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lunes, 25 de noviembre de 2024

Embarazo y cocaína

Abortos espontáneos, parto prematuro, muerte fetal o accidentes cerebrovasculares del bebé son algunos de los efectos del consumo de este tóxico durante la gestación...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 13/01/2014
3 comentarios
Drogas en el embarazo
El consumo de droga en la embarazada incrementa las posibilidades de abortos espontáneos.

Entre los efectos de la cocaína puede haber manifestaciones de excitación, locuacidad o irritabilidad extrema. Duran poco tiempo y cuando comienzan a disminuir, el adicto experimenta ansiedad por una nueva dosis.

Su empleo puede generar adicción, pánico, alteraciones mentales e incluso la muerte por sobredosis o inclinación al suicidio.

Más grave aun es consumir cocaína durante el embarazo por posibles daños a la gestante y también al feto.

PARTO CON PROBLEMAS

Durante las primeras semanas de gestación el consumo de la droga incrementa las posibilidades de abortos espontáneos. Más adelante puede ser causa de parto prematuro, muerte fetal o de accidentes cerebrovasculares del bebé, con probabilidad de daños cerebrales irreversibles.

Este peligrosísimo tóxico interfiere con el aporte de oxígeno y nutrientes imprescindibles para el buen desarrollo fetal. Por eso el bebé pudiera tener menos crecimiento al nacer y llegar al mundo con cabeza y cerebro más pequeños.

En las adictas, la placenta puede desprenderse de forma prematura con hemorragias prolongadas y peligro para la vida de la madre y de la inocente criatura. Si la embarazada también fuma, aumenta este riesgo.

Las posibilidades de tener un parto prematuro se duplican en quienes consumen cocaína durante su embarazo.

DESPUÉS DEL NACIMIENTO SIGUEN LAS DIFICULTADES

Un bajo peso al nacer es de tres a seis veces mayor en los hijos de las adictas a la cocaína.

La muerte del infante de bajo peso en el primer mes de vida es veinte veces mayor en relación a los niños de peso normal.

Pueden fallecer repentinamente también debido a la falta de higiene, acompañante frecuente de las consumidoras habituales.

AUNQUE QUEDEN CON VIDA

Los bebés sobrevivientes, martirizados dentro del útero por la adicción materna a la cocaína, al nacer pueden tener defectos de nacimiento y discapacidades permanentes, como retraso mental, parálisis cerebral o deficiencias visuales o auditivas, así como malformaciones en sus vías urinarias.

También en los exámenes practicados a niños nacidos de madres adictas, donde se calculan sus condiciones físicas y su sensibilidad general al medio circundante, se puede evidenciar disminución de la motricidad, la atención o los reflejos, así como dificultad para alimentarse o dormir.

DE PERSONAS INTELIGENTES

Aunque suspender el consumo de cocaína antes del embarazo pudiera disminuir los problemas antes señalados, hay una decisión aún más inteligente: No consumir jamás ni por monería o imitación la nefasta cocaína ni sus venenosos derivados. Es mucho lo que está en juego.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 3 comentarios


andres
 21/5/14 7:56

Gran artículo, hay que difundirlo para que los más inocentes que no tienen culpa de nada no sigan sufriendo las consecuencias.

Jesús
 13/1/14 12:28

Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Michelle
 13/1/14 12:26

Todavía yo no entiendo cómo existen madres que se drogan, muchas veces va al extremo el egoísmo del ser humano.

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