Milton García: “Mi obsesión es hacer música”

No sabe aún lo que quiere… No sabe a qué quiere dedicar su vida, su tiempo libre… No sabe cómo canalizar sus inquietudes, lo que le gusta, lo que le apasiona… Encontrar su camino se vuelve una meta tortuosa, sobre todo cuando el odio hacia su padrastro y el infinito amor hacia su madre le roban tantas energías.

El Mauricio que vemos en la telenovela cubana Latidos Compartidos cada martes, jueves y sábados en el canal Cubavisión es el típico adolescente que lo tiene todo garantizado, no se esfuerza para lograr nada porque, entre otras razones, no tiene pensado todavía qué es lo que quiere lograr. Y aunque en ese sentido se distancia mucho del actor que lo encarna, Milton García, sí hay otros puntos en común entre las personalidades de ambos.

“Yo me siento muy bien en la actuación, y lo disfruto, pero ahora mismo mi obsesión es hacer música. Estoy más del setenta por ciento del día en un cuarto, con mi guitarra, cantando y componiendo canciones. Eso es algo que ocupa mi tiempo y mi mente porque quiero trazar ese camino en mi vida y comenzar a andar por él. Tengo un proyecto con otros amigos con el formato de quinteto: drums, dos guitarras, piano y bajo. Son músicos con experiencia, y quiero que sea un proyecto abierto para que pintores, actores, gente que tenga aptitudes musicales y quieran mostrarlas, también se sumen. Ya tengo bastantes temas que compartir, así que buscamos una fecha y un lugar para presentarnos.

”Mauricio es un personaje que, aunque no sabe lo que quiere y yo sí lo sé, se parece mucho a mí. Y eso es muy bueno porque en el proceso de rodaje, que duró casi un año, hubiera sido muy desgastante montar una estructura de caracterización todo el tiempo de ese personaje, y olvidarme un poco hasta de mí como Milton, para asumirlo con credibilidad. Creo que todo resultó así, espontáneo, porque no me fue difícil entender a Mauricio, y por lo tanto, encarnarlo”.

—¿Cómo llegaste a Mauricio?

—Todavía no sé muy bien como fue. Yo me presenté a varios castings de diferentes personajes y no me llamaron. Pasó el tiempo y la llamada llego un día. Me propusieron ir a buscar los guiones de un personaje, y era Mauricio. Yo no lo conocía, tuve que repasar mucho los textos, y me gustó. Es un personaje que tiene muchos matices, se mueve en varios conflictos…; eso le da riqueza e interés al trabajo, que es agotador.

“Agradezco la relación con actores grandes como Tamara Morales, Manuel Porto… Se crearon vínculos muy buenos. Eso sirve para el enriquecimiento como actor, porque te apoyan , te dan ánimos, te enseñan…”.

—¿Diseñaste tú mismo a Mauricio?

—En parte sí. El pelo rubio, por ejemplo, fue mi idea. La propuse el segundo día del ensayo y luego fue aceptada. Si mi personaje es racista, de donde parte uno de los conflictos con su padrastro, y eso es algo que no puede expresar abiertamente, pensé que asumir ese color del pelo podía ayudar a remarcar esa actitud. 

“Me ha traído experiencias muy buenas como actor y también con la gente. Recibo elogios y besos en la calle, pero otros me miran con mala cara y me gritan: ʻPesado que eresʼ. Al final todo eso pasa porque la gente te ve, te cree y te acepta tal cual. Eso es importante”.

—¿Puedes comentarme de otros trabajos que te mantendrán ocupado?

—Me han propuesto hacer otra telenovela pero lo estoy pensando porque es muy intenso el trabajo. Recientemente asumí un personaje en la película Caballos, presentada en el festival de cine pasado, y tal vez me llegue otra propuesta de cine.

“Justo ahora salgo de grabar en Vivir del Cuento, a partir de la propuesta del equipo del programa para asumir el personaje de Cabilla, amigo de Aguaje. Nuevas tramas que se le van a incorporar al espacio. Y la música, que me roba mucho tiempo, y a la que espero dedicarle más”.