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domingo, 6 de octubre de 2024

Sabe a verdad

Rumbatá, la agrupación rumbera camagüeyana, comenzó como un proyecto de la AHS; hoy disponen de una producción discográfica...

Carmen Luisa Hernández Loredo en Exclusivo 10/12/2016
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Rumbatá-Festival Camaguey
Este año, la agrupación defendió por segunda vez, el evento Rumbatéate, que contó con la participación de diferentes agrupaciones.

En Camagüey la rumba nació en la calle San Rafael, en el No. 28. Allí,  surgió Rumbatá en 1996. Veinte años después sigue sonando la cadencia de los tambores desde la sala de la casa de su director, cantante y compositor, Wilmer Joel Ferrán.

Este pequeño espacio, abarrotado de sistemas de audio, sillas, y ofrendas para los santos ha sido el mejor escenario de la orquesta, bien pegado al barrio y a la gente para la que hacen música.

“En todo este tiempo nunca hemos tenido problema con los vecinos, acomodamos nuestros horarios para no molestar. El espacio apretado nunca ha sido una dificultad,  lo que sí sería una, es dejar de hacer rumba”.

En el panorama musical cubano destaca la sonoridad de esta agrupación por el sello propio que le imprimen a cada pieza. Al cabo de una larga y fructífera carrera vale recordar sus orígenes como proyecto de la Asociación Hermanos Saiz.

“Todo lo que hemos logrado hasta el día de hoy se lo debemos a la AHS, a su dirección de entonces, por el valor de apostar por un proyecto  totalmente nuevo…

Nos permitió ir a talleres, participar del primer festival de la rumba dedicado a Malanga. La AHS ha sido una institución que nos ha apoyado desde el inicio. Si la AHS no nos hubiera abierto las puertas no hubiéramos existido”.

Proveniente del Conjunto Folklórico de Camagüey, siendo joven con grandes inquietudes artísticas Wilmer apostó por la rumba, un género no cultivado en esta ciudad donde era algo casi impensable; en Cuba esa sonoridad era casi privativa de La Habana y Matanzas.

“Mira, la música Yoruba está extendida por toda la Isla, desde Pinar del Río hasta Guantánamo, la rumba arrastra consigo una historia que la convierte en un reto para esta ciudad. Fuimos osados al atrevernos a incursionar en este modo de hacer, pero ha sido lo mejor que nos ha pasado… La rumba nos ha dado la posibilidad de superarnos, todos los que la hacen están siempre abiertos a recibir a quienes queremos aprender, y eso hace que sea fácil adentrarse en los golpes, en la técnica”.

Rumbatá ha interactuado en importantes conjuntos como el Gregorio Hernández y Merceditas Valdés, Yoruba Andabo, Clave y Guaguancó, además de Adalberto Álvarez, Juan Formell y Manolito Simonet.

“Nosotros nunca hemos salido a buscar nada, todo lo que nos ha pasado han sido cosas que nos han llegado gracias a Dios, siempre sobre la base de la ética profesional, teniendo en cuenta que la rumba es un arte y como tal hay que defenderla. Tenemos la suerte de que siempre nos han recibido muy bien donde quiera que hemos llegado, y eso ha sido una gracia que nunca nos podrán quitar…

Tocamos con Formell durante una gira nacional de Van Van y después, seguimos haciendo cosas, juntos. Le agradezco mucho a Juan --tremendo timbero y rumbero--, donde quiera que esté, a Mayito Rivera, a Robertón, pues en la calle San Ramón hicimos un proyecto muy lindo, ahí, bien cerquita de la gente, donde de verdad se disfruta la música y se sabe lo que llega o no al público…

El maestro Adalberto, no solo por ser camagüeyano, nos ha apoyado mucho, sino que también ha estado con nosotros cada vez que hemos llamado a su puerta, y  ha sido un lujo compartir escenario con él. Muy pocos saben que en el disco suyo, Son de altura, nominado al Granmy Latino, nosotros tocamos en uno de sus temas: Entre la rumba y el son. Esas son cosas que nos satisfacen y nos enorgullecen en nuestra carrera.”

“Con Manolito Simonet nos pasó algo muy especial. Nos habían invitado a tocar en un carnaval en primera posición y a mitad del concierto se subió todo el Trabuco porque les llamó la atención lo que hacíamos y a partir de ahí nos abrió el camino para insertarnos en las líneas discográficas. No se puede hablar de nuestra discografía sin hablar de Manolito Simonet, nuestro productor. Hemos hecho un disco con un amor muy grande, lo que queríamos era exponer nuestra música, que nos identificaran como rumberos y como camagüeyanos, para que la gente viera a qué sabía lo que estábamos haciendo…

Fue así que surgió el primer álbum bajo el sello discográfico Egrem, con cuatro nominaciones al Cubadisco 2009, bajo el título de Rumbatá, que devino, homenaje al maestro Pello el Afrokán.”

“Las nominaciones fueron una bendición, y siempre les agradecemos a todos, desde los grabadores hasta los diseñadores de la portada del CD, todos los frutos recogidos con ese fonograma fueron el resultado del trabajo y la dedicación que se puso en hacerlo…

Después salió La rumba del siglo, con Bis Music, donde nos prestigiaron voces como: Mayito Rivera, quien canta nuestra versión del poema de Nicolás Guillén Songoro Cosongo; Vania Borges, en el tema Veinte años y Andrés Correa Borges, en Marinero; todos en tiempo de guaguancó”.

Con la tercera entrega discográfica lista, Gracias a la rumba, también con la casa Bis Music, Rumbatá repite con Manolito como productor, e incluye el trabajo con la la trova en mayor profundidad, este es un fonograma que incluye, al decir de su director, una “sorpresa con Pedro Luis Ferrer”.

- Cómo es el proceso de creación dentro de la agrupación.

- “Aunque hacemos temas de otros autores, a nosotros nos gusta escribir bastante. En el grupo vamos viendo cada tema, y si no nos eriza la piel, si no nos conmueve, lo dejamos y consultamos con amigos músicos lo que estamos haciendo para medirle la temperatura. ..

Una cosa que nos caracteriza es compartir lo que hacemos, antes de presentarlo en un escenario. Así podemos abrir la clave de la rumba; yo no diría fusionar, yo diría conjugarla, moverla a través del pop, del clásico, de la samba, de la trova, mientras no pierda su esencia.”

“Los veinte integrantes de Rumbatá, el grupo técnico y los 14 que suben a escena funcionan como una gran familia. No se puede hacer nada si no somos una buena familia. A partir de la comprensión, de la buena comunicación que tenemos, de conocernos, de ayudarnos, es que se logra lo que se ve en el escenario. Pero hay que tener claro siempre que el deber es sagrado, nuestros horarios de ensayo, los compromisos de trabajo… después de cumplir esto estamos para lo que cualquiera necesite. Por eso podemos mirarnos de frente, porque nos respetamos. En el escenario eso también se trasmite, porque no solo ahí se trasmite arte.”

Este año, la agrupación defendió por segunda vez, el evento Rumbatéate, que contó con la participación de agrupaciones como: el Conjunto Folklórico de Camagüey, Los Muñequitos de Matanzas, AbbóAché, Rumbávila, Ochareo, Clave y guaguancó; y estuvo dedicado Cándita Batista, nuestra vedette negra, a Helio Orovio y a los 20 años de los anfitriones.

“Primero hay que agradecer a los que siempre nos han acompañado: Patrimonio, la Oficina del Historiador, Cultura, la UNEAC, la AHS, el Centro Provincial de la Música.

Todos ellos siempre nos han ayudado desde que soñábamos hacer este espacio no solo para el baile sino para el estudio y otras manifestaciones artísticas, claro, siempre ligadas a la rumba.”

“Muchos nos dicen que hagamos una gala en el Teatro Principal, pero no, este es un festival que tiene que ser en las plazas, en la calle, donde la gente pueda salir de su casa y tener la rumba en la puerta, bien cerca del pueblo, porque es este el que va a recibir las clases, a participar de la fiestas, sin distinción de edades, participan en todo, y así pueden apreciar lo que hacen las diferentes  agrupaciones, cómo suenan, cómo bailan, cómo tocan: se rompen barreras para la rumba en la ciudad…

Hay que tener en cuenta que este es un evento que tiene un alto sentido educativo, ya el rumbero no solo toca sino que piensa su arte, estudia, y eso se comparte. Este es un espacio que vamos a defender y seguiremos haciendo cada dos años”.

- Es Wilmer consciente del efecto que ha tenido Rumbatá en Camagüey en estos veinte años de vida artística.

- “Hemos ido subiendo peldaños, pero ese ha sido siempre el objetivo, hemos tocado en muchos lugares, sobre todo hemos estado desde el principio sembrando comunidad, que sepan que en la esquina de su casa pueden oír a Rumbatá, eso siempre va a ser intencional, el estar en la calle con la gente es nuestra esencia. Por eso quizás nunca ha sido una preocupación los ensayos en un apretado espacio cuando pueden impactar de frente, a fuerza de tambor, a tanto pueblo que los espera, y que los sigue de rumbón en rumbón.”

“Siempre apostaremos por la rumba, porque la rumba es verdad”.


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Carmen Luisa Hernández Loredo

Periodista


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