La obesidad sana, ¿ficción o realidad?

El excesivo peso corporal es un peligroso enemigo y por lo tanto debe combatirse sin concesiones. Es un definido factor de riesgo de varias enfermedades crónicas, como son las cardíacas, la diabetes mellitus tipo 2, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer, por solo citar algunas de ellas.

Cuando se comenta, un tanto ingenuamente, que algunas personas con sobrepeso u obesidad pueden ser completamente sanas es una ficción, según ha sido demostrado en una investigación canadiense.

UNA AMPLIA REVISIÓN

En la Universidad de Toronto se revisaron los resultados de ocho estudios independientes. Fueron publicados en la revista Annals of Internal Medicine e incluyó a más de 61 000 sujetos.

Se pudo concluir que las personas con sobrepeso u obesidad, aun sin padecer de hipertensión arterial o diabetes, con el tiempo presentan un incrementado riesgo de muerte por infarto cardíaco o enfermedades cerebrovasculares, cuando se comparan con aquellas personas de peso normal.

Estos datos apuntan a que el aumento del peso corporal no es algo intrascendente, a pesar de la ausencia de otras enfermedades.

Y esto se opone al concepto del obeso sano o de la obesidad benigna. Estos términos han sido empleados para designar a las personas con aumento del peso corporal pero sin enfermedades asociadas, como altas glicemias, hipertensión arterial o colesterol elevado.

MUCHO CUIDADO CON EL PESO

Las personas con exceso de peso corporal a largo plazo presentan un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de eventos fatales, cuando son comparados con personas también sanas pero con peso normal.

Varias cosas pueden comenzar a suceder cuando se tienen libras de más, y con el tiempo aumentar el riesgo de ataque cardíaco, accidentes cerebrovasculares y muerte.

Y así vemos como el aumento de la grasa en el hígado como consecuencia del incrementado peso corporal interfiere la función de este órgano, eleva también los niveles del colesterol sanguíneo y disminuye la sensibilidad hepática a la insulina.

Esto último estimula al páncreas al aumento de la producción de esta hormona. Y a mayores cantidades de insulina se afectan en cascada otras hormonas capaces de provocar inflamación. También las hormonas segregadas durante el estrés pueden aumentar y provocar un aumento de la presión arterial.

LA MEJOR SOLUCIÓN

Cuando se incorporan estilos de vida dirigidos a mantener o alcanzar un adecuado control del peso corporal, a la larga este buen camino conduce a una mejor salud total.

La obesidad y el sobrepeso deben ser considerados como un estado riesgoso para los seres humanos. Por lo tanto, las personas en esta categoría deben comenzar a eliminar las libras sobrantes como una forma importante de cuidar su propia salud.