Para evitar ponerse nervioso antes de un examen

Momentos ante de hacer un examen, algunos de lo que acuden a pasar por ese trance se quedan completamente “en blanco”, con una especie de bloqueo mental. Se sienten muy nerviosos, incapaces de responder a las preguntas cuyas respuestas creían dominar desde varios días antes, pues sufren un estado extremo de nerviosismo, padecidos por ciertas personas cuando van a enfrentarse a una evaluación.

Es normal y hasta deseable sentirse un poco nervioso y estresado en esos momentos, quienes consideran en su justa medida a esa prueba de los saberes acumulados durante todo un curso o etapa. Un poco de ansiedad previa y de tensión positiva puede ayudar a realizar un mejor examen. Pero la ansiedad ante los exámenes para algunos es verdaderamente insoportable y su nerviosismo es tan grande que puede interferir en su concentración y rendimiento.

La ansiedad ante los exámenes se conoce como ansiedad de ejecución, donde es muy importante el rendimiento que se logre en medio de una gran tensión por hacer bien las cosas. Así puede suceder también ante una prueba deportiva, un concurso de canto o antes de hablar unas palabras delante de importantes personalidades.

Todo tipo de ansiedad es una reacción previa a algo estresante, y como cualquier otra reacción de ansiedad, la sufrida ante los exámenes afecta tanto al cuerpo como a la mente. En los muy nerviosos, la ansiedad antes del examen puede hacerles sentir un nudo en la garganta, revolturas de estómago, cólicos intestinales o un dolor de cabeza llamado tensional.

A otros les tiemblan las manos sudorosas y sienten palpitaciones en esos momentos, incluso, en los casos extremos se puede llegar a vomitar y hasta sufrir un aparatoso desmayo. Es cuando se libera en demasía una hormona llamada adrenalina, normalmente segregada para poder reaccionar ante el peligro y causante de algunos de los síntomas corporales, como el sudor, las palpitaciones y la aceleración de la respiración.

PROBLEMAS REALES

Pero nunca se debe confundir la ansiedad ante los exámenes con hacer una prueba deficiente por tener los pensamientos en otro sitio, como es por una separación de pareja reciente o un problema familiar, pues eso sí puede interferir en la concentración mental e impedir hacer un examen exitoso.

Los pensamientos negativos o pesimistas también intensifican la ansiedad ante los exámenes, como estar seguro de un mal resultado por un difícil examen o suponer una mala inquina de un profesor hacia su persona.

Cuando existen demasiados pensamientos como estos no queda mucho espacio en la mente para concentrarse y coordinar las respuestas a las preguntas del examen. También pueden sufrirse un intenso miedo por posibles reacciones corporales, como es vomitar en público o un papel ridículo ante el temblor de las manos.

Así se crea un círculo vicioso, pues cuanto más se centra una persona en las cosas negativas que le pueden ocurrir, más se intensifica su ansiedad y se siente peor al dedicar su mente a sus miedos y malos pensamientos, capaces de distraer y aumentar cada vez más las probabilidades de salir mal en el examen.

UNA FORMA DE AUTOAYUDA

Se debe eliminar cualquier mensaje negativo mental sobre el examen, pues este tipo de pensamientos puede contribuir a una mayor ansiedad. Se deben cambiar por mensajes prácticos y verdaderos, como de que se ha estudiado y se domina toda la materia.

Las personas extremadamente perfeccionistas pueden tener más probabilidades de tener problemas de ansiedad ante los exámenes pues no aceptan una nota menor a la máxima y se presionan demasiado a sí mismas. Se debe aprender a asimilar los errores intrascendentes, como el pobre resultado en un examen sorpresa a mediados del curso.

ELLOS SON CULPABLES

Los estudiantes que no se han preparado bien para el examen pero a quienes les importa hacerlo bien también es probable que experimenten ansiedad ante los exámenes. Quien sabe que ha estudiado lo suficiente para un examen, es lógico que le preocupe sacar una mala nota.

Una persona puede tener la sensación de que no está preparada para hacer un examen por varios motivos, puede no haber estudiado lo necesario sencillamente por el cansancio, insuficientes horas de sueño la noche previa al examen dedicadas a asuntos divertidos y no relacionados con la prueba.

ES RECOMENDABLE

Pero quienes conocen a conciencia la materia a examinar y se sienten preparados para enfrentarse al reto, la ansiedad ante los exámenes a un nivel manejable puede ayudarles a obtener una magnífica calificación.

Ese recomendado estrés se puede utilizar en beneficio propio, en lugar de reaccionar amedrentándose, lamentándose o quejándose del examen con amigos y conocidos, adopte un enfoque positivo y activo y permita al estrés recordar la necesidad de estudiar bien y con tiempo suficiente, pues nadie se estresa con pensamientos sobre lo bien que le va a ir en un examen.

MÉTODO PARA DOMINAR UNA MATERIA

Para dominar una materia, hace falta mucho más que confiar en asistir a clases y estudiar solo dos o tres días antes, pues se necesitan buenos hábitos y técnicas de estudio para obtener el nivel de comprensión necesario al invertir tiempo en esa materia y estudiarla con regularidad. Y así se estará más relajado mientras se realiza el examen después de los inevitables primeros momentos de nerviosismo.

Dominando todas estas técnicas desaparecerán las crisis nerviosas ante cualquier tipo de prueba, tanto en la primaria como en un examen de doctorado.