El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa y su década de Revolución Ciudadana se hicieron sentir en los resultados de los comicios seccionales de este 24 de marzo, con el éxito en importantes plazas, a pesar de los bloqueos del gobierno del mandatario Lenin Moreno.
Correa reside en Bélgica debido a las falsas acusaciones de la llamada justicia ecuatoriana, que tratan de involucrarlo en hechos delictivos, y le prohíben ocupar cargos públicos. El líder de la Revolución Ciudadana es víctima de la caza de brujas organizada por Estados Unidos para evitar el retorno de los líderes progresistas a América Latina.
Los mega comicios seccionales convocaron a más de 13.2 millones de ecuatorianos para escoger entre un universo de 81 278 candidatos a 221 alcaldes, 23 prefectos y más de 1 300 concejales, así como al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), de siete miembros, considerado el cuarto poder de la República.
En su afán por destruir los logros del proceso político progresista, cuando Moreno asumió sustituyó al Cpccs existente y conformó uno de carácter transitorio para que decretara nuevos nombramientos de personas de afiliación derechista.
El Cpccs posee una importancia fundamental, ya que fiscalizará, sancionará y llevará al sistema judicial “los abusos cometidos por el Consejo Transitorio”, según las expectativas que se abrieron con los comicios y los nuevos integrantes de ese órgano.
Según declaró el expresidente Correa en Bélgica, el Cpccs podrá “defender el patrimonio de todos los ecuatorianos oponiéndose al saqueo que significan las privatizaciones” adelantadas por el régimen morenista.
VICTORIOSA EN PROVINCIAS CLAVE REVOLUCIÓN CIUDADANA
Frescos aún los resultados, analistas coinciden en que las fuerzas políticas del partido Revolución Ciudadana (RC) creado por Correa cuando Moreno secuestró su movimiento Alianza País (AP) —que lo llevó al Palacio de Carondelet— contra todo pronóstico obtuvieron dos grandes victorias, al ganar las prefecturas de las importantes provincias de Pichincha y Manabí y quedar en segundo lugar en la de Guayas. También en segundo lugar quedó el RC en la alcaldía de Quito, ganada por el radiodifusor Jorge Yunda, quien se alejara de AP cuando Moreno dio un giro de 180 grados en su conducta política.
Esa fue una de las grandes sorpresas políticas de los comicios, pues desde su partido Centro Democrático (CD) Yundo ganó la alcaldía que sondeos de opinión otorgaron al general retirado Paco Moncayo, con dos mandatos previos en ese cargo.
Una semana después de las elecciones todavía es difícil evaluar de manera absoluta las cantidades de alcaldías, prefecturas y concejales ganadas por RC, pero con los resultados conocidos puede asegurarse que el movimiento correísta tiene un favorable escenario para las presidenciales de 2021, siempre y cuando logre aglutinar a toda la tendencia y a la vez consensuar un candidato en caso de que Correa sea inhabilitado para competir.
Contra los postulados por RC fueron impuestas barreras por el CNE, la pesada maquinaria oficial, y los medios hegemónicos de comunicación actuantes a favor de la derecha que maneja a su antojo al presidente, a quien se consideraba un continuador de los postulados políticos progresistas de su predecesor.
La errática política interna y exterior del gobernante, su unión con la derecha nacional, su incompetencia para dirigir la economía que puso en manos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus consecuencias, han hecho que la ciudadanía tenga una mejor referencia política en Correa y en sus representantes políticos.
Los comicios también demostraron que el movimiento AP fundado por el exmandatario, bajo cuya bandera se hizo un proceso político revolucionario durante una década, está aniquilado. Cuando Moreno asumió el pasado año, de inmediato se dio a la tarea de liquidar la Alianza, abandonada, además, por quienes comprobaron la traición de su nuevo líder.
Para el analista político Eloy Osvaldo Proaño, “Correa ha puesto en jaque al gobierno y sigue siendo el fantasma que la derecha no logra desaparecer”, según demostró en un artículo publicado en Rebelión.
Proaño indicó que consolidó también otros cargos en gobiernos parroquiales, mediante partidos de la misma tendencia que RC.
Además, tres de los siete miembros del Consejo de Participación Ciudadana pertenecen a RC, lo cual corrobora la fuerza popular del correísmo.
Mientras, partidos de derecha, como el Social Cristiano-Madera de Guerrero (PSC-MG) del derechista alcalde de Guayaquil Jaime Nebot, salió bien en números, pero no pudo traspasar las barreras del correísmo en las zonas serranas —su poder radica en la costa— a pesar de que recorrió Ecuador en busca de votos.
El llamado “Caudillo del puerto” y su agrupación aprovecharon el vacío previsible que dejó la destrucción de AP. Ello le permitió ganar 50 alcaldías y ocho prefecturas en la costa ecuatoriana, donde la derecha tiene su feudo. Sin embargo, perdió sus puntos clave de Machala, El Oro y Ambato.
Son importantes también los resultados obtenidos por el partido Pachacutik, que se mantiene como una fuerza política sostenida y con crecimiento, si se compara con los votos de 2014.
Los líderes de esta organización declararon que pueden apostar más en el futuro, pues incluso ocuparon la Prefectura del Azuay, con lo que su ideología se abre más allá de las provincias con mayoría indígena.
Quedó claro también que el multimillonario Guillermo Lasso y su movimiento CREO quedaron muy por debajo de las expectativas y con ello también sus aspiraciones presidenciales, por tercera ocasión.
Sin renovación a la vista, la derecha descansa en Nebot y Lasso. Con los resultados del escrutinio solo quedaría Nebot, pues Lasso está descalificado y es muy difícil que haya un acuerdo de ambos, pues están distanciados desde 2017.
De igual manera, quienes sean los candidatos a la presidencia se separarán de Moreno de cara al 2021, ya que su popularidad actual está por debajo del 20 %, y será mucho peor si el Legislativo aprueba su acuerdo con el FMI, lo que seguramente desembocará en un fortalecimiento de los movimientos sociales y el progresismo.
EE.UU. DE INTRUSO EN LAS ELECCIONES
Estas elecciones seccionales estuvieron matizadas por acontecimientos que algunos políticos consideran insólitos.
Uno de ellos fue la actitud del embajador de Estados Unidos en Ecuador, Todd Chapman, quien en una actitud injerencista se hizo presente en la sede del CNE en Quito.
Una foto publicada por el oficialista diario El Telégrafo muestra al diplomático en el Consejo —primera vez que ocurre un hecho de este tipo a la vista de la población— , lo cual levantó un poderoso movimiento de rechazo en las redes sociales, donde imperó la pregunta sobre el porqué un representante de un gobierno extranjero metía sus narices en elecciones nacionales.
No es de extrañar que Chapman se declarara “observador” de los comicios por parte de Washington, dada la complacencia del CNE, que resultó dañado tanto en lo institucional como en lo político.
La actuación del CNE dirigido por Diana Atamaint fue lamentable a nivel técnico, pues durante el proceso de conteo y transmisión de los resultados hubo apagones eléctricos, sistemas caídos, web sin operación por horas y saltos sin explicación en los porcentajes escrutados.
“El CNE actual no ha estado a la altura de un proceso como este ni antes, durante, y probablemente después del día de la elección”, reflexionó Renato Villavicencio Garzón, Máster en Estudios sobre Globalización y Desarrollo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), estudioso de la política ecuatoriana.
Y cuando aún quedan dudas respecto a los resultados finales del escrutinio —tres provincias deben repetir el proceso— esta semana Moreno y su AP deberán enfrentar en la Asamblea Legislativa momentos difíciles, debido a las acusaciones de corrupción contra el político que prometió acabar con los delincuentes, dijo, que dejó atrás Correa.
El presidente y su familia están presuntamente implicados en la asociación con la empresa INA Investment y con la adquisición de un apartamento de 140 metros cuadrados en Alicante, España, otros inmuebles, automóviles de alto costo y artículos de lujo.
Correa se pronunció ante la supuesta felonía de su sustituto y antiguo amigo, quien lo acompañó seis años como su vicepresidente durante su primer mandato.
“Están ocultando por todos los medios uno de los casos de corrupción más graves de la historia del país. Nunca he visto tantas pruebas tan contundentes, y es uno de los casos de corrupción más cínicos, porque es un tipo que tras su traición se ha pasado dos años hablando de la lucha anticorrupción”.
Los próximos días serán trascendentales para el Ejecutivo ecuatoriano que puede o no mantenerse a flote, en la medida en que el sistema judicial honre su palabra o le tire una tabla de salvación a Moreno.
El gran ganador en Quito es Correa y el claro perdedor es Moreno. Los resultados a concejales son una muestra de ello. La lista 5 es el mas votado, mientras que AP probablemente no tenga un solo concejal. La traición y mediocridad (#CulpaDeCorrea) les pasó factura. pic.twitter.com/IMRV6Ry2rb
— Luis Terán (@luisteran79) March 25, 2019
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