lunes, 23 de septiembre de 2024

¿Es lo mismo, uno que otro? (+Audio)

Este domingo más de 35 000 000 de argentinos están convocados a las elecciones PASO, básicas para escoger al futuro presidente...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 13/08/2023
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Argentina elecciones presidenciales, 2023
Aunque los votantes participan en los requerimientos de los Colegios Electorales, votan en blanco y como no favorecen a un partido en particular es válido pero no afirmativo, con lo que afectan el porcentaje de los emitidos. (Tomada de Resumen Latinoamericano)

De luto está Argentina casi en la víspera de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), este domingo 13. Las fuerzas políticas del país decidieron posponer el cierre de sus campañas por la muerte de Morena Domínguez, una niña de 11 años asaltada por dos vándalos en Buenos Aires mientras esperaba que abrieran su escuela. Los argentinos lloran a Morena, quien murió debido a un paro cardiorrespiratorio momentos después de llegar al hospital del barrio bonarense de Lanús, donde residía, debido a los golpes que la tiraron al piso y le causaron una descompensación general.

Analistas políticos se preguntan la influencia de este suceso en estos sufragios,  dado el malestar existente en buena parte de Argentina, y el desajuste social que empuja a cometer un homicidio contra una pequeña para robarle su mochila escolar.

El suceso conmocionó al país pues queda expuesta, una vez más, la inseguridad existente en los barrios. En Lanús hubo ataques anteriores, pero las autoridades municipales, del partido Propuesta Republicana (PRO), de Mauricio Macri, no resuelven la aguda problemática de la delincuencia.

De ahí que estas elecciones rodeadas de la incertidumbre popular, salen ya  marcadas por la muerte de una niña.

 

Las PASO poseen un carácter obligatorio, pero quien no asista de manera injustificada a las urnas solo recibe una multa, por lo que son cientos de miles los que prefieren quedarse en casa mirando la tele antes que enfrentarse a una boleta para determinar quiénes serán los precandidatos a sustituir al presidente Alberto Fernández.

El escenario electoral es complejo y tenso, en el que la apatía y la incomodidad ciudadana amenazan con disminuir la participación electoral. La aspiración es que acudan la mayor cantidad de convocados, derrotando así la temida abstención.

Los votantes que están en desacuerdo con los políticos presentes en las 26 chapas de precandidaturas usan varios métodos para evitar entren en competencia el próximo 22 de octubre.

Aunque participan en los requerimientos de los Colegios Electorales, votan en blanco y como no favorecen a un partido en particular es válido pero no afirmativo, con lo que afectan el porcentaje de los emitidos. Una forma de resistencia sin quebrar la obligatoriedad de las leyes.

Mientras, otros anulan su boleta –pintan una carita, rayan el papel u otras mañas-. Estos votos se consideran nulos, una categoría dentro de los que no se contabilizan.

NO SE PUEDE ENGAÑAR AL PUEBLO

Es muy difícil engañar al pueblo. Entonces, la pregunta que muchos se hacen es ¿Quiénes en esos listados tienen verdades y realidades que ofrecerle a un país endeudado y sin muchas posibilidades a la vista de voltear los duros momentos por los que pasa ahora la población, en especial los pobres y vulnerables?

Poco movimiento en las finanzas en un último año muy duro para Fernández y su equipo, ya que el país sufrió una fuerte sequía que causó enormes pérdidas en la siembra de la soya y en el ganado bovino, dos fuentes básicas del comercio exterior, y también al interior.

Antes, Argentina vivió la pandemia de la COVID 19 que dejó 130 472 fallecidos, con un consecuente desgaste en el área económica.

Pero quizás lo peor que ocurrió, y seguirá de igual manera en los próximos años, es la gigantesca deuda que contrajo esa nación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 45 000 millones de dólares solicitados por el derechista Macri y que Fernández aceptó honrar a pesar del desacuerdo de su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Ahora, la economía está y estará lastrada durante décadas por los pagos de intereses al ente financiero cada dos meses.


Para algunos analistas, ese crédito fue pedido por el régimen derechista anterior consciente de que no lo pagaría. Se trata de una sucia jugada para mantener en ascuas a la alianza Juntos por el Cambio, que lo derrotó en las urnas en 2019 en una primera vuelta.

Una de las causas de la victoria de Fernández fue precisamente su compañera de fórmula, senadora y dos veces dignataria de Argentina, y aunque la pareja no mantenía las mejores relaciones personales, en aquel momento lo más importante era evitar la reelección del millonario Macri.

Una buena parte de la población argentina pensó que la pareja presidencial no aceptaría –como hizo el mandatario Néstor Kirchner, esposo de Cristina- pagar la deuda contraída con el FMI por el conservador Carlos Menem. Pero Fernández cedió, a pesar de las críticas de quien viviera junto a su esposo los sinsabores de las discusiones con el Fondo, considerado un usurero con mucho dinero pero poca decencia.

Para enfrentar la situación del pago bimestral, que en realidad todavía no son descuentos del paquete de los 45 000 millones entregados en parcelas, el primer ministro de Economía de los Fernández (Martín Guzmán) hizo malabares, pero no pudo impedir enredarse en el marasmo de dinero público a que lo obligaban los tecnócratas prestamistas.

La posibilidad de continuos ajustes en las políticas públicas, amenazas de desempleo y la extensa lista de medidas que lacerarían a los más pobres, tensaron aun mas las cuerda entre el presidente y su vice, antiguos conocidos, pues él fue jefe de gabinete de Kirchner.

Entonces, para paliar la situación, Cristina propuso la sustitución de Guzmán por un conocido de su confianza, el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien no es economista sino abogado pero posee suficiente experiencia política para manejar los caldeados ambientes del FMI.

Por primera vez en muchos meses, los líderes del gobierno sonrieron ante las cámaras y pusieron sus esperanzas en Massa, ahora precandidato por la alianza oficialista a la primera magistratura, ahora bajo el nombre de Unión por la Patria. Sus posibilidades de ocupar la Casa Rosada podrían vislumbrarse en este domingo, donde se observan las tendencias de las generales.

Pero hay algunos puntos sensibles en la economía argentina que el ministro no ha podido resolver, y uno de ellos es el precio del dólar alternativo, causante de la inflación que vive hoy la economía nacional, y que, según entendidos, es manejado por capitales que responden a las corporaciones derechistas.

El pasado miércoles, el llamado dólar blue era cambiado en la economía informal por 500 pesos argentinos. Que se conozcan hay cuatro tipos de cambio en el país: el oficial, y tres impuestos por grupos económicos nacionales y extranjeros.

Además, Massa, quien promete villas y castillas para tratar de mitigar las preocupaciones por la situación económica, tiene poco margen de maniobra mientras permanezca la sombra de la deuda externa que algunos calculan será terminada de pagar, con sus intereses, en por lo menos 60 años.

El panorama es triste para un conglomerado poblacional.

La población argentina, según el censo de 2022, asciende a 46 044 703 personas, y de ellos 18 000 000 son pobres o indigentes.

Según relevó la consultora Abeceb, "el último dato oficial -primer trimestre de 2023- arrojó que el 39,2% de las personas son pobres. Ello significa que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 29,6%; y en ellos reside el 39,2% de las personas.

Dentro de este conjunto se distingue un 6,2% que viven en la línea de indigencia (LI), que incluyen al 8,1% de las personas. O sea, que por debajo de la LP se encuentran 2 928 152 hogares y dentro de ese conjunto 614 043 núcleos sobreviven en la indigencia, lo que representa 2 356 435 personas en esa condición.

Si gana, Massa podría dar algunas sorpresas poco agradables, pues hay sectores que lo inclinan a tendencias derechistas. Algunas fuentes han sacado a la luz en estos días su amistad de larga data con Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la alianza Juntos por el Cambio (JxC), quien también aspira a la primera magistratura.

Para evitar conclusiones que pueden entorpecer sus planes, Rodríguez Larreta famoso por la represión existente en Buenos Aires contra manifestantes y sus política de odio al izquierdismo, afirmó que “Massa es el kirchnerismo. Está en un proyecto totalmente diferente al mío¨, para no alejar a sus votantes.

La situación argentina, con una vicepresidenta que, para tristeza de su pueblo renunció a cualquier cargo público tras años de persecución judicial e intento de magnicidio en 2022, es compleja y difícil de encauzar hacia una unidad política.

Para atraer votantes, Massa anunció que, si ganara la presidencia, Cristina Fernández sería su asesora, sin nombramiento público..

Y aunque el jura que hará el mejor esfuerzo para sacar adelante al país, para una mayoría de argentinos resulta difícil entender que quien posee una fortuna  familiar de más de 40 000 000 de pesos,(difíciles de traducir en dólares, dada la fluctuación de esa moneda) se ponga en la piel de un indigente.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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