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miércoles, 2 de octubre de 2024

Singularidades a lo cubano

El festival Les Voix Humaines refleja la excepcionalidad del maestro Leo Brouwer...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 08/10/2015
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Bajo el sugerente título de Les Voix Humaines los escenarios habaneros abren telones a un megaevento que está haciendo historia, desde un archipiélago generador de singularidades artísticas que conviven, se encuentran y abrazan.

¿Se puede sintetizar cuanto ha ocurrido y ocurrirá en esta propuesta donde reina la música en infinito diapasón, donde convergen artes diversas con coincidencias entre el pulsar de una guitarra renacentista y una obra pictórica del siglo XXI? Imposible. Intentar resumir en un manojo de líneas lo que está ocurriendo en la capital cubana será una burla a la inteligencia.

Por ello, me detengo en las alianzas menos comunes, no alcanzadas por el pintoresquismo facilista que menoscabaría el alcance de esta propuesta, cuyo abarcador panorama temporo-espacial concluirá el 18 de octubre.

Su punto de confluencia radica en los mensajes de las propuestas destinadas a promover la urgencia de naturalizar la paz mundial y la preservación de la vida en nuestro planeta. En este sentido, el coro Entrevoces, dirigido por Digna Guerra, impregnó con el infinito cromatismo de su tímbrica y el magistral acoplamiento, en temas imprescindibles de la música cubana e internacional.

Otro ejemplo de buen hacer, al transportar al público hacia galaxias insospechadas, correspondió al concierto Planeta Planetario, feliz cauce de inspiraciones y caudal melódico de la cantante Diana Fuentes, autora de algunos títulos, que abrió paso a sentimientos elevados en busca de la luna en una noche de eclipse.

Uno de los contratenores de mayor prestigio mundial, Rodrigo Ferreira, de Brasil, se desdobló en Canciones de Lamento, en el teatro Martí, un universo musical preñado de géneros, desde la pavana hasta entremeses que culminan en un cántico renacentista de Johann Christoph Bach (1642-1703). En el conjunto de canciones escogidas afloraron páginas muy vivas, a pesar de los siglos.

Y con el propio Rodrigo abrió sus puertas a las artes laicas, por vez primera vez en su historia, la parroquia del Vedado, con la actuación de este cantante brasileño, dueño de una voz que contrapone la fineza del cristal con graves rotundos que se regodean en el dramatismo trágico del concierto titulado Una Oda para el Señor Henry Purcell. Estas páginas parecen ocultar misterios insondables que revelan historias sobrecogedoras como Dance of the furies (La danza de las furias) y O Solitude, (Oh, soledad), mientras el autor enaltece la memoria de su padre en A prince of glorious race descenden, consagrada al cumpleaños del Duque de Gloucester.

Contrastes y afinidades podrán constatar los asistentes al concierto El Cantar de los Cantares (Teatro Martí, 9 de octubre), con antologías inscritas en el misterio de lo secular y semejanzas, sin que intervengan modos de hacer y decir en recursos propios de épocas tan distantes como el renacimiento y la contemporaneidad, plenas de la más hermosa musicalidad. Páginas escritas por George Friedrich Handel (1685-1759), Johann Sebastian Bach (1685-1750) y Leo Brouwer (1939).

El maestro Brouwer sintetiza la fantasía de este magno evento al expresar: “Homenajeamos a grandes de la cultura cubana y universal. Todos ellos estarán incluidos con su presencia o su recuerdo, en charlas, conferencias, traídos a escena o como invitados especiales”.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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