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viernes, 12 de diciembre de 2025

Muerto el aedes no se acaba la chikungunya

El fallecimiento de un perro elimina la rabia, pero en el caso del mosquito es una falacia...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 12/12/2025
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mosquito
No se trata de un cambio de collar y que el perro sigue siendo el mismo, pues en este caso el animal es otro: un insecto volador. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Desde hace mucho tiempo, cuando coloquialmente alguien desea referirse a cortar problemas de raíz, suele usar la expresión Muerto el perro se acabó la rabia en alusión a que si se elimina la causa de una situación, desaparecen también sus efectos.

En los días que transcurren sigue siendo válido el significado del refrán porque la solución pasa por atacar la raíz del conflicto y no solo sus síntomas, pero resulta oportuno actualizar la frase cuyo origen fue la enfermedad mortal transmitida por los canes.

Según el añejo refrán al matar al can enfermo era una medida extrema para frenar el contagio, pero con el dengue, zika, oropouche y chikungunya frases del tipo “si quitas X, se acaba el lío” merecen una alerta para evitar confusiones.

Esa solución tajante de matar a los zancudos que vuelan pudiera considerarse tajante, pero el asunto no es tan simple si se considera que las arbovirosis se controlarán con amplias y reiteradas campañas de fumigación intra y extradomiciliaria.

El enfrentamiento a situaciones tan complejas como las actuales también requieren acciones mucho más simples y prácticamente nada costosas en comparación con el uso de productos químicos para quitarle la vida a los mosquitos.

En el refranero popular español la frase "Muerto el perro, se acabó la rabia", ilustra cómo eliminar la causa principal de un mal pone fin a sus consecuencias, pero al tratarse del Aedes aegypti, no es tan exacto decir Muerto el mosquito, se acabó la arbovirosis aunque también se refiera a atacar la raíz del problema.

La creencia de que basta matar al adulto es una falacia, pues la realidad es que si la hembra está infectada, también así nacerán sus descendientes que serán cientos en cada puesta en recipientes con el mínimo de agua estancada.

Y si tenemos en cuenta que transcurridos varios meses en un ambiente seco, los huevos se reactivan tan pronto vuelva a haber agua, bastará para comprender la importancia de que la arbovirosis no se acabará con la muerte del insecto, sino con que no pueda  reproducirse.

Exrterminar a los adultos ofrece alivio temporal, pero si no frena la reproducción continua, no se controlarán los brotes epidémicos, pues en este caso la verdadera raíz es evitar condiciones para el nacimiento.

Por tanto, la clave está en eliminar criaderos: vaciar floreros, evitar que se mojen neumáticos de vehículos o cualquier recipiente como las cáscaras de huevo, y cubrir herméticamente cualquier depósito de agua que por su escasez hay que almacenar.

No caben dudas de que campañas de saneamiento reducen la incidencia de arbovirosis, pero se requiere una estrategia integral pues no basta con matar al mosquito, sino que  la educación sanitaria y la acción colectiva son esenciales.

Hay que lograr barrios sin charcos ni basura acumulada donde pueda haber depósitos de agua, pues sin huevos viables, no hay larvas, no hay adultos, no hay arbovirosis, por tanto si no nace el mosquito, se acaban el dengue, el zika, el oropuche y el chikungunya.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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