//

lunes, 25 de noviembre de 2024

Los cigarrillos electrónicos

También es conocido como eCig, eCigarro, eCigarrillo, eCigar o simplemente como “vaporizador electrónico” y su finalidad es simular el consumo de tabaco...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 31/03/2014
1 comentarios
cigarrillos digitales
Cigarrillos digitales, una opción que no aprueba la OMS.

El cigarrillo electrónico es un artefacto para convertir en vapor determinada solución líquida. Es dable de liberar tan solo aromas o puede incluir nicotina y está diseñado de forma similar a los cigarrillos o puros.

También es conocido como eCig, eCigarro, eCigarrillo, eCigar, cigarrillos digitales o simplemente como “vaporizador electrónico” y su finalidad es simular o sustituir el consumo de tabaco.

Su origen se remonta al año 1968, cuando H.A. Gilbert patentó un cigarrillo “para sustituir el tabaco en combustión con aire aromatizado caliente y húmedo”. No contenía nicotina y los fumadores disfrutaban de un vapor saborizado.

Más recientemente, un farmacéutico chino, H. Lik, en el año 2003, patentó el primer cigarrillo electrónico con nicotina.

SUS COMPONENTES

Consiste en una resistencia y una fuente eléctrica donde se calienta y vaporiza una solución líquida. El equipo guarda una forma un tanto más alargada a un cigarrillo normal o formas más voluminosas como puros o pipas.

Su boquilla contiene un cartucho recargable o recambiable, con un líquido que contiene glicerina vegetal y/o propilenglicol, para convertirlo al vapor en una nube parecida al humo del tabaco, con sabores y aromas diferentes y nicotina opcional en variadas dosis.

El aire inhalado se detecta a través de un sensor. Entonces un microprocesador activa un nebulizador o atomizador que incorpora minúsculas goticas vaporizadas de ese líquido en la corriente de aire y al mismo tiempo en la punta del aparato y mediante un sistema de emisión de luz de color naranja, rosado, verde o azul, se imita un efecto muy parecido al encendido de un cigarrillo tradicional.

Los cartuchos para los cigarrillos electrónicos se venden con muy variados colores y sabores, como pueden ser a café, menta o frutas, así como con diferentes concentraciones de nicotina. Sus cantidades varían entre 40 y 400 caladas.

Aquellos con más elevadas concentraciones de nicotina equivalen a fumar cigarrillos de tabaco normales.

DEFENSORES Y DETRACTORES

Por un lado, algunos lo defienden como una alternativa al tabaco con menos riesgos para la salud, o como una terapéutica sustitutiva para abandonar la adicción al tabaco al bajar progresivamente los niveles de nicotina, según la selección de los cartuchos.

Los detractores plantean que, al considerarse “inofensivos”, muchos jóvenes pueden comenzar a utilizarlo desencadenando en ellos una dependencia a la nicotina. Su eficacia como tratamiento contra el tabaquismo está sin demostrar,  el vapor también perjudica a personas del entorno y pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares o respiratorias similares a las del tabaco.

OPINIONES AUTORIZADAS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no conceptúa a los cigarrillos electrónicos como un tratamiento legítimo contra la adicción al tabaco. Alerta a sus distribuidores a dejar de reivindicar supuestos efectos terapéuticos no comprobados, pues hasta el momento se carece de estudios científicos confirmativos al respecto.

La Agencia de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos encontró en un análisis de cigarrillos electrónicos dos grupos de sustancias dañinas: el dietilenglicol, anticongelante tóxico para los seres humanos y las nitrosaminas, conocidas sustancias cancerígenas.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) plantea que los cigarrillos electrónicos pueden provocar a corto plazo cambios en los pulmones similares a los encontrados en los fumadores clásicos.

En la Coruña, España, el Complejo Hospitalario Universitario diagnosticó el primer caso en España de neumonía lipoidea por cigarrillo electrónico vinculada con  la glicerina vegetal presente entre los componentes de los cartuchos.

UN BUEN CONSEJO

Los cigarrillos electrónicos aún no parecen recomendables desde ningún punto de vista. Se necesitan más investigaciones al respecto.

Quien nunca han fumado no deben iniciarse con esta variante al considerarla inocua, y los fumadores empedernidos deben buscar fórmulas de efectividad más comprobada para abandonar esta adicción.

 


Compartir

Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 1 comentarios


omara01
 3/4/14 21:55

Me parece muy buen artículo, teniendo en cuenta que es algo que ya está de moda en el mundo, alertar a todas las personas, sobre todo a los más jóvenes, que lo pueden ver como una moda o una forma de "fumar sin fumar" y ya vemos que no es tan inofensivo. Excelente artículo.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos