Amor y desamor conyugal

La aparición de ciertas enfermedades y la esperanza de vida presentan diferencias entre personas solteras y quienes han mantenido una relación de pareja prolongada y feliz.

Viven más tiempo los casados felices. Esto se explica por el cuidado, sobre todo al final de la vida,  prestado recíprocamente por los esposos en relación con quienes viven en soltería.

Pero todo cambia cuando se pierde el amor conyugal.

En determinados casos los solteros mantienen una mejor salud cuando se comparan con quienes mantienen una relación conyugal inestable y tormentosa.

EN SITUACIONES DE NERVIOSISMO

Cuando existe felicidad y se mantienen relaciones sexuales con la frecuencia convenida y a satisfacción de las partes, los miembros de la pareja se encuentran menos estresados en su vida cotidiana.

Pero el sexo no es el único calmante. Cualquier tipo de contacto físico entre los amantes como: una caricia, tomarse las manos o un suave roce, mejora el carácter al aumentar los niveles de la oxitocina, hormona del amor y la ternura, y disminuye los niveles de cortisona y adrenalina, las hormonas detrás del estrés.

Pero si el matrimonio pasa por una mala etapa sucede todo lo contrario. Las discusiones y el mal humor hacen aumentar notablemente las tensiones.

Las dificultades en la pareja pueden contribuir a desarrollar ansiedad, así como depresión.

Quienes descubren una infidelidad o están en proceso de divorcio tienen seis veces más posibilidades de caer en un trastorno de este tipo.

BUEN O MAL DORMIR

La buena relación de pareja influye en la calidad del sueño. Por otra parte, la naturaleza del sueño influye en el carácter de la relación.

A pesar de los grandes amores, si una de las partes tiene problemas de insomnio, ronca fuertemente, es sonámbula o tiene otros trastornos con el sueño, la contraparte tiende a notarlo. Se debe intentar superarlos.

Si los dos tienen un buen dormir, el hecho de yacer en grata compañía favorece la relajación.

Cuando la relación de pareja no es buena, aun en los dormilones, la tensión existente alterará el descanso nocturno de manera notable y de forma creciente.

SOLUCIONES O PROBLEMAS DE SALUD

Un matrimonio bien llevado es importante para mantener bajo control la salud cardiovascular. La presión arterial y el estrés son más bajos en este tipo de parejas. En ellos disminuye el riesgo de afecciones cardiacas si también  están bajo control otros factores como la ausencia de tabaquismo o excesos en el peso corporal.

Además, ante cualquier incidente con la salud, el hecho de vivir en compañía facilita una atención sanitaria más rápida y un seguimiento más estricto en los tratamientos.

Todo cambia si el matrimonio no es feliz.  En estos casos la presión sanguínea aumenta significativamente, incluso por encima de la de los solteros.

En relación con el cáncer, estar casado sí es importante en lo que respecta a su curación y adecuado control.

Varias investigaciones han demostrado que quienes cuentan con el sincero y amoroso apoyo del compañero sentimental durante el tratamiento de un cáncer,   tienen un promedio de supervivencia marcadamente mayor en relación con la de los solteros.

El 58 por ciento de las personas bien casadas viven más de 10 años tras el diagnóstico de un cáncer grave.

La peor parte se la llevan las personas en quienes se diagnostica cáncer en mitad de un proceso de separación. Solo el 37 por ciento sobrevive más de 10 años.

Según se considera, esta importante diferencia se debe a la soledad y al estrés generado por una separación que tiene un importante impacto negativo en el sistema inmunitario.

Por lo tanto, un buen matrimonio es un importante elemento adicional para mantener un adecuado estilo de vida.