzas que mantienen el rumbo socialista.

Entre las fortalezas que continuarían debilitándose si no se aplican correcciones a tiempo, podrían estar la laboriosidad y el sentido del trabajo como una necesidad vital, y se acentuaría la actuación ya generalizada de considerar que las riquezas son para exigirlas y no constituyen metas que deben conseguirse con acciones laborales.

Una fisura requerida de reparación está en los reclamos a nivel de la sociedad en el sentido de incrementar salarios en correspondencia con los gastos para cubrir necesidades, en vez de recibir una remuneración según los aportes individuales, que debieran ser medidos con parámetros científicamente fijados.

Si hubiera normas bien fundamentadas, constituirían argumentos contundentes para exigir un pago determinado, por tanto, la norma es como la sal que se necesita para condimentar la solicitud de numerosos trabajadores en Cuba.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 2 comentarios


Elpreguntón
 22/8/16 17:50

¿Y por qué ya no elaboran normas? ¿Se habrán elaborado bien alguna vez? ¿Sabremos en Cuba la metodología para elaborar normas?

senelio ceballos
 23/8/16 14:01

Saludos ..PREGUNTON!!....Llevaba mucho tiempo sin verte...Desde aquellos annos gloriosos del..FORO VANGUARDIA...jajaja Saludos desde Rusia..El guajiro chambero!!!!...... El trabajo es la fuente de riquezas economicas e spirituales...Trabajemos ..con amor al trabajo..Claro...Con buen salario...  Producto del trabajo..Sea barbero o carpintero..

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