Mientras los cubanos seguimos con preocupación la evolución de Nelson Mandela, por el agravamiento de afecciones respiratorias contraídas durante los 27 años en prisiones del apartheid, y son más los mensajes de apoyo, mi pensamiento se remonta a etapas que lo vinculan a Cuba, a Fidel, al Día de la Rebeldía Nacional y a esta parte de la patria a donde me trajo el deber —Isla de la Juventud— y fue antorcha por su excarcelación.
“Hace mucho tiempo que queríamos visitar su país y expresarles nuestros sentimientos… y el papel desempeñado por Cuba en África, en el África austral y en el mundo”, expresó Mandela en el memorable acto central por el 26 de Julio de 1991, celebrado en Matanzas.
Llegaba a la tierra natal de Martí un año después de su liberación.
“El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan”, agregó Madiba en esa intervención, cuando la mayor de las Antillas emprendía el período especial y resistía nuevos ataques del enemigo.
Por eso enfatizó con emoción nunca olvidada: “Admiramos los sacrificios del pueblo cubano por mantener su independencia y soberanía ante la pérfida campaña imperialista orquestada para destruir los impresionantes logros alcanzados por la Revolución Cubana”.
“Pero la lección más importante que ustedes pueden ofrecemos —dijo el héroe sudafricano con toda su autoridad moral— es que no importa cuáles sean las adversidades, no importa cuáles sean las dificultades contra las que haya que luchar, ¡no puede haber jamás claudicación!”.
Compartió medulares valoraciones y anécdotas, entre las que está una que mucho decidiría en su liberación:
“Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez me enteré de la ayuda masiva que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola —en una escala tal que nos era difícil creerlo—, cuando los angolanos se vieron atacados en forma combinada por las tropas sudafricanas, el FNLA financiado por la CIA, los mercenarios y las fuerzas de la UNITA y de Zaire en 1975”.
Narró y refirió otro momento decisivo en 1988:
“La presencia de ustedes y el refuerzo enviado para la batalla de Cuito Cuanavale tienen una importancia verdaderamente histórica”, significó sobre esa aplastante derrota del ejército racista, la cual calificó de “victoria para toda África”.
Duele que en las biografías escritas sobre Mandela en las últimas dos décadas por grandes editoras omitan intencionalmente su entrañable amistad con Fidel, la referida visita a Cuba, su gratitud a los internacionalistas cubanos y la máxima distinción recibida aquí: la Orden José Martí, por solo mencionar algunos ejemplos de aspectos que igualmente ocultan o tergiversan agencias de noticias dependientes del gobierno de EE. UU.
MEMORIA Y LEYENDA VIVA
En este 95 cumpleaños, tan cercano al aniversario 60 del asalto al Moncada, de manera familiar abrazan a Mandela todos los cubanos, pero de forma especial los de Isla de la Juventud, donde se formaron decenas de estudiantes de su patria y cobró multinacional impulso solidario la campaña por su liberación.
Recuerdo las voces que junto a Fidel, en sus frecuentes recorridos por el territorio, alzaban numerosos presidentes y autoridades de la ONU por el fin de la larga prisión y del régimen racista que descuartizaba a Sudáfrica. Era clamor unánime de cada visita y de los coterráneos a finales de la década de los 70 y en los años 80 desde las escuelas internacionalistas, dedicadas a miles de jóvenes de más de 20 nacionalidades africanas y otros países.
Los muchachos también exigían en enardecidas intervenciones y con sus cantos típicos, danzas y poemas, la excarcelación del preso político con más tiempo en cárceles del régimen racista.
Eran también los años —alrededor de 1985— en que Mandela rechazaba firmemente tras las rejas una y otra vez las ofertas de libertad condicionada a cambio de abandonar la lucha, hechas por el presidente Pieter Willem Botha, mientras fuerzas cubanas y angolanas rechazaban en varios frentes a agresores de esa nación de la égida imperialista.
Este periodista regresaba de la trinchera africana, donde Mandela era inspiración de lucha, en la que con tal vigor se lanzó la ofensiva que no paró hasta expulsar a los invasores, sentar al régimen de Pretoria a negociar, obligarlo a retirarse definitivamente en agosto de 1988, a firmar los Acuerdos de Paz en la ONU y respetar la Resolución 435 de ese organismo, que condujo a la independencia de Namibia y al triunfo de la SWAPO.
En la memoria y el corazón quedaron grabadas vivencias del creciente movimiento solidario por la liberación africana y la excarcelación.
ALMAS INVICTAS
Tres de nuestros Cinco Héroes antiterroristas, condenados injustamente en EE. UU., participaron en esa histórica epopeya que condujo al desmoronamiento del apartheid y a la liberación de Mandela en febrero de 1990.
Solamente del 15 de marzo de 1999 a mayo de 2010, la ayuda médica cubana salvó la vida a un millón 659 861 africanos, entre ellos no pocos compatriotas de Madiba, como le llaman en su tierra, y de la cual fue el primer presidente negro elegido democráticamente —de 1994 a 1999—.
Al intervenir ante el Parlamento de la nueva Sudáfrica en 1998, el Comandante en Jefe evocó:
“(…) en los centros de enseñanza de nuestro país se han graduado 26 294 profesionales y técnicos (…), y se han adiestrado 5 850 de distintos países de África (…). Al mismo tiempo 80 524 colaboradores civiles cubanos, de ellos 24 714 médicos, estomatólogos, enfermeras y técnicos de la salud, los que unidos a decenas de miles de profesores, maestros, ingenieros y otros profesionales y trabajadores calificados, han prestado servicios internacionalistas en África; y 381 432 soldados y oficiales han montado guardia o han combatido junto a soldados y oficiales africanos en este continente, por la independencia nacional, o contra la agresión exterior a lo largo de más de 30 años (…) De las tierras africanas, en las cuales trabajaron y lucharon voluntaria y desinteresadamente, sólo llevaron de regreso a Cuba los restos de sus compañeros caídos y el honor del deber cumplido”.
En la segunda ínsula cubana, a más de 13 000 km de Robben Island, Mandela es sangre, conciencia, leyenda viva, memoria histórica y paradigma que agiganta su vuelo junto a la hermandad con un Fidel que aquí burló también la cárcel tras el revés del Moncada y prosiguió su camino redentor.
Era la misma alma invicta de Mandela, como reza en el poema tantas veces releído en prisión por el héroe africano, merecedor del Premio Nobel de la Paz, y devenido junto al Comandante en Jefe guía para la juventud del orbe, que dedicó a estos líderes su Festival Mundial, en diciembre del 2010.
En mensaje a Mandela por su aniversario 92, el 18 de julio, hace tres años, Fidel le confesó algo muy vinculado al territorio pinero: “Sólo estuve en la prisión política —aquí— menos de dos años, pero fue tiempo suficiente para comprender lo que significan 27 en las soledades de una prisión, separado de familiares y amigos”.
La jornada que las nuevas generaciones han celebrado desde el 18 de julio —Día Internacional de Nelson Mandela— hasta el 13 de agosto, fecha natal de Fidel, es símbolo de continuidad de la lucha reiniciada el 26 de julio por el revolucionario cubano y extendida hoy a todo el orbe contra la tiranía imperial y los graves peligros a que el capitalismo salvaje ha arrastrado al mundo.
La movilización universal convocada por la ONU para este jueves deviene oportunidad para no sólo compulsar a la familia humana al trabajo con los pueblos en aras de hacer posible el mundo mejor que él soñó, sino también a exigir a los grandes medios que liberen de tergiversación a quien encarna los más altos valores de la humanidad y la resistencia universal por la cultura de la paz y la emancipación.
Las biografías sobre Mandela escritas por grandes editoras omiten su gran amistad con Fidel, la visita a Cuba y la gratitud por su aporte a África.
Imagen enviada por Fidel a su entrañable amigo con la dedicatoria: Para Nelson Mandela, otro Titán de Bronce.
Mandela calificó de victoria para toda África la aplastante derrota propinada por los internacionalistas al ejército racista en Cuito Cuanavale.
0rl3n1
18/10/13 11:22
Que grandes hombres, Mandela y Fidel, hombres como estos son los que nuestro Martí hablaba en sus escritos, me alegra haberlos podido conocer, haber estado presente en su tiempo, estoy orgullosa de ser parte de un pequeño tiempo en sus vidas, que aunque es poco me ha dejado grande huellas. Saludos a todos desde la Isla mas bella que ojos humanos hallan visto.
el dios
22/7/13 13:53
si yo espero k mandela se recupere es un buen precidente
Damari
20/7/13 8:13
Mucha salud Mandela, que tantos sacrificios has hecho para demostrar que un mundo mejor es posible. Salud a ti y a tus nobles ideas, las mismas de Cuba y de los revolucionarios del mundo
Nayam
19/7/13 15:02
Ofende que Obama y otros representantes del imperialismo mundial simulen una amistad con Mandela que nada tiene que ver con la humildad y sentido de la justicia del lider sudafricano, y lo tergiversen como hombre entregado por completo a su pueblo y a la humanidad. Felicidades Nelson de África y del mundo
Román
19/7/13 8:08
Aquel 26 de Julio todavía lo recuerdan los cubanos y el próximo Día de la Rebeldía los cubanos tendremos muy presente a Mandela y a sus valientes palabras
Silva
19/7/13 0:39
Seguimos en combate junto a Mandela en esta gran lucha que está librando. Nuestros pueblos siempre estarán unidos desde lo más profundo de nuestros corazones. Gracias a diego y a Cubahora por este trabajo oportuno que nos brinda conocimientos de cosas que ni imaginabamos y otras que simplemente recordamos con amor y cariño, Salud para Nelson Mandela, espero que se recupere pronto.
Tony
18/7/13 20:07
Es entrañable y sincera la amistad entre Mandela y Fidel. Que bueno fue revivir en este trabajo tantos momentos inolvidables, que siguen aleccionando...-
Jjavier
18/7/13 19:52
Felicidades querido Mandela por tu ejemplo en estos 95 años de vida. La Humanidad celebra tu cumpleaños este 18 de julio con la satisfacción de tu fidelidad a la causa que defiendes desde muy joven y el agravio de que editoras y agencias de la reacción oculten en sus biografías y noticias tu amistad y admiración por Cuba y por Fidel, otro símbolo invicto como tú. En ese y otros aspectos, Diego, estoy plenamente de acuerdo contigo, como en lo decisivo que fueron los combatientes internacionalistas cubanos en liberación de Mandela de la cárcel que terminó burlando como Fidel.
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