sábado, 28 de septiembre de 2024

Respeto mucho la comedia

Declaraciones del director de cine Arturo Sotto, a propósito del estreno nacional del largometraje cubano Boccaccerías habaneras...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 08/07/2014
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Boccaccerías habaneras, el cuarto largometraje de ficción  del director de cine Arturo Sotto, viene avalado con el Premio Coral de guion en la categoría de largometraje de ficción y Premio de la Popularidad durante el 35 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

A todo lo anterior se suma el premio colateral Cibervoto, de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano,en la categoría de largometraje de ficción, y un Premio Caricato, de la UNEAC, en el apartado de mejor actuación masculina, para el actor Mario Guerra.

El argumento de esta historia, ambientada en la Cuba de hoy, tiene como referente los textos de El Decamerón, obra del escritor y humorista italiano Giovanni Boccaccio (1313-1375).

La película está estructurada a partir de tres cuentos que tienen como hilo conductor a un escritor, venido a menos, que intenta recuperar la creatividad comprando las historias que le cuenta  un grupo variopinto de personas. A partir de ahí se van entrelazando tres cuentos que funcionan perfectamente como unidades dramáticas independientes.

“El proyecto nace como un encargo. Hacía años que la idea venía revoloteando por diversos corredores como un proyecto de coproducción colectiva entre Cuba e Italia. Finalmente, David Riondino, con quien produje La noche de los inocentes, decidió atraparla.

”Comenzamos a trabajar y escribí dos historias que se inspiraban en sendos cuentos de El Decamerón. Sin embargo, lo asumí solo como un divertimento pensado en el sentido de los entremeses cervantinos, pero con todo el rigor de una película. Los buenos libros no suelen circunscribirse a los tiempos en que fueron escritos, si en ellos están presentes las problemáticas existenciales del género humano”, comentó el realizador de Amor vertical.

 Bajo el lema: “Todo el mundo tiene una historia oculta que contar”, Sotto estructuró una comedia sensual, erótica y refinada, que rinde homenaje a las comedias italianas de los años 60 y, a la vez, se aleja de las llamadas Bad Taste o comedias de mal gusto, tan en boga en los últimos tiempos.

“Se trata —al decir del director y guionista— de usar la realidad parareflexionar a partir de la propia sonrisa. Lo que hice en Boccaccerías habaneras fue poner en humor un grupo de situaciones eróticas. No me propuse hacer una película erótica”.

Y agregó: “La sensualidad se capta más en el espíritu de esta película, que critica cualquier elemento procaz, kitsch, feo. Mi mayor preocupación era cómo contar una historia fea en el cine sin que el espectador se diera cuenta.

”Respeto mucho la comedia. Sigue siendo uno de los géneros más denostados en los festivales de cine y, en mi opinión, es muy difícil de hacer y de filmar. Es bastante complejo mantener la atención del espectador si uno hace una comedia fácil.

”Cada cuento tiene una manera diferente de manejar el humor. La primera historia es muy sencilla de entender. Ya en la segunda están presentes elementos intertextuales que hacen alusión a Federico Fellini y El gatopardo (1963). En tanto, el tercer cuento está lleno de sutilezas. Quería que la película llegara a todo tipo de espectador”, explicó.

Uno de los aciertos del filme fue el trabajo de casting que propició la presencia acertada de casi cincuenta actores en pantalla, y evidenció que Sotto es uno de los directores de actores con los cuales puede contar hoy el cine cubano.

“Estudié actuación y durante la década de los 80 asistí a muchos castings. Como no me seleccionaron para ningún filme me tuve que convertir en director para poder actuar en mis propias películas. Por eso me pongo en la piel de quienes van a mis castings, porque conozco lo que sienten en ese momento”, confesó.

En Boccaccerías habaneras, Sotto interpreta el papel del escritor. Es la forma que encontró para catalizar una serie de preocupaciones éticas y estéticas que se materializan a través de una suerte de diálogo interno: “Es que no podía dejar de ser yo como escritor y como cineasta. Eso parte de mi honestidad crítica”.

Esta es una película que descansa, fundamentalmente en la actuación por eso Arturo buscaba en el casting, sobre todo, sinceridad porque “…me alejo de los artistas con ego. Siempre trato de trabajar con buenas personas”.

En el reparto se pueden disfrutar las interpretaciones de Mario Guerra, Zulema Cruz, Luis Alberto García, Félix Beatón, Omar Franco, Jorge Perugorría y Patricio Wood. Un grupo de jóvenes actores, entre los que se cuentan Yadier Fernández, Luis Ángel Batista, Raúl Bravo, Claudia Álvarez, también aportan lo mejor de sí mismos.

Una sensual Carmen, mujer fatal, recreó Yudith Castillo —en el rol de María del Carmen—. Es su primer papel en el séptimo arte, y el más maduro que ha enfrentado en los últimos tiempos, acompañada por la acertada música de Andrés Levin.

“Actrices y actores tributan  a esta obra su genio y su gracia. Son la manifestación corpórea de una imagen soñada por meses, años. Y en la construcción de esa imagen, en las formas y el gesto, dejo un gran margen de libertad; suelo ser más celoso y estricto con el texto literario, en eso podemos estar meses, años.

”Como trabajé mucho el guion —casi dos años—, me sentía muy seguro durante la filmación y el rodaje. Aunque dejo a los actores y actrices un espacio para la creación de los diálogos, para que introduzcan cambios sustanciales en el guion tienen que convencerme mucho”, explicó el director.

Otro de los aciertos de esta obra audiovisual es que cada uno de los relatos (Los primos, No te lo vas a creer y El Cuento del tabaco), fue concebido de manera diferenciada, a partir de la dirección de arte y el diseño de producción, la selección de locaciones, el uso de la luz, el empleo de texturas, colores, incluso de la banda sonora y el sonido directo.

“Este es un filme naturalista, realista, donde la luz es clara. Para nosotros era fundamental que la película fuera hermosa, bella, un verdadero espectáculo visual. Como diría André Breton ‘convulsa pero bella’”.

A esta redactora, el largometraje le recuerda un tanto las situaciones captadas por Sotto en su documental Nosotros los cubanos o Breton es un bebé, marcado por el humor costumbrista y satírico, donde le rinde  homenaje al padre del surrealismo, André Breton, y de paso ofrece una pincelada sobre los distintos caracteres que marcan la Cuba del siglo XXI. Es que el director de cine cubano es un verdadero cronista de lo real maravilloso cubano.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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