Un desayuno saludable previene la obesidad

La principal comida del día debe ser el desayuno. Para ser nutritivo y saludable debe estar compuesto por una fruta, un lácteo preferentemente descremado y un cereal integral como puede ser pan, galletas o avena, pudiéndose acompañar de una proteína tal como un huevo o un pedazo de pollo hervido. Es el momento del día donde se necesitan más energías físicas y mentales, pues comienza nuestra jornada laboral y nuestro tiempo de vigilia y de mayor actividad física y mental.

Desde una óptica geométrica, las comidas del día deben adoptar la forma de un triángulo invertido. Esto quiere decir que el desayuno debe convertirse en la principal comida del día por su calidad y cantidad, seguido del almuerzo, sano y suficiente, y una comida muy limitada, pero también saludable como pudiera ser un yogur con un pedazo de pan integral tostado untado en aceite de oliva extra virgen. La cena o última comida, sencilla y nutritiva como sería consumir una fruta.

Recientemente ha sido demostrado que tomar un desayuno abundante en lugar de una gran comida, además de prevenir la obesidad también lo hace con los  altos niveles de azúcar en la sangre, pues de esta manera se pueden quemar hasta el doble de calorías, según una nueva investigación publicada en la revista norteamericana Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.  

CÓMO SE GASTAN INTERNAMENTE LAS CALORÍAS

El organismo gasta calorías metabólicas al digerir los alimentos a través de la absorción, digestión, transporte y almacenamiento de los nutrientes contenidos en la ingesta. Este proceso ya era llamado como termogénesis inducida por la dieta (TID), y es una forma de medir sobre lo bien que está funcionando el metabolismo, pero puede diferir según la hora de la comida y de los alimentos en ella contenidos.

LOS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

Los resultados de la investigación demuestran como lo consumido en la alimentación del desayuno, independientemente de la cantidad de calorías en ella contenidas, genera el doble de termogénesis inducida por la dieta que la misma comida consumida en la cena. Pero mientras más reforzado y rico en fibra sea el desayuno, más calorías serán gastadas, independientemente de sus otras ventajas. Este resultado es importante para todas las personas, pues remarca, desde una nueva óptica, el valor de comer lo suficiente de manera sana en esta hora del día.

CÓMO SE HIZO LA INVESTIGACIÓN

En la investigación se realizó un estudio de laboratorio de tres días con 16 hombres que consumieron un desayuno bajo en calorías y una cena alta en ellas, y de manera inversa en un segundo tiempo. Se puso de manifiesto que el gasto de calorías condujo a una termogénesis inducida por la dieta 2,5 veces más alto en la mañana con relación a la noche después de ser suministradas comidas altas en calorías en el desayuno y bajas en la comida, según el consumo en esa primera comida experimental.

El aumento provocado por los alimentos en las concentraciones de azúcar en sangre e insulina disminuyó después del desayuno en comparación con la cena. Los resultados también demostraron que comer un desayuno bajo en calorías aumenta el apetito, fundamentalmente para los dulces posiblemente consumidos vorazmente en horas de la merienda.

TODAS LAS VENTAJAS DE UN DESAYUNO SALDABLE

Por eso es recomendable que los pacientes con obesidad, pero también las personas sanas, consuman un desayuno abundante y nutritivo en lugar de una gran comida con el fin de reducir el peso corporal, prevenir enfermedades metabólicas y aprovecharse de las otras ventajas de un desayuno saludable.