Torbellino venezolano

El proceso político venezolano navega en un torbellino de acontecimientos, enfocados en su mayoría, en apariencia, en busca de soluciones pacíficas al conflicto interno orquestado por Estados Unidos (EE.UU.) y su comparsa intercontinental, mientras son descubiertos nuevos intentos de golpe de Estado y se esperan las conclusiones de la visita de Michelle Bachelet sobre los derechos humanos en ese acosado país.

Aunque se intenta una aproximación entre el gobierno y las agrupaciones opositoras, no menguan los planes contra la Revolución Bolivariana dentro y fuera de la nación suramericana.

En la maquinaria contrarrevolucionaria participan regímenes de la región como Chile y Colombia, implicados –según investigaciones oficiales- en el financiamiento de acciones terroristas que serían perpetradas los pasados días 23 y 24 de junio.

El vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura venezolano, Jorge Rodríguez, afirmó ante la prensa que este nuevo plan pretendía, una vez más, la desestabilización y la sublevación popular en el país suramericano, acosado y asfixiado económicamente por las políticas de odio perpetradas por la Casa Blanca con el apoyo de sus aliados en América Latina.

Pruebas contundentes presentó Rodríguez: más de 56 horas de video-conferencias, pruebas de entregas de dinero, teléfonos satelitales y radios que implican a jefes de gobierno y miembros de partidos de derecha.

En esa nueva acción uno de los objetivos era el asesinato de Maduro (ya fue victima de un magnicidio frustrado el pasado año), su esposa, la destacada revolucionaria Cilia Flores, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Diosdado Cabellos, y otros dirigentes de alto nivel civil y militar.

El Ministro destacó que el gobierno nacional mantiene monitoreadas las reuniones clandestinas de la oposición y también estas del posible golpe con seguimiento de inteligencia desde hace 14 meses, lo que ignoraban los mandatarios Iván Duque, de Colombia y Sebastián Piñera, de Chile, y el autoproclamado presidente interino del país suramericano, Juan Guaidó.

Entre las investigaciones realizadas, Rodríguez aseguró que el plan magnicida consistía en robar unas tanquetas de la base aérea La Carlota y llevarlas junto a francotiradores para asesinar a la población que transitara por la avenida Sucre de Caracas, reportó la agencia Prensa Latina desde Caracas.

BACHELET DARÁ CONCLUSIONES SOBRE VISITA A VENEZUELA

La oposición venezolana cifra hoy sus esperanzas en la intervención que hará el próximo día 5 la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sobre su visita de tres días a Venezuela, invitada por Maduro.

Bachelet, ex presidenta chilena en dos mandatos no consecutivos, brindó cortas declaraciones al finalizar su viaje, en las que mostró ¨preocupación¨ por las sanciones económicas de EE.UU. contra Caracas, que dificultan aun mas la situación económica existente a partir de la baja de los precios del petróleo y las acciones violentas de la oposición, que incluso pagó a mercenarios de países vecinos para quebrar el país.

Visita de Michelle Bachelet a Venezuela. (Foto: AFP).

Las agrupaciones contrarias al proceso socialista venezolano tienen sus esperanzas puestas en las posibles criticas que hará a Maduro y en la posibilidad de que le solicite –como hacen ellos- el abandono del gobierno y la celebración de elecciones generales adelantadas.

La ex mandatara dará sus conclusiones en un delicado momento para la justicia venezolana, que continúa investigando las circunstancias del fallecimiento en prisión del ex oficial de la Marina Rafael Acosta Arévalo, sindicado de intento de magnicidio. Ya hay detenidos dos militares supuestamente involucrados en el caso.

"Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Acosta Arévalo y porque el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia puede haber sido la causa de su muerte", indicó este lunes Bachelet en un comunicado.

Acosta fue detenido el 21 de junio por formar parte del último intento de golpe y difundir un video en el que pedía el asesinato del Presidente.

"Dado que su familia y sus abogados no fueron informados sobre su paradero (...), su caso puede constituir una desaparición forzada", añadió el texto de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

¿HABRÁ NUEVOS ACERCAMIENTOS?

Mientras, esta semana, el oficialismo y delegados opositores retomarán las discusiones – aun no puede hablarse de conversaciones o negociaciones- en una sede por definirse. Puede ser en Oslo, Noruega, o Bridgetown, Barbados.

Los resultados del primer acercamiento en Oslo, en mayo pasado, se mantienen en secreto, pero el hecho de que haya la posibilidad de un nuevo encuentro mantiene un hálito de esperanza sobre una nueva aproximación. 

De lo que diga Bachelet, estiman analistas, podría desenvolverse, en buena medida, la cita que daría paso a un  entendimiento entre quienes defienden el socialismo como sistema, y los que pretenden el retorno del capitalismo al país con las mayores reservas de petróleo en el mundo.

El día 5, en coincidencia, se celebra la independencia de Venezuela, que tradicionalmente se celebra con un desfile militar, en el que hablará el presidente Maduro.

Para esa fecha,  agrupaciones derechistas convocaron una protesta ¨para exigir el fin de las torturas y los asesinatos y la violación de los derechos humanos¨, según volantes distribuidos en la capital venezolana.

Para algunos analistas, como el uruguayo Aram Aharonian, fundador de Telesur y presidente la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y director del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE), al parecer algunos centros de poder intentan ahora crear las condiciones para una nueva arremetida contra la resistente nación suramericana.

Hay señales de una continuidad más acentuada y peligrosa contra el pueblo venezolano, y una muestra de ello es la actitud de los representantes de Argentina, Brasil, Chile y Canadá, miembros del llamado Grupo de Lima y cómplices de Trump, que en la reunión del G20 recién efectuada en Osaka, Japón, condenaron ¨“la represión y la sistemática violación de los derechos humanos de los venezolanos por parte del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro", según la presidencia argentina.

La última reunión de la OEA en Medellín, Colombia, sobre el manido tema de Venezuela, ocurrió el sábado último en coincidencia con la reunión del G-20, para llamar la atención de la comunidad internacional.

En un digno gesto, la delegación de Uruguay abandonó el salón al conocer que el Secretario General de esa entidad, Luis Almagro, acreditó de manera inconsulta a representantes de Guaidó. Igual actitud tuvieron Bolivia, Nicaragua y México.  

En la reunión, el delegado de EE.UU. afirmó que Maduro "no es un hombre con el que podamos negociar." (cuando el Mandatario ha hecho centenares de llamados al diálogo)  e insistió en que ¨su renuncia debe ser el primer paso  para restablecer la democracia¨ en  su país.

CINCO ESTRATEGIAS DE TRUMP

Mientras, el diario Washington Post comentó los continuos reveses sufridos por EE.UU. en Venezuela,  que tuvo de inmediato una respuesta del régimen, cuando uno de sus voceros aseguró: "Los EE.UU. nunca dijeron que su esfuerzo en Venezuela se limitaría a una ronda".

El Post, como se le conoce, aseguró que el magnate multimillonario que ocupa la Casa Blanca está ¨insatisfechos con los resultados obtenidos de las políticas seguidas desde el Consejo de Seguridad Nacional¨ por John Bolton y Mauricio Claver-Caronne y se había ¨quejado¨ de que sus asesores subestimaran a Maduro.

Según el periódico, Trump consideró a Maduro ¨un hueso duro de roer¨ y aseguró que ¨podría haber una reformulación  de la estrategia, tanto en los objetivos planteados como en las tácticas a seguir¨, lo cual significa una peligrosa amenaza, incluida una agresión militar. .

Interrogado sobre si está cambiando su estrategia contra Venezuela, dado el continuo fracaso de sus planes, Trump dijo a periodistas en Osaka que “Tengo cinco estrategias diferentes, podría cambiar en cualquier momento. (…)  “Tenemos muchas cosas reservadas si tenemos que llegar a eso. No queremos implicarnos hasta el punto que usted puede estar pensando”, afirmó, en referencia a la vía militar.

Está claro, sin embargo, que la política de odio seguida por las distintas administraciones norteamericanas desde que Hugo Chávez ganó las elecciones de 1998 no va a cambiar, ni tampoco que el imperialismo desistirá de insertar a Venezuela en su geopolítica para la región.