Mi amigo es miembro del Consejo de Estado

Tengo un amigo que es nuevo miembro del Consejo de Estado, elegido hace poco más de dos días en esta Isla. Mi amigo ahora se sienta al lado del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla. Es de Manicaragua, un pueblito de Villa Clara. Estudiamos juntos la carrera de Periodismo. Estaba enamorado de todas las muchachas del aula, menos de mí.

Tiene una sonrisa que siempre estalla y un alma limpia. Dirige el periódico de los jóvenes cubanos y cuando son las dos de la madrugada y aún está en la edición dice que se concentra, se resetea, según sus propias palabras, y se imagina que son las nueve de la mañana. Con ese truco poquísimos errores se le escapan en la edición impresa.

Las verdades más fuertes, y también las más hermosas, le nacen en décimas. Creo que la primera vez que le escuché sus rimas fue en la plazoleta del preuniversitario. Cada vez que hablaba todos nos quedábamos boquiabiertos, quizás queriendo tener o envidiando ese don tan suyo de hablar en versos. Luego Cuba entera lo conocería en aquellas tribunas abiertas que recorrieron el país durante los primeros años de este siglo. Dicen que el Comandante Fidel se quedaba extasiado mientras le oía, también Raúl le admiraba. “El poeta” siempre le han dicho, porque a él le bastan un papel y un lápiz para engendrar la poesía.

Se graduó con las mejores notas en la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas. Y comenzó después a caminar los medios impresos del país, porque lo suyo siempre fue escribir. Primero el periódico provincial Vanguardia, luego la dirección de la Revista Alma Mater, la subdirección de Juventud Rebelde y más tarde su dirección total.

Es difícil no querer a Yoerky Sánchez Cuellar, ese muchacho de familia humilde al que le llueven los amigos. Presumo de estar entre ellos y de admirarlo aún más cuando este 19 de abril ocupó su escaño como nuevo miembro del Consejo de Estado.

Para quienes le conocemos y queremos, es un orgullo saberlo allí, al lado del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla y detrás del Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, Miguel Díaz - Canel Bermúdez, como hermosa metáfora de una Revolución bordada por jóvenes que han puesto sus manos y su intelecto para el bien de Cuba.