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domingo, 6 de octubre de 2024

Las “dos guerras”

Los enemigos de Siria intentan desgastarla en diferentes frentes...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 11/06/2020
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Soldados militares-combate-Siria
Las victorias militares de Siria y sus aliados no tendrán vuelta atrás.

En efecto. Por estos días Washington manifestó su “voluntad omnímoda” de crear dificultades adicionales a Damasco y sus aliados al arreciar la aplicación de la titulada Ley César del pasado año, que cuenta con apoyo europeo y pretende golpear los sectores económicos y tecnológicos más sensibles de un país sometido a una guerra terrorista desde hace una década.

El interés es claro: responder de alguna manera al fracaso gringo-occidental-sionista y reaccionario árabe en su pretensión de desalojar militarmente al gobierno de Bashar al-Assad y someter al pueblo sirio a los dislates que hoy enfrentan todas las naciones del Levante y Asia Central donde Washington y sus aliados han metido las manos en sus afanes hegemonistas.

A la vez, intentar debilitar el apoyo decidido de Rusia, Irán y el Hizbolá libanés a Damasco, que en medida determinante ha contribuido a deshacer los planes imperialistas para Siria y a frenar en seco su estrategia expansionista.

Según fuentes norteamericanas, el arrecio por estos días de la titulada Ley César, aprobada en su momento por Donald Trump, apunta a boicotear mediante sanciones adicionales los esfuerzos de Siria y el apoyo de sus aliados para restaurar la industria petrolera nacional y devolver al país la autosuficiencia energética y sus capacidades exportadoras.

Como se sabe, las tropas USA dislocadas ilegalmente en suelo sirio, y que Trump prometió retirar tiempo atrás, ahora ocupan yacimientos locales de crudo que explotan de manera arbitraria para beneficio propio y de pretendidos “grupos rebeldes” a los que apoyan con logística y asesoramiento.

Las fuentes precisan que además el cuerpo de presiones se amplía contra el sector financiero, industrial y de comunicaciones sirios, y contra aquellas empresas foráneas que también colaboran con Damasco en la recuperación y modernización de esas ramas.

En ese sentido la agencia noticiosa Prensa Latina, PL, recordó que “en consonancia con este panorama, la Unión Europea prolonga año tras año, desde el 2012, la congelación de cuentas bancarias sirias, la de préstamos acordados, el cierre de todo trato comercial —incluso los destinados a insumos para la salud y la tecnología— y desde esa época dejó de enviar al país árabe el papel moneda impreso, en violación absoluta de normas jurídicas internacionales”.

En el otro frente, el de las batallas militares, los analistas hacen notar que desde hace un tiempo, y ante los sucesivos golpes oficiales contra las bandas terroristas, estas han empezado a operar incluyendo en sus filas a efectivos estadounidenses, turcos y de otros poderes extranjeros complotados contra la nación siria, en el intento de evitar el colapso final de la titulada “rebeldía” contra Damasco.

Los frentes definidos donde hoy se combate, también según afirma PL, abarcan terrenos en las regiones de Idlib, Alepo, Hasaka el desierto de Al Badiya, y parte de Homs. 

A fines del pasado año, explican los informes, las tropas del Ejército Nacional redujeron a un tercio las posiciones terroristas en los seis mil kilómetros cuadrados que comprenden la región de Idlib, el este de Hasaka y el noroeste de Alepo.

Se dice que hoy no menos de 50 000 miembros de las diferentes agrupaciones armadas contrarias a Damasco operan en todas las áreas antes mencionadas, a las que se les están sumando, de acuerdo con sus afinidades estratégicas, efectivos militares turcos, gringos y de varias naciones de la OTAN, mientras que el Israel sionista ha intentado en las últimas semanas fallidos golpes aéreos y coheteriles desde la dirección de las alturas del Golán, territorio sirio ocupado por los sionistas decenios atrás.

Con todo, Siria resiste y el frente contra el terrorismo integrado por Teherán, Moscú y la resistencia libanesa mantiene su unidad, coherencia y capacidad de repuesta como garantía de que más tarde o más temprano el pueblo sirio podrá disfrutar de la paz, el progreso y la autodeterminación que ya ha defendido con éxito por cuatro azarosos lustros.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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