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lunes, 7 de octubre de 2024

¡Gracias, OPS!

Para Cuba, una sola muerte sería ya terrible, y tiene razones más que sobradas para agradecer los justos reconocimientos que le haya hecho y pudiera o debería seguir haciéndole la OPS...

Luis Toledo Sande en Exclusivo 17/04/2020
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Laboratorio Stgo Cuba
Sí, aunque Cuba tenga el desempeño que tiene, no está de más que la OPS no lo califique de óptimo, y señale modos de perfeccionarlo

Con el mayor respeto pensé escribir: ¡Gracias, OPS, que estás en el cielo! Pero me contuvo el temor a que algunos, expertos en ejercer las malas intenciones más infames, quisieran hallarlas donde no las hay. Sobre todo, reflexioné, no es en el cielo donde debe estar la Organización Panamericana de la Salud, sino en el suelo, en la tierra, cumpliendo plenamente las nobles funciones que tiene por delante.

Además, no se puede dar el menor margen a que se piense que no respeta uno a una entidad que, no solo en estos días, pero en ellos con mayor apremio, ha de estar alarmada o empavorecida por lo que ocurre en el ámbito de sus funciones. Tan grave es que vale asimismo suponer que le resulta insuficiente, para sentir tranquilidad, lo que un país de ese ámbito viene haciendo, dentro de sus lindes nacionales y fuera de ellos, para revertir un mal que mete miedo, y mata.

La OPS está llamada incluso a continuar contribuyendo al saneamiento del término “panamericano” y sus derivados, que responden a una realidad objetiva, pero no se amasaron con los mejores propósitos, que serían las buenas relaciones de cordialidad y coordinación entre las naciones de las Américas. Los calzó el país más rico y poderoso del área, al calor de sus maniobras para apoderarse de toda ella. Imaginemos que todos los pueblos de esta comarca estuvieran regidos por esa potencia, y padeciendo la pandemia de covid-19 del mismo terrible modo como se sufre en ella y en países de gobiernos que se le han plegado.

Sí, aunque Cuba tenga el desempeño que tiene, no está de más que la OPS no lo califique de óptimo, y señale modos de perfeccionarlo. Cuba misma aspira a que sea todavía mejor, mucho mejor, y no se complace porque en ella el porciento de letalidad y las cifra de muertes provocadas por la covid-19 resulten mínimas en comparación con las de otros lugares del mundo, incluidas las Américas

Para Cuba, una sola muerte sería ya terrible, y tiene razones más que sobradas para agradecer los justos reconocimientos que le haya hecho y pudiera o debería seguir haciéndole la OPS, tanto como cuanta observación le sirva para seguir perfeccionando su labor, aunque muchas voces honradas en el planeta la consideren ejemplar.

Pero aún la OPS, con todas las fuerzas científicas y morales, ¡humanas!, ¡y de veras humanitarias!, que debe seguir coordinando, puede hacer más, mucho más. Para defender la salud, debe lanzarse a una campaña sin descanso y cada vez más fuerte en contra del bloqueo. Con este, a la vista del mundo la potencia cesárea, donde está suelto el Diablo, refuerza en medio de la pandemia sus criminales maniobras para dificultarle a Cuba adquirir alimentos y medicinas, entre otros bienes imprescindibles para la vida de su pueblo, por lo que se producen filas indeseables para la adquisición de esos artículos por parte de la población en el mercado cubano. Y, además, los gobernantes de esa potencia mienten sin el menor pudor —no lo tienen— para negar los crímenes cometidos por ella.

Pese a todo, Cuba va, y suscita la admiración de las personas honradas, y —otro premio— la rabia del imperio y sus secuaces. Junto a esa rabia, en algunos se ven también afanes de mostrar una capacidad de ponderación que, a la larga y a la corta, se inserta en las “equidistancias” convenientes a los intereses imperialistas.
Cuando la OPS —de la que Cuba ha recibido justos reconocimientos, y con la que ha colaborado y seguirá colaborando, como con otras entidades— se aliste aún más resueltamente, de lleno, en la justa campaña contra el genocida bloqueo, el pueblo cubano y otros tendrán aún más y mayores razones para gritar: ¡Gracias, OPS!

La Habana, 17 de abril de 2020 (a cincuenta y nueve años del inicio de la invasión mercenaria/imperialista por Playa Girón y sus inmediaciones).

Luis Toledo Sande
* * *
(P.S.: Por si alguien aún no lo ha notado, quede claro: el autor no está dispuesto a servir de amplificador a voceros inmundos)


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Luis Toledo Sande

Doctor en Ciencias Filológicas. Escritor, investigador y periodista cubano. Premio de la Crítica de Ciencias Sociales y ostenta la Distinción Por la Cultura Nacional.


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