Francia confirma los pronósticos

Esta vez el electorado francés no dio margen a las sorpresas, y en los comicios generales del último domingo confirmó que serán el político de centro Emmanuel Macron y la ultraconservadora Marine Le Pen los candidatos que aparecerán en la boleta electoral del próximo 7 de mayo en la pugna por la jefatura del ejecutivo nacional.

De hecho, los resultados de la primera vuelta confirmaron la mayoría de los pronósticos de las encuestadoras involucradas en el proceso comicial y que indican que, desde el punto de vista político, Francia, o prosigue su actual curso, o pasaría a posiciones de extrema derecha.

Según indicaron medios de prensa “por primera vez en medio siglo los dos partidos tradicionales que se han alternado el poder, el Socialista y los Republicanos (que integra a la derecha gaullista), no estarán presentes en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Un veradero cambio de paradigma político para el país galo”.

Macron, ex ministro de economía y finanzas del actual gobierno galo, se adscribe a la línea europeísta, no se inclina a flexibilizar la política de sanciones contra Rusia, y en el plano económico propone reducciones en los impuestos y los gastos públicos. Por demás, en el controvertido tema de los inmigrantes, aspira a reforzar las fronteras europeas y tiende a una reforma migratoria regional.

Le Pen, por su parte, abogó hasta último momento por una separación con respecto a la Unión Europea, copia fiel del Brexit británico.  Además, la candidata del derechista Frente Nacional ha dado rienda suelta a un discuro realmente ácido contra la llegada de foráneos a Francia, y en ese sentido propone “limitar la inmigración legal, añadir un impuesto a quienes contraten extranjeros, expulsar del país a aquellos no nacionales que lleven más de un año en paro, y cortar el acceso a la sanidad pública de los refugiados carentes de documento de respaldo”.

Calcando a otros personajes políticos conservadores de los últimos tiempos, Marie Le Pen, apuntan observadores, también ha buscado hacer gala de “una retórica antiestablishment destinada a una clase trabajadora harta con la globalización y un sistema económico que a su parecer les tiene olvidados”.

 De manera que es entre estos dos programas que los franceses deberán elegir en los primeros días del cercano mes de mayo, aunque de entrada la mayoría de los aspirantes perdedores de la primera vuelta han aconsejado a sus partidarios brindar su voto a Macron para evitar una era de “extremismo político” de favorecer al Partido Nacional.

Por otro lado, analistas recuerdan que están pendientes además los comicios para cargos legislativos, de los cuales podría emerger un parlamento muy heterogéneo que requeriría de constantes alianzas para sacar adelante su desempeño.

 Por último, y como gran novedad política de la recién concluida primera vuelta, se cita el avance del Frente Izquierdista, liderado por Jean-Luc Mélenchon, cuarto en el número de sufragios, y con una visión rádicalmente progresista en torno a la realidad francesa y global que le coloca en la órbita de agrupaciones como la española Podemos, con la cual mantiene estrechas relaciones.