La depresión es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar tanto a personas como a animales, se manifiesta de diferentes maneras y puede perturbar a cada quien de manera única. Algunos de los síntomas más comunes incluyen una tristeza profunda y duradera, en la cual quien la padece experimenta un vacío o una sensación de pérdida; también una disminución de interés o placer en actividades que solían ser gratificantes, lo que provoca que actividades que eran divertidas o entretenidas ya no lo sean.
Quienes presentan este cuadro clínico pueden tener un aumento o disminución del apetito y también dificultad para conciliar el sueño o tener exceso de él, fatiga o falta de energía, provocando cansancio, incluso una muestra de tal estado es no tener voluntad de realizar nada, incluso cuando se ha descansado lo suficiente.
Igualmente, la dificultad para concentrarse o tomar decisiones y sentimientos de inutilidad o culpa, sintiéndose inútiles o culparse a sí mismas por cosas que no están bajo su control son otras expresiones de esta enfermedad, como también tener pensamientos de muerte o suicidio, especialmente si no se recibe tratamiento.
Este trastorno puede afectar a cualquiera, independientemente de su edad, género o etnia, y si no es tratada a tiempo, existe la posibilidad de que provoque gravedad en el paciente. Quien sienta que está atravesando una depresión o conoce a alguien la sufra, debe recurrir a ayuda profesional lo antes posible.
Estos son solo algunos ejemplos de los síntomas de la depresión, pero cada persona puede experimentarlos de manera diferente y en diversos grados de intensidad.
- Consulte además: Depresión, insomnio y estrés
TIPOS DE DEPRESIÓN
Existen varios tipos y algunos de ellos incluyen a la depresión Mayor, un trastorno del estado de ánimo grave que afecta significativamente la capacidad de una persona para realizar actividades diarias. Los síntomas incluyen tristeza profunda, pérdida de interés o placer en acciones que solían ser gratificantes, cambios en el apetito o el patrón de sueño, fatiga o falta de energía, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, sentimientos de inutilidad o culpa, y pensamientos de muerte o suicidio.
También está la Persistente, conocida como trastorno distímico y aunque es menos grave que la Mayor, sus síntomas pueden durar más tiempo. Entre ellos se encuentran la tristeza, pérdida de interés o placer en actividades anteriormente agradables y cambios en el apetito o el patrón de sueño.
La Atípica es otro ejemplo, en la que los síntomas no se ajustan exactamente a las dos anteriores: aumento en el apetito o en el patrón de sueño en lugar de una disminución es una de sus características. También está la depresión psicótica, considerada una forma grave en la que una persona experimenta síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios, junto con la depresión misma.
Hay que mencionar a la depresión posparto, trastorno del estado de ánimo capaz de afectar a las mujeres después del alumbramiento. Las señales para detectarla incluyen tristeza profunda, fatiga, cambios en el apetito o el patrón de sueño y dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
También está la depresión en el trastorno afectivo estacional, la cual ocurre con mayor frecuencia en los meses de invierno y se caracteriza por síntomas que aparecen y desaparecen en patrones estacionales.
Finalmente debemos mencionar a la depresión asociada a otras condiciones médicas, pues ella indica una señal en las enfermedades crónicas, los trastornos hormonales o los del sueño.
- Consulte además: Depresión y solución
QUÉ SE PUEDE HACER EN CUBA
Estos son solo algunos ejemplos de los diferentes tipos de depresión. Quien sospecha que la tiene debe buscar ayuda acudiendo a su médico de familia, ubicados en todo el territorio nacional. Desde ahí y si el caso lo requiere puede ser remitido a una consulta de siquiatría en su policlínico del área, donde recibirá un tratamiento especializado para la solución de su caso.
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