Para bajar de peso no se puede beber

El alcohol puede entorpecer la bajada de peso, y lo que es peor, propiciar un aumento del este de dos maneras diferentes. La primera de ellas es que las bebidas alcohólicas, cualquiera que sea, contiene un elevado contenido de calorías. Algunas bebidas ligadas, como el mojito, pueden contener la misma cantidad de calorías que una comida, pero sin ningún tipo de nutrientes, las llamadas “calorías vacías”, o sea, cuando se consumen se le está aportando calorías al cuerpo pero sin ningún otro tipo de nutriente. Segundo, también es posible tomar pésimas selecciones de las comidas cuando se bebe, debido a la pérdida del control sobre sí mismo. Si además, se bebe con el estómago vacío, cualquiera se marea y pierde su control más rápidamente. Esto puede llevar a comer y beber más de lo deseable.

Quien intenta bajar de peso necesita hacer varios cambios en su estilo de vida respecto a la comida, y de manera definitiva para no dar marcha atrás. Cuando recuerda la forma en la que la bebida afectó sus hábitos alimentarios, una de sus mejores decisiones es dejarlas definitivamente.

CONTANDO CALORÍAS

Así que para poder beber alcohol, cuando se trata de reducir el consumo de calorías, necesita incluirlo en su conteo calórico diario de manera que no lo exceda. De esta manera se daría cuenta con este conteo que beber es una manera tonta de aportarle calorías al organismo. Además, hay que recordar que cuando se bebe alcohol se están reemplazando alimentos potencialmente saludables solo con calorías que no satisfacen la demanda de nutrientes del organismo.

LAS CALORÍAS EN LAS DIFERENTES BEBIDAS

Las calorías de las bebidas alcohólicas comunes se basan en la cantidad de líquido ingerido. La cerveza normal contiene aproximadamente 150 calorías por un vaso de 12 onzas (355 ml) y la cerveza light, aproximadamente 100 calorías por la misma cantidad. El aparentemente inofensivo vino, 100 calorías por una copa de 5 onzas (145 ml); y las bebidas fuertes con alcohol destilado, como ginebra, ron, vodka o whiskey, aproximadamente 100 calorías por una porción de 1.5 onzas (45 ml). La aromática y bien presentada piña colada, aproximadamente 500 calorías en un vaso de 7 onzas (205 ml).     

También se deben incluir las calorías de los demás ingredientes que se mezclan con la bebida. Muchas incluyen jugos, jarabe simple o licor, que suman calorías adicionales. Estas calorías se pueden acumular rápidamente y transformarse en grasa. Se deben buscar opciones más bajas en calorías antes de beberse un solo trago, como puede ser un jugo, pues además contiene nutrientes, a pesar de ser preferible la fruta entera.

UN FIRME PROPÓSITO Y UNA BUENA EXCUSA

Al igual que comer demasiado rápido puede llevar a comer en exceso, beber rápidamente demasiados tragos puede provocar beber más de lo deseable.

La mejor manera de controlar las calorías de la bebida es no bebiendo nada en absoluto. Antes de salir a comer a otro sitio, se debe establecer este propósito y apegarse a él. Se debe rehusar beber del todo, venga de donde venga el ofrecimiento. Una buena excusa es alegar una inexistente enfermedad donde queden excluidas las bebidas alcohólicas por estricta indicación médica.

AYUDA MÉDICA

No obstante, si la obsesión por la bebida es perturbadora, se debe asistir a una consulta médica especializada, sobre todo si la propia persona o sus seres queridos están preocupados por la cantidad de alcohol que consume, no puede controlar el consumo de alcohol o este consumo está causando problemas en el peso corporal, en la casa, en el trabajo, en la economía personal y familiar o en la escuela.

Si piensa bajar de peso, no ingiera bebidas alcohólicas. Y si tiene un peso normal ¿para qué va a beber?