sábado, 21 de septiembre de 2024

Un territorio en disputa entre dos polos de poder

El mundo se encuentra enmarcado en una profunda agudización de las luchas por la gobernanza global que tiene como protagonistas a las grandes potencias económicas del G2: EE.UU. vs China...

en Nodal 28/12/2023
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América Latina, economía
Cuando la mayor parte de los países latinoamericanos empezaron a acumular déficits comerciales con China, el gigante asiático empezó a desarrollar un segundo nivel de influencia económica que es el de la inversión directa. (Tomada de Nodal)

Por NODAL y CLAE*

En la nueva escena global en la que el capitalismo se encuentra en tránsito hacia una nueva fase, la gran cantidad de recursos naturales y energéticos (litio, gas, petróleo, minerales, tierras raras), materias primas, así como también sus “mercados” de producción y consumo, y su calificada y “barata” fuerza laboral, convierten a América Latina en un territorio de importancia estratégica para los capitales globales.

Es sabido que históricamente este territorio se encontró bajo el dominio de las coronas europeas, luego el capitalismo británico se impuso como gran potencia económica y colonial en la región y, finalmente, EE.UU. a través de su doctrina Monroe, tomó Nuestra América como su patio trasero.

Sin embargo, en los últimos años, China viene profundizando y extendiendo su influencia en la región mediante diferentes acuerdos de intercambio comercial y de inversión directa, además de proyectos políticos y económicos como los BRICS o la Ruta de la Seda.

En 2021 el valor total del comercio entre el gigante asiático y Latinoamérica y el Caribe aumentó un 41,1% respecto a 2020, registrando un nuevo récord en las transacciones, por valor de 451.591 millones de dólares, según datos oficiales de China. El gigante asiático actualmente es el segundo socio comercial de mayor importancia para la región. En 2021, las exportaciones de América Latina hacia China llegaron a unos 222.582 millones de dólares, lo que representa un incremento del 31,4% respecto al año anterior.

Mientras, Estados Unidos ejerció una influencia más pronunciada en las importaciones latinoamericanas que en sus exportaciones. Especialmente estas últimas han experimentado desplazamientos significativos con la irrupción de China, cuya economía se ha vuelto complementaria, sobre todo en el cono sur. Estados Unidos ha mantenido un vínculo extractivista con la región, profundizado a partir de la centralidad geopolítica que ha adquirido el litio como insumo fundamental en el cambio de matriz energética. La disminución de la presencia de las exportaciones estadounidenses se atribuye al aumento de la participación china en la región. La Unión Europea, que tradicionalmente ocupaba el puesto de segundo socio comercial, ha sido superada por China en la actualidad

LOS DOS POLOS DE LA DISPUTA

El mundo se encuentra enmarcado en una profunda agudización de las luchas por la gobernanza global que tiene como protagonistas a las grandes potencias económicas del G2: EE.UU. vs China. Así, en un complejo entramado, el G2 aparece como el enfrentamiento de dos grandes proyectos financieros y tecnológicos-digitales, como representación de dos fuerzas que, para hacer más inteligible a la comprensión, definimos como China-Huawei-BATHX, de un lado, y Estados Unidos-Amazon-GAFAM, del otro. Aunque en ocasiones ambas fuerzas se visibilizan en los Estados, su capacidad de influencia y conducción trasciende la territorialidad y la institucionalidad de estos.

El aumento del comercio y el uso de monedas locales para el intercambio, la incorporación de los países latinoamericanos a la “nueva ruta de la seda”, el ingreso de Argentina al BRICS, el aumento de la Inversión Extranjera Directa, son algunas muestras de que el gigante asiático se toma muy enserio la disputa de este territorio.

Cuando la mayor parte de los países latinoamericanos empezaron a acumular déficits comerciales con China, el gigante asiático empezó a desarrollar un segundo nivel de influencia económica que es el de la inversión directa. A pesar de la competitividad de China en el sector manufacturero, no han sido estas empresas las que se han lanzado a producir en América Latina. La presencia china se advierte más bien en el sector nuclear y energético y en sectores primarios de la economía, vinculados a la extracción de materia prima sin valor agregado, principalmente en el agro y el sector minero.

Más allá de la inversión directa, la participación de China en la construcción de infraestructuras en la región se ha financiado con préstamos por parte de los grandes bancos de desarrollo chinos, que no han hecho más que aumentar la deuda latinoamericana, esta vez con China.

Sin embargo, no hay que olvidar que EE.UU representa a nivel global el 58% del PBI del G-7 y está relacionado al superior nivel de productividad que aumentó 67% entre 1990 y 2022. En términos de hegemonía financiera el dólar estadounidense representa el 67% de las reservas de los bancos centrales del mundo y el 80% en lo que hace al comercio internacional.

Pese al avance sostenido de China en la región, las relaciones comerciales entre EEUU y América Latina siguen expresando el peso de Norteamérica en la región, sobre todo en países como Brasil, México y Argentina. Por otro lado, es necesario considerar que a diferencia de China, que avanza sobre la región mediante otras estrategias, EEUU lleva más de 200 años ejerciendo su dominio sobre la región, no solo de manera económica sino cultural militar y políticamente. Ayer mediante dictaduras, hoy mediante mecanismos institucionales como golpes blandos y Lawfare.

 
 
 

 

 

 


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