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viernes, 22 de noviembre de 2024

Elon Musk, otra cara del imperialismo en América Latina

El billonario sudafricano-estadounidense está unido a la derecha latinoamericana por ideología y ambiciones empresariales...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 11/09/2024
2 comentarios
Elon Musk
Elon Musk busca el dominio de América Latina para consolidar la derechización de la región y aumentar su billonaria fortuna.

El billonario sudafricano Elon Musk, un individuo sin aparente recato, aliado a los gobiernos de derecha en América Latina y amigo del expresidente Donald Trump y de nuevo candidato al cargo, es un jugador activo en el mundo de los negocios y la política. En su búsqueda incesante de acumular más capital y poder, este individuo tiene sus ojos puestos en los recursos naturales de Latinoamérica, entre ellos el litio y el petróleo.

Con un patrimonio de 237 billones de dólares, el empresario nacido en Pretoria en 1971 es el hombre más rico del mundo. Principal inversor del fabricante de coches eléctricos Tesla, propietario de Space X (aeroespacial), Neuralink (chips cerebrales) y OpenAI (inteligencia artificial) y la red social X, anunció en fecha reciente nuevos productos y un futuro viaje espacial a Marte.

En los dos últimos meses, Musk afincó sus posiciones de derecha en el movido mapa geopolítico latinoamericano. Sus acciones demuestran que siempre anda detrás del dinero y el poder, y que estos se le facilitarán en países donde los dirigentes comulguen con sus criterios ideológicos.

A pesar de que le gusta ser catalogado solo como ¨un hombre de negocios¨, la realidad advierte que este astuto rastreador de oportunidades, ya tiene olfateadas y definidas las que pueden brindarle naciones de enormes riquezas naturales, necesarias para mantener siempre en alza sus acciones, influir en los grandes públicos y tratar de destruir sistemas políticos izquierdistas o progresistas.

El empresario le hace el cortejo a figuras como el argentino Javier Milei, quien reimplantó el neoliberalismo en su país elevando hasta más de un 50% el número de ciudadanos viviendo en pobreza; le declaró la guerra mediática al venezolano Nicolás Maduro y respaldó a la contrarrevolucionaria María Corina Machado, su plataforma X fue cerrada en Brasil (con 20 000 000 de seguidores) luego de enfrentarse al juez Alexander Moraes, y enojó al mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Musk posee un arma mediática muy poderosa contra la cual todavía la izquierda no puede enfrentarse con éxito: la red social X. En esa plataforma  navegan las ideas más descabelladas sobre el liderazgo político mundial, mentiras soeces –como presentar mediante la inteligencia artificial a la candidata demócrata a la presidencia estadounidense Kamala Harris vestida con un uniforme rojo y un gorro con una hoz y un martillo. De inmediato, la catalogó de comunista.

Imagen Kamala creada con AI y publicada por Elon Musk

El magnate tituló la imagen con la falsa afirmación: "Kamala jura ser una dictadora comunista desde el primer día. ¿Puedes creer que use ese atuendo?". La publicación, según X, fue vista casi 60 000 000 de veces.

Musk es propulsor, y así lo demostró Venezuela, de los golpes de Estado contra gobiernos democráticos. Las maniobras mediáticas durante las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio y sus resultados –denunciados públicamente- demuestran en qué se ha convertido este joven que empezó sus negocios en una habitación de su hogar.

Según su actuación pública, al optar por amplificar la desinformación el magnate padre de 12 hijos de distintas madres está promoviendo entre las masas  contenidos radicales que de otro modo podrían languidecer en los rincones más oscuros de Internet.

Para el prestigioso periodista brasileño Elio Gaspari,  "La libertad de expresión que defiende Musk es el mantenimiento de una red de mentiras y difamaciones".

En una columna en el diario Folha de Sao Paulo, Gaspari refirió que el dueño de X, comprada a Twuiter por 44 000 000 de dólares, "Lo hace todo mientras se cubre con la piel de oveja de un defensor de la libertad de expresión. No lo es. Es un golpista al estilo de los estadounidenses que derrocaron gobiernos en Centroamérica a principios del siglo XX".

TECNOLOGÍA A SU DISPOSICIÓN

Inventor, posee una poderosa maquinaria tecnológica a su disposición, y con su enorme fortuna, este astuto empresario ve en los líderes derechistas a los que apoya, la posibilidad de explorar nuevos mercados en una de las regiones más ricas del planeta.

Su ambición desmedida es típica de una mentalidad imperialista. Varios politólogos aseguran que el empresario quiere adueñarse del planeta e incluso ya la Tierra le resulta pequeña, pues está inmerso también en los negocios aeroespaciales.

¿Qué garantiza el peso político de Musk? Su plataforma X registró en abril pasado 611 000 000 de usuarios a nivel planetario. De ellos, 196 000 000 siguen su cuenta personal y alrededor de 20 000 000 están en Brasil.

Los tres países latinoamericanos donde más se usa X son México, con 18,020 000, y Argentina, con 8,470 000. No es casual que Musk pretenda expandirse en tales territorios.

Su prepotencia quedó al desnudo y su intromisión en los asuntos internos de Venezuela cuando divulgó sus planes para la nación suramericana.

¨La vasta riqueza de recursos naturales de Venezuela se aprovechará, dijo, para reconstruir la nación y convertirla en un país próspero con una economía de mercado moderna y un estado de derecho, abierto a inversiones globales en todos los sectores, una vez que superemos la dictadura de Maduro".

Con su compañía proveedora de satélites de Internet, ya penetro en Chile y Brasil. En México cerró varios contratos con Starlink y construirá una nueva fábrica de Tesla.

Musk y Milei

Argentina es un filón –y el presidente Milei ya lo aprobó-  para sus vehículos eléctricos por integrar el llamado ¨Triángulo del Litio¨. El llamado ¨oro blanco¨ es un mineral esencial para la producción de las baterías de vehículos eléctricos. Tesla es la mayor fabricante mundial de este producto.

Enrique Prieto Ríos, experto en Derecho Económico Internacional y profesor de la Universidad del Rosario, afirmó en entrevista de prensa que “Él, como multimillonario, ve que las alianzas estratégicas con los gobiernos puede generarle no solo una apertura a los resonancia de su nombre y de su marca mediante una expansión de su ideología conservadora.

Para el profesor, Elon Musk tiene un interés personal, egocéntrico, de volverse un líder geopolítico. Un líder con capacidad tecnológica, financiera y empresarial, precisó, con la que puede tener unas interacciones directas con líderes mundiales. Está decidido a influir en las políticas del mundo y que vaya hacia donde él cree que debe ir”.

En su opinión, “Elon Musk no compró Twitter para hacer dinero, sino para ganar poder político”.

A principios de este año, Tesla inauguró su primera sede en Chile, acercando a la empresa al cono sur y al triangulo del litio.

Otro interés del magnate es consolidar Starlink, un servicio de internet satelital –con más de 6 000 equipos en órbita- surgido en su empresa Space X.

Starlink, sin presencia en América Latina hasta el pasado año, aparece ya en Argentina, Chile, Colombia, México, El Salvador, República Dominicana, Perú, Paraguay y Brasil. En esa última nación, la mayor en extensión de la región, posee 215 000 clientes. El plan de expansión de Starlink es entrar en Uruguay, Bolivia Guyana entre el segundo semestre de este año y el primero de 2025.

Es notable también el cambio en la retórica de este multimillonario que arremete contra los emigrantes, aunque lo fue también hasta 2002, cuando Estados Unidos le brindó la ciudadanía. Solo que los motivos de acogerse a la potencia imperialista nada tiene que ver con los de millones de personas que abandonan sus países en busca de oportunidades económicas.

Muy lejos en sus aparentes posiciones políticas cercanas al progresismo, que lo llevaron a apoyar al expresidente demócrata Barak Obama, su cambio en la retórica es también motivo de análisis para estudiosos.

Así lo evidenció el escritor Walter Isaacson, célebre biógrafo de personalidades, en un apartado de su libro ¨Elon Musk¨.

 “A lo largo de 2022, pasó de los benignos elogios a la moderación, a las furiosas cavilaciones acerca de cómo los wokes (se trata de una forma de protesta no violenta) y la censura impuesta por las élites mediáticas eran una amenaza existencial para la humanidad”, indica una parte del texto.

Ejemplo de la postura del billonario es la disputa que hoy sostiene con De Moraes, magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, quien le ordenó cerrar la plataforma en el país debido a la manipulación mediática asociada a seguidores del ultraderechista expresidente Jair Bolsonaro por difundir noticias falsas e instigar al odio.

¿Hasta dónde será capaz de llegar en sus ambiciones esta versión contemporánea de Adolfo Hitler, el alemán vencido que quiso apoderarse del mundo?


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 2 comentarios


Javier Hernández Fernández
 13/9/24 18:29

Elon Musk poder mediático poderoso al mundo

lucia
 11/9/24 16:28

Excelente análisis. He leído poco sobre Elon Musk en nuestra prensa, así que el tema es muy acertado en estos momentos. Gracias a la periodista.

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