Perú, dos candidatos neoliberales por la Presidencia

Keiko Fujimori, de 41 años, quien estuvo siempre bajo el ala de su padre, y Pedro Pablo Kuczynski, exministro y gerente del Banco Central de Reserva, de 77, disputan el próximo domingo el sillón presidencial de Perú, con campañas en las que, en lo económico, aparecen dos opciones de derecha y propuestas de ajuste neoliberal. Nada de beneficio al país ni a los trabajadores.

Lo que se juega el domingo es cómo gobernarán, si por la vía de la mano dura contra el pueblo o mediante métodos supuestamente menos férreos, representado por Kuczynski. Este banquero devenido político huyó de Perú para Estados Unidos en 1968 con la entrada del gobierno revolucionario del General Juan Velasco Alvarado, luego de ser acusado, como funcionario del Banco Central de Reserva, de venderle dólares a la International Petroleum

Para el especialista Julian Lacacta los dos candidatos representan intereses propios de grandes corporaciones, la corrupción, y a los imperios. Le pone nombres: Keiko, a Japón, Kuczynski, a Estados Unidos.

Entre las irregularidades de estos comicios está la actitud del Jurado Nacional de Elecciones, que sacó de la carrera al favorito para la Primera Magistratura, Julio Guzmán, y a César Acuña, también entre los primeros. Con esa arbitraria decisión orquestada por fuerzas derechistas, entró en el juego el antes entonces olvidado Kuczynski, quien pasó su vida entre Perú, donde fue Ministro de dos gobiernos, y Estados Unidos, donde se enriqueció con fondos de inversión.

Fujimori, de quien se dice es asesorada por los encarcelados Alberto Fujimori y su ex asesor Vladimiro Montesinos, ganó el 39,85 % de los votos por el Fuerza Popular en la primera vuelta comicial efectuada el pasado 10 de abril, mientras su rival de Peruanos para el Kambio (PPK) proyectó el 21,01 de los favorables.

Simulacros de votación de las empresas Ipsos, Datum y CPI coinciden en asignarle el primer lugar a la Fujimori. Ipsos brinda el 53,1 % a Fujimori y 46,9 a su contrincante. El o la ganadora deben obtener el 50 % más uno de las boletas.

Una de las razones dadas en Perú de por qué sobrevive el fujimorismo es que el exmandatario se construyó una base populista de derecha, que todavía funciona. El expresidente recorría de continuo las zonas más pobres y alejadas de la nación, donde gozaba del favor popular, pues nunca antes un político de tal nivel apareció por esos lares. Una receta que su hija repitió durante su campaña. Otra es que, con esa base fujimorista, grupos de poder gastaron millones en la imagen de Keiko, su presunta representante en el Ejecutivo.

Según el diario El Comercio, en el último debate público efectuado el pasado domingo Kuczynski se impuso por un 6,2 % de diferencia. La emisora Radio Programas Perú otorgó al postulado por el PPK un 77 % y a su contrincante un 23 por ciento.

El postulado de PPK se mostró confiado en que remontará la ventaja pues, dijo, cuenta con los indecisos y sectores de la izquierda. Mientras importantes grupos políticos prefieren a la presunta dura Fujimori, otros se inclinan por un presidente más débil, como pudiera ser Kuczynski, al menos en apariencia.

Contra Fujimori ya se pronunció la excandidata presidencial por el Frente Amplio de izquierda Verónika Mendoza, quien el pasado lunes afirmó que dará sus votos a Kuczynski “para cerrarle el paso a Keiko Fujimori”.

Mendoza, tercera colocada en la contienda de abril, señaló que “A estas alturas el voto blanco o viciado favorece en el conteo final a la señora Fujimori, así que para cerrarle el paso al fujimorismo solo queda votar por PPK”.

”La señora Keiko Fujimori está rodeada de gente procesada por corrupción y vínculos con el narcotráfico y ni le preocupa ¿Con qué autoridad moral va a combatir la delincuencia o el narcotráfico?”, precisó.

Para el analista Gustavo Espinoza, la izquierda está obligada a votar por PPK. “No tiene alternativa. No podría respaldar a Keiko sin renegar de su propia esencia. Y no podría llamar al “voto en blanco”, porque eso sería simplemente, llenar las ánforas a favor de la Nisei”.

En tanto, Kuczynski refirió que si gana Fujimori con seguridad establecerá —a pesar de que ella asegura lo contrario— un gobierno de mano dura como el de su padre, quien gobernó entre 1990 y 2000, y entre otros delitos orquestó un autogolpe de Estado para perpetuarse en el poder, malversó, violó derechos humanos y esterilizó de manera forzada a mujeres pobres.

Los dos candidatos, amén de sus intereses personales, se manifiestan defensores de las empresariales trasnacionales, o sea, la continuidad del modelo neoliberal en el país de 31 151 643 habitantes, con una pobreza nacional en torno al 21,8, aunque en departamentos como Cajamarca ese flagelo afecta al 50 % de la población, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Si gana el Fuerza Popular, entonces habrá dos Fujimori en los dos poderes fundamentales del país, el Ejecutivo y el Legislativo, ya que Kenji, el hermano de Keiko, resultó el candidato al Congreso más votado, con más de medio millón de electores.

Mientras llega el domingo, miles de personas se manifiestan en distintas ciudades peruanas contra el llamado Clan Fujimori, en muestra de rechazo a un pasado aún cercano.