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lunes, 25 de noviembre de 2024

Madres combatientes

Las luchas de la Revolución cubana ayer y hoy han tenido en la mujer un agente efectivo...

Luis Pavón Massó en Exclusivo 11/05/2013
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Vilma Espín
Vilma Espín, ejemplo de decenas de mujeres que han luchado por Cuba y siguen dándolo todo por ella.

Mariana Grajales había cumplido los cincuenta años y era el corazón de dos familias: tuvo cuatro hijos en su primer matrimonio, del que enviudó, y nueve de su unión con Marcos Maceo. Sus hijos tomaron el camino de la patria ante el levantamiento de 1868. Mariana fue su principal estímulo y ejemplo.

No fue menos que sus hijos, con ejemplar decisión se mantuvo en las trincheras de la guerra. Había hecho de la libertad de Cuba su divisa y la de su familia.

Tras la protesta de Baraguá, se trasladó a Santo Domingo donde falleció, en 1893. Allí había sido visitada por Martí quien escribió conmovido: “Así queda en la historia, sonriendo al acabar su vida: la Patria en la corona que deja en la tumba de Mariana deja una palabra, ‘Madre’”.

Con ejemplar entereza participó en la lucha en la que cayeron la mayor parte de sus hijos. Justamente se le llama la madre de la patria.

Su simple existencia, su sacrificio, refleja la naturaleza popular de nuestras guerras de independencia. Mariana es el modelo en el que se refleja el sacrificio de las madres cubanas de todas las épocas ante la patria.

Las luchas de la Revolución cubana ayer y hoy han tenido en la mujer un agente efectivo.

Otra fue Lucía Íñiguez, madre de Calixto García. Probablemente pocos cubanos desconocen que cuando supo que Calixto estaba prisionero de los españoles negó violentamente: “Ese no es mi hijo Calixto”, para rectificar al enterarse de que, antes de caer prisionero, había intentado suicidarse, herida que quedó como estrella en su frente a lo largo de toda su vida.

Lucía acompañó a Calixto en la lucha revolucionaria y conoció la prisión y el destierro por parte del enemigo. Desde que estalló la guerra, la madre holguinera no conoció otro afán que la lucha por la independencia,

A lo largo de nuestra historia, la mujer ha ocupado su puesto. Si supo del martirio de ver a sus hijos asesinados, como en el caso de la madre de Frank y Josué y de tantos otros, supo ser gallarda combatiente sin claudicaciones como en el caso de Vilma Espín, que desafió a la tiranía en años de guerra y fue constructora ejemplar del socialismo.

Ellas son ruta y ejemplo de decenas de mujeres que han luchado por Cuba y siguen dándolo todo por ella. Fueron madre de la flor y del combate.


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Luis Pavón Massó


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