Tras los pasos más recientes de Michel Herrera

“¡Con las redes sociales te enteras de todo!”, me dice. “Es que nos enteramos de lo que las personas quieren que sepamos, pues cada cual publica lo que desea en sus páginas”, le digo…

“¿Cómo ocultarlo? Si estaba muy feliz con esas oportunidades”, insiste…

El músico y compositor, arreglista y productor musical Michel Herrera inundaba su Facebook hace semanas de fotos fabulosas que testificaban sus exitosas presentaciones en diferentes escenarios de Estados Unidos.

“Fueron muchas experiencias a la vez, ¡increíble! El gran Arturo O’Farrill me invitó a una serie de conciertos, y estuve en el Symphony Space, uno de los lugares más concurridos e importantes para el jazz en la calle 95 de Manhattan. Compartí con Papo Vázquez y otros cultores del género en espacios con tradición internacional.

“El proyecto de Arturo, La conversación continuada, me ha traído muchas alegrías, también porque ahí estuve como compositor junto a Bobby Carcassés y Alexis Bosh; y como intérprete, al igual que Yasek Manzano, Adel González y otros. Fue ganador de un Grammy Latino y como parte del equipo también lo obtuve. Y ahora, en el segundo proyecto en el que participo como compositor, intérprete y arreglista, también el galardón me toca de cerca, pues ganó un Grammy americano.

“Estoy muy feliz porque Arturo me dio esas grandes oportunidades. Como proyecto musical es un trabajo muy interesante que de alguna manera también intenta romper las barreras que han existido durante años entre ambos países”.

—República Dominicana fue una parada importante en tu carrera musical…

—¿Me sigues en Facebook, eh? Pues sí, a finales del 2015 estuve allá e impartí clases en el Conservatorio Nacional de Santo Domingo, además de presentarme en varios escenarios importantes del jazz en esa ciudad, como en Lulú Tasting Bar, en la Casa Teatro, donde conocí a seguidores del género de ese país. Otra experiencia de la que estoy muy agradecido…

“A República Dominicana volveré para retomar las clases porque el método de enseñanza artística cubano es muy valorado. Los estudiantes allá se preparan para la academia que capta talentos de todas partes del mundo, y como instrumentista los guíe por los caminos de lo clásico pero también desde lo popular, lo contemporáneo… De alguna manera mostré los resultados de la escuela cubana en cuanto a la enseñanza del saxofón, y mi experiencia como solista”.

—Te estrenaste como productor musical con dos discos recientemente…

—Sí, y ambos trabajos fueron muy interesantes. Con el saxofonista Delvis Ponce y su proyecto Experimental Jazz fue una experiencia enriquecedora para mí, como instrumentista y arreglista, y sobre todo como productor.

“Mi punto de vista como saxofonista también no podía desprenderse de mi intervención como productor, pero fue muy noble el trabajo, porque es un estilo de jazz contemporáneo con un trabajo armónico muy fuerte, y tuvimos que llevar a la par un sonido con la misma estética de lo que se quería.

”Con el trombonista Eduardo Sandoval, continuador del trabajo de Juan Pablo Torres, fue más bien llevar el jazz a la contemporaneidad pero con diferentes timbres, desde distintas sonoridades de la música cubana. En este, su primer disco, Sandoval invitó a exponentes de otros géneros como Beatriz Márquez, Alejandro Falcón, Rolando Luna, Tommy Lowry, Emilio Frías, Adonis Puentes y su grupo Osaín del Monte; y fue muy rico porque ante todo prevalece la cubanía.

”Dos producciones discográficas diferentes que me han despertado inquietudes en mi manera de crear, de hacer jazz”.

—¿Qué sorpresas trae tu próximo álbum?, ya habías anunciado algo…

—Sí, porque en el disco que quiero empezar a grabar mantengo el trabajo que me identifica como jazzista pero incursiono en la fusión con instrumentos electrónicos. En mis conciertos el público ya puede haber percibido ese interés que tengo en mantener mis ciclos armónicos en el trabajo de la música cubana y el jazz pero con efectos cargados, sonoridades electrónicas que diversifiquen lo que presento.