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jueves, 3 de octubre de 2024

Haití, el dolor olvidado de un pueblo

El día 20 de noviembre los haitianos elegirán su próximo presidente en medio de la desolación...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 19/11/2016
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Elecciones presidenciales en Haití
Son casi nulos los medios de comunicación masiva que informan sobre las próximas elecciones presidenciales en Haití

Son casi nulos los medios de comunicación masiva que informan sobre las próximas elecciones presidenciales en Haití, un país invadido por los Cascos Azules de las Naciones Unidas desde hace 12 años, en medio de un desolador panorama, como si las desgracias naturales y políticas fueran un mal endémico en esas tierras caribeñas, las más pobres de la región y América Latina.

Hay quienes, en un intento místico de explicarse la situación en que sobrevive la población haitiana, dicen que este pedazo de la isla La Española –compartida con la próspera República Dominicana, fue olvidado por Dios. Pero, con una visión más terrenal, son las mujeres y hombres con algún poder de cambios quienes ignoran la situación de los empobrecidos habitantes del país que hizo la primera revolución contra la colonización europea, y ahora sobrevive en medio del caos, la pobreza y el abandono.

De acuerdo con el Consejo Electoral Provisional, son 27 los candidatos al sillón presidencial, luego del aplazamiento de los comicios en cuatro ocasiones anteriores, la última de ellas el pasado 9 de octubre, luego del paso del huracán Matthew, que dejó casi 800 muertos y una enorme destrucción en el pequeño país castigado en 2010 por un terremoto que causó la muerte a alrededor de 200 mil ciudadanos y más de un millón de viviendas destruidas.

A pesar del alto número de postulados, los más conocidos son Moise Jean Charles, de la Plataforma Pitit Dessalines, Jovenel Moise, del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK); Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh); Jean Henry Ceant, de la formación Renmen Ayiti; y Edmonde Beauzile del Fusión de los Socialdemócrata y Maryse Narcisse, de la Familia Lavalas, agrupación del expresidente Jean Bertrand Aristide.

Si ninguno de los aspirantes rebasa el 50 % más uno de los votos, entonces habrá una segunda vuelta el 29 de enero del próximo año.

Seis millones ciento ochenta y nueve mil (6 189 000) personas están convocadas a las urnas, aunque analistas estiman que la población haitiana no está muy convencida de que un nuevo mandatario resolverá la crisis permanente del país, ahora en una nueva fase de destrucción luego del paso de Matthew. La votación se realiza en 12 501 colegios electorales.

La Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) —cuyos soldados nepalíes introdujeron el cólera, casi desconocido en ese país en el 2010, con un saldo de más de 9 000 fallecidos— indicó que están garantizados los preparativos para los comicios, incluso, donde fueron más notables los estragos causados por Matthew.

Según el portavoz alterno de la ONU, Farhan Haq, la Minustah, que continúa la intervención militar, desplegó sus fuerzas en varios departamentos, junto a 9 400 oficiales de la policía movilizados para tratar de asegurar la tranquilidad en las elecciones.

Haq recordó la firma de un plan de seguridad integrado el pasado lunes, el cual reconoce a la Policía Nacional Haitiana como la encargada de la seguridad comicial, mientras la Minustah estará en posición, dijo, de brindar una asistencia solo si es necesario.

Esa fuerza internacional fue impuesta a Haití en el 2004 para el control interno, luego de que Estados Unidos, junto a Francia y Gran Bretaña invadieran el país para deponer al presidente constitucional Jean Bertrand Aristide.

Minustah está acusada de reprimir protestas populares ante la situación nacional y de violar niñas y niños haitianos, a pesar de lo cual permanecen como interventoras de una nación soberana.

PANORAMA DEVASTADOR

El representante de la Unicef en Haití, Marc Vincent, afirmó hace pocos días que un mes después del huracán, la vida de más de medio millón de niños está lejos de normalizarse, pues siguen sin hogar, padecen hambre, no pueden volver a la escuela y están en peligro de contraer enfermedades.

El meteoro de categoría 4 —que también causó estragos notables en la cercana Cuba— destacó que como mínimo hay al menos mil casos de cólera entre los infantes, y de los 129 centros de atención 18 resultaron dañados.

La pequeña nación caribeña, aún sin reponerse totalmente del terremoto, perdió de manera total sus cultivos, y los alimentos y el ganado en las áreas más afectadas. Se estima que más de 800 000 personas poseen una necesidad inmediata de asistencia alimentaria y unos 112 000 infantes están en riesgo de desnutrición aguda, según la Unicef.

Se presume que cerca de 50 000 infantes perdieron sus hogares y permanecen en albergues temporales, en los que aún se encuentran víctimas del terremoto, en tanto cerca de 4000 en instituciones con mayores facilidades precisan de ayuda nutricional, servicios sanitarios y agua potable.

Las autoridades que resulten electas en Haití tienen ante así la responsabilidad de tratar de encauzar una política que devuelva a su pueblo al menos la esperanza de recuperarse, ya que el respaldo de la comunidad internacional es insuficiente y la solidaridad procede fundamentalmente de otras naciones del Caribe, como Cuba y Venezuela y otros gobiernos progresistas.

Luego de la salida del presidente Michel Martelly, quien se alejó del gobierno a sabiendas de que carecía de un sustituto, hubo elecciones en octubre del 2015, invalidadas por presuntas irregularidades. El candidato opositor Jude Celestin se negó a participar en una segunda vuelta por, aseguró, “fraude masivo” en la primera ronda.

 Para observadores de la política haitiana, la pobreza existente debido a la concentración de la riqueza en pocas familias, los pocos ingresos fiscales, la presencia de militares extranjeros y el bajo respaldo financiero internacional, son algunos de los muchos obstáculos que impiden que esa nación logre avanzar en el contexto del Caribe y de América Latina.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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