Derecha chilena busca retomar el gobierno (II)

El próximo día 2 habrá elecciones primarias en Chile, día en que serán elegidos los candidatos oficiales a las generales de noviembre siguiente, una antesala de gran importancia, pues entrarán en liza los políticos que aspiran a los cargos más importantes de la nación austral.

En el espectro de estos comicios aparecen tres grandes agrupaciones que abarca desde la extrema derecha hasta las fuerzas de izquierda, entre ellas una de nueva formación y con renovadoras ideas políticas, a pesar de ser desde ahora castigada por los grandes medios encargados del soporte estructural capitalista del país, los que desean que todo continúe inamovible, sin cambios profundos y en la órbita de Estados Unidos.

Uno de los bastiones derechistas es la coalición Chile Vamos, que lleva como precandidatos al expresidente Sebastián Piñera, Felipe Kast y Manuel Ossandón. Esta es una coalición de centro derecha fundada en 2015, que agrupa a Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional (al cual pertenece Piñera), Partido Regionalista Independiente y Evópoli.

De los tres contendientes, el exmandatario Sebastián Piñera (2010-2014) —tercer hombre más rico de Chile— aparece como favorito, según sondeos de opinión de periódicos y encuestadoras privadas, en su mayoría al servicio de los conservadores.  Vinculado a los negocios y empresas, en su mandato prevaleció un programa de derecha, y aunque cumplió su promesa de disminuir el desempleo, aumentó la conflictividad social con los sindicatos, y los estudiantes que exigieron en las calles, durante más de dos años, una educación gratuita y de calidad superior.

Ahora inscribió su candidatura con el programa Tiempos Mejores, que propone cambios en crecimiento económico, educación, salud, superación de la pobreza, modernización del Estado —siempre desde el punto de vista capitalista— y una mejoría en la calidad de vida de la población.  Al parecer, otra fantasía de una precampaña electoral para interesar al sector de la población más despolitizado o que aun cree en las promesas políticas.

Uno de sus contrincantes es Felipe Kast, fundador de Evolución Política, donde confluyen políticos independientes de centro derecha.  Su programa ¡Ahora! que regiría un eventual gobierno, posee 130 propuestas para “aportar a una renovación del proyecto político de la derecha para lograr gobernar una sociedad cada vez más compleja, fragmentada e inconformista”.

El tercer precandidato es Manuel José Ossandón, alcalde de Pirque y de la comuna de Puente Alto, ubicadas en la Región Metropolitana de Santiago. Senador por el partido Renovación Nacional, de centro-derecha.  Él se reconoce como militante de la derecha socialcristiana, vinculada a su procedencia familiar ligada al Opus Dei.

Contrario a la legalización del aborto y del matrimonio  igualitario, es el único candidato de Chile que pretende implantar la gratuidad de la educación superior, en una eventual administración.

Otra de las formaciones políticas que participan en las primarias es el Frente Amplio, constituido oficialmente en enero de este año con la premisa de consolidar a los sectores de izquierda fuera de Nueva Mayoría, la coalición oficialista de Bachelet. Esta agrupación está integrada por 12 partidos y su militancia está constituida por ex líderes estudiantiles.

Los precandidatos del Frente Amplio son la reconocida periodista Beatriz Sánchez, con 20 años de carrera, y el psicólogo Alberto Mayol.

En marzo pasado, Sánchez dejó su empleo en Radio La Clave para postularse por la fundación de un país “donde haya más democracia y gobernabilidad basado en nuevas formas participativas y no representativas”. En sus columnas de opinión en otros medios defendió las protestas estudiantiles y abogó por un cambio en el sistema nacional de educación.

Con un lema de campaña denominado “Sánchez y tú”, esta precandidata prioriza en un eventual gobierno la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente para un nuevo modelo de país que deje atrás las lacras vigentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Con ideas renovadoras, la periodista tiene como prioridad la educación pública,  la salud pública gratuita, eliminación de las Administradoras de Fondos de Pensiones y creación de un sistema bajo los principios de la seguridad social. Pide la despenalización del aborto y los derechos de la sexualidad.  En materia económica, se enfoca en el alcance de acuerdos de inversión pública y privada, fomento de nuevas áreas productivas y generación de cooperativas laborales.

Su contrincante es Alberto Mayol, psicólogo de profesión, quien tiene el respaldo de Nueva Democracia. Hasta el pasado año fue director del departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, por lo cual recibe también el apoyo de los medios universitarios.

Al igual que Sánchez propone la Asamblea Nacional Constituyente que le permitiría cumplir su programa de gobierno y crear una nueva institucionalidad que logre una mejor distribución de la renta y un nuevo modelo de país. “Gobernar es poder… poder es crear” es su lema de campaña.

Entre sus propuestas está empoderar a las mujeres chilenas, por lo que aboga por la paridad de géneros en los puestos claves de su administración, incluyendo el Consejo de Ministros; la creación e implantación de un nuevo Código Laboral con mejoras para la clase obrera, y la nacionalización del 20 % de la propiedad de empresas estratégicas. 

Orienta también una reforma tributaria para el aumento de impuestos a las grandes empresas y la eliminación de estos a las micro y medianas empresas, además de la creación de impuestos por regiones y la reducción del Impuesto al Valor Agregado en 2 %. 

En el caso de la Nueva Mayoría (antes Concertación) no habrá elecciones internas.

La Democracia Cristiana (DC) decidió que participará directamente en las elecciones presidenciales con su candidata Carolina Goić, quien desde 2014 es senadora por la Circunscripción 19 de la Región de Magallanes y de la Antártica chilena. Anteriormente fue diputada por el distrito 60.

Goić ubica a la DC en el centro político de Chile “…que quiere cambios pero que los quiere de manera gradual y responsable, en un clima político estable que recupere la gobernabilidad y se aleje del eslogan fácil y rupturista que plantea cambios radicales pero que nunca explica cómo realizarlos en un clima de crecimiento y paz social”.

La DC cuenta ahora en el Congreso Nacional con siete senadores de 38, 22 diputados de 120, 44 consejeros regionales de 278, 43 alcaldes de 345 y 404 concejales de 2240.

El tema de la salud parece ser el más importante para esta precandidata. Entre su agenda proselitista está la creación de una Agencia de la Infraestructura de Salud, la apertura de la concesión de infraestructuras de hospitales al sector privado, la sanción de una Ley General del Cáncer y un plan de fortalecimiento de la atención primaria de salud.

Los planes de Nueva Mayoría con una sola postulación pueden quebrarse por los intereses del senador por Antofagasta, Alejandro Guillier, del Partido Radical, quien cuenta con el respaldo de otros grupos de Nueva Mayoría.

Como atractivos de su eventual campaña aparecen el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, tradicionalmente discriminados y atropellados por los gobiernos chilenos, y la plena inclusión de la diversidad sexual. También dijo que establecería la gratuidad universal de la educación en todos los niveles de enseñanza. Respecto al tema de la economía, es partidario de la priorización de las pequeñas y medianas empresas que acompañen un plan nacional de inversión en infraestructura y conectividad.

Mientras los partidos se preparan para la confrontación en menos de un mes, las encuestadoras, que casi siempre responden a intereses políticos, van dando resultados aleatorios hacia dónde se inclina la balanza política.

La última encuesta de la CADEM, considerada la principal empresa de investigación de mercado y opinión pública en Chile, indicó que el 40 % de los interrogados no votaría por ninguno de los precandidatos mencionados.

Del resto, el 24% de las preferencias fueron para Piñera, seguido de Guillier, con el 14%, y Sánchez en tercer lugar, con 10%, pero con tendencia a crecer.

Difundida el pasado 5 de junio, la investigación fue realizada con 1481 personas en 137 comunas del país, entre el 26 de abril y el 22 de mayo de este año.

A partir del próximo día 2, conocidos los candidatos oficiales, comenzará una etapa decisiva en el proceso eleccionario de Chile, en la que no faltará la guerra sucia que la derecha realiza contra los políticos progresistas de la región, más aun en una nación donde todavía se sienten los rigores de una dictadura militar.