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miércoles, 9 de octubre de 2024

La tragedia de Puerto Rico (+Video)

Fallecidos por huracán María ascienden a 70 veces más que las cifras oficiales...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 07/06/2018
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Puerto Rico Éxodo
La catástrofe del huracán María ha impulsado un nuevo éxodo de Puerto Rico hacia Estados Unidos (Foto: Todo Noticias)

La caribeña isla de Puerto Rico, arrasada por el huracán María hace ocho meses, muestra aún un panorama sombrío, acrecentado ahora cuando la Universidad de Harvard afirmó que los fallecidos superarían los 4645, una cifra muy alejada de la oficial, que solo habla de 64, es decir, unas 70 veces inferior.

Publicada en New England Jounal of Medicine, la investigación justificó la demora en entregar sus conclusiones debido a los cortes de energía eléctrica a fines de mayo —todavía hay dos localidades a oscuras— y a la devastación casi absoluta del Estado Libre Asociado (EAL) de Estados Unidos.

Tras analizar el desastre sufrido por la isla, economistas estiman que María, categoría 4 cuando tocó el país, con vientos de unos 250 kilómetros por hora, causó daños por unos 90 000 millones de dólares, pues aniquiló la infraestructura económica, comercial y social en su casi totalidad.

Las cifras son guardadas con recelo por el gobierno del EAL, absolutamente desamparado por su metrópoli, que redujo el dinero prometido para la reconstrucción de uno de los más bellos países del Caribe insular.

Puerto Rico no ha recibido aún la cifra ofrecida por el presidente Donald Trump, quien en una fugaz visita a su colonia lanzó de manera despectiva rollos de papel higiénico a personas que esperaban mucho más de su presencia, en una de las acciones más bochornosas cometidas por el magnate, ahora a cargo de la mayor potencia económica del planeta.

En el análisis sobre las defunciones, los especialistas de la universidad norteamericana, apoyada por las boricuas Escuela de Medicina de Ponce y la Universidad Carlos Albizu, indicaron que encuestaron 3229 viviendas entre el 20 de septiembre y el 31 de diciembre del pasado año. Aclararon que esta primera cifra de fallecidos podría ascender a 5740 personas, pues no pudieron cuantificar las que vivían solas y seguramente también murieron, ni trasladarse a lugares aún inaccesibles.

“Nuestros resultados indican que el recuento oficial de fallecidos en solo 64 es una subestimación sustancial de la verdadera carga de la mortalidad que dejó el huracán María”, advirtieron los autores.

El gabinete del gobernador colonial Ricardo Roselló dejó de publicar datos sobre las muertes en diciembre de 2017. Las causas de los fallecimientos fueron, según el estudio, la falta de atención médica, ya que las carreteras quedaron destruidas y los traslados de los heridos resultaban imposibles, además de derrumbes de centros de salud.

Pocos días después del inicio de la temporada ciclónica de este año, el pasado día 1, muchas familias boricuas carecen aún de agua potable y servicios esenciales, y poseen una reducida infraestructura para rehabilitar las viviendas destruidas total o parcialmente.

Una de las preguntas que dejaron abiertas los investigadores es qué está haciendo el gobierno de Roselló para enfrentar nuevos huracanes esta temporada, ya que esa mediatizada nación está, como muchas otras, en la línea de cruce de fenómenos naturales.

Hace dos semanas, Carmen Yulín, la alcaldesa de San Juan, reconocida crítica de los gobiernos local y federal, aseguró que Puerto Rico carece de logística para soportar un nuevo huracán y confirmó que solo en esa capital hay medio millón de techos sin reparar, mientras en el resto no hay suficientes abastos de agua y combustible para generadores eléctricos.

Yulín responsabilizó a Trump de falta de compromiso con Puerto Rico. “Puedes matar a personas con un arma o las puedes matar con negligencia. Y estábamos muriendo y seguimos muriendo”, afirmó la dirigente local.

HUIR DEL DESASTRE

La catástrofe del huracán María impulsa un nuevo éxodo de Puerto Rico hacia Estados Unidos, donde los recién llegados deben sobrevivir en los peores trabajos que no quieren hacer los nacionales, por bajos salarios.

En la isla residen unas 3,5 millones de personas, pero pueden ser muchos menos después del paso del enorme meteoro.

Más de 5,5 millones ya vivían en Estados Unidos, a donde se trasladaron debido a la falta de empleo en el ELA, que no posee ninguno de los derechos de los otros Estados de la Unión, ni siquiera para rehabilitarse luego de un desastre nacional.

El Departamento del Tesoro estadounidense redujo a más de la mitad el préstamo ofrecido primero para la reparación de la isla. O sea, de 4700 millones prometidos, solo entregará 2000 millones, anunció Roselló.

El gobernador afirmó que el recorte se determinó sin brindar explicaciones a las autoridades, tras su aprobación por el Congreso norteamericano.

Puerto Rico, dependiente de Washington a pesar del alto número de resoluciones aprobadas a favor de su independencia en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, se declaró en quiebra en mayo de 2017.

Roselló ha reiterado que es extremadamente difícil para la ínsula acceder a los fondos que son otorgados a otros Estados plenos, y recabó una vez más la ayuda federal. 

Para quienes aun permanecen en Puerto Rico, luego de los destrozos de María y de Irma, un huracán previo en solo días, esa nación quedó en la práctica fuera de la era moderna, reconocen muchos de sus habitantes, pues el recorte federal significa que jamás volverá a presentar la infraestructura que tenía antes del fatídico evento.

Muchos errores han cometido las autoridades locales y las federales en la reconstrucción de la isla. Por ejemplo, analistas consideran políticamente desastrosa la contratación para recuperar la red eléctrica a la inexperta empresa Whitefish Energy Holdings, vinculada al ministro del Interior del régimen republicano.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias estadounidense (FEMA) convocó después al Cuerpo de Ingenieros del Ejército que nunca había trabajado en una reparación de tal magnitud y reconoció que no estaba reparada.

Sin que encontraran otra salida viable a su situación, estudiantes de Derecho de la Universidad puertorriqueña aceptaron la oferta del Touro Law Center de terminar su semestre en Long Island, y muchos se dicen en deuda con su país, pero otros no piensan retornar al Caribe.

El periódico The New York Times publicó que “El flujo de puertorriqueños que llegan a la parte continental de Estados Unidos aumentó en los últimos meses, por lo que varias entidades tratan de acomodarlos y satisfacer sus necesidades”.

La emigración, que puede estar justificada, causa sin embargo un nuevo desafío, pues la mayoría de los que dejan la isla son profesionales, estudiantes y personas jóvenes, esenciales para la recuperación nacional.

Una de las tantas lecciones que dejó María a la bella Borinquen es que poco le importa a Estados Unidos, que usa a los emigrantes para ganar votos en las presidenciales. Veremos qué ocurre con Trump si, para infelicidad del mundo, se le ocurre presentarse a una reelección.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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