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viernes, 4 de octubre de 2024

CIA: la casa del chisme

Al final todo se sabe...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 13/03/2017
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WikiLeaks-CIA accede a móviles y dispositivos
WikiLeaks filtra el programa con el que la CIA accede a móviles y dispositivos.

Para iniciar esta nota una reflexión necesaria: negar el uso más amplio posible de la tecnología mediática es de obtusos. Pero asumirlo como una acción siempre aséptica y netamente decente es pura ingenuidad.

No por gusto internet tiene en sus orígenes un elevado por ciento de genes militaristas y de intrusión, y no por gusto también la inmensa mayoría de los grandes servidores globales radican físicamente en los Estados Unidos.

En consecuencia, para no pocos analistas resulta un contrasentido que en la cuna del espionaje digital al por mayor, se levanten por estos días tormentas y hasta huracanes a partir de quejas individuales y grupales sobre robo de datos o divulgación de contenidos sensibles, con más razón cuando todo se atribuye a “tenebrosas conjuras externas” elucubradas en patios “hostiles”.

Así, los demócratas hablan de que informáticos rusos irrumpieron en sus servicios computarizados partidistas para perjudicar a la candidata Hillary Clinton en las recientes elecciones presidenciales.

Antes, había sido presuntos hackers chinos los que penetraron archivos digitales de empresas norteamericanas para obtener patentes y planos.

Sin embargo, el primer poder mediático mundial hizo mutis cuando hace apenas unos años se supo de sus intervenciones de los teléfonos móviles de numerosas figuras políticas internacionales, incluida la hoy ex presidenta brasileña Dilma Rouseff, y  hasta la canciller alemana, Angela Melker.

Y ahora puede estarse gestando otro escándalo mayúsculo a partir de la publicación por el sitio digital WikiLeaks de “un programa clandestino de ataques cibernéticos de la Agencia Central de inteligencia de los Estados Unidos, CIA, que forma parte de una serie de siete entregas de filtraciones, llamada Vault 7 o Bveda 7, la cual es definida como la mayor filtración de datos de espionaje de la historia.”

Según explicó textualmente la citada web, se trata de que ese organismo oficial estadounidense, de tan raída reputación, “goza de un arsenal entero de armas cibernéticas elaborado por cinco mil piratas electrónicos que trabajan para la agencia. Este arsenal cayó en manos de hackers y contratistas de la CIA que no tenían acceso autorizado al mismo, después de lo cual fue entregado a WikiLeaks.”

Y la explosión ya comenzó. Así, la cancillería rusa indicó que a partir de la denuncia de WikiLeaks se determinó que la CIA ha copiado huellas de numerosos hackers extranjeros de manera de usarlas en sus planes para culpar a otras naciones de sabotaje e intromisión digitales.

Asimismo, Moscú solicitó explicaciones a Washington porque las revelaciones precisan que la CIA posee al menos cinco servidores dedicados exclusivamente a perseguir las comunicaciones del presidente Vladímir Putin.

Por demás, los primeros documentos hechos públicos aseguran que la inteligercia norteamericana ha colocado micrófonos y cámaras en varios modelos de telefónos digitales de marcas tan reconocidas como Samsumg y Apple, en los llamados Smart TV o televisores inteligentes, y en otros artículos de uso común para el hogar que comunmente se ofertan en los mercados de efectos electrodomésticos, de manera de invadir incluso la privacidad hogareña.

Y como advierten analistas, apenas se trata de las primeras tropelías salidas a la luz de la larga lista que WikiLeaks ha anunciado.

Nada, que no se pueden tirar piedras al tejado ajeno cuando el propio es de vidrio…y de mala calidad.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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