Mensajes de Holguín y sus Romerías…

 “Fue llegar a un lugar en que la cultura había tomado el alma de la ciudad y había invadido el espíritu de todos sus habitantes”.

Los recuerdos son como palomas mensajeras y si traen anudadas en sus paticas amarillas un hálito de suelo patrio, al menos el olor de la primavera… Entonces son palomas de nostalgia. Hasta el norte de Argentina vuelan algunas, se posan de vez en cuando en la ventana de una joven santaclareña, de nacimiento y de corazón.

Cuba se le presenta a Marta Margarita Acuña con romerías de guitarras, versos, presentaciones de teatro y otros pretextos culturales, esos que unos diez años atrás la convidaban a desgastar las noches holguineras. Y es que en el oriente de la isla, a fuerza de derroches artísticos, mayo alarga hasta la madrugada sus motivos y sus humedades. Generalmente por esta fecha, personas de orígenes y edades diversas encomiendan su estrella a uno de los eventos más aglutinadores de la isla.

“Eran cinco días en los que nos olvidábamos de que existía un mundo exterior, durante las 24 horas te encontrabas actos de alguna manifestación de las artes”, afirma Marta Margarita.

Para ella y otros asiduos, las Romerías de Mayo enamoran por aquella suerte de ciudad tomada a merced de la pericia popular, cantos y teatro callejero, o el colorido de las telas cubanas diseñadas tanto para el folklor como para la mera exhibición textil. Al igual que Marta Margarita, el joven realizador de la emisora CMHW de Santa Clara, Miguel Ángel Montero Rivero, añora los días de estudiante cuando la agenda, menos concisa que la de reportero radial, le permitía improvisar un equipaje rumbo al oriente de Cuba: “Lo que más me ha impresionado de las Romerías es precisamente la presencia de grupos musicales, lecturas de poesía, audiovisuales, propuestas escénicas y otras que abarcan cada punto de la ciudad, es decir, no había un solo espacio holguinero que permaneciera al margen del evento”.

 Los medios también abrazan la metrópoli de los parques, ahora devenida capital del arte joven. Señales televisivas, ondas sonoras o las ágiles publicaciones en la red de redes ofrecen singular visibilidad al evento, pero esto no es todo, las Romeríasse han vuelto ¡tan mediáticas! que brotan de las agendas de los periodistas como hados del bien hacer, quizás esos mismos que como reflejara la propia invitación de la actual XXIII Romerías de Mayo, “convoca a los mejores músicos, teatristas, investigadores, bailarines, escritores, pintores y promotores culturales, a celebrar esta Fiesta de Tradición y Modernidad desde las calles y espacios de la ciudad de Holguín”.

ROMERÍAS PARA LA NOSTALGIA

“La tradición de acompañar la cruz y subir la empinada loma era en cada viaje el punto de partida. Te dejaba listo para desandar de un lado a otro y poder estar en cada uno de los conciertos, de los performances que te sorprendían en medio de la calle y te hacían en solo un segundo una estatua viviente, y sumarte al pasacalle o al desfile internacional defendiendo la bandera de cualquier país”. En tres ocasiones Damarys Taboada se trasladó hasta Holguín para disfrutar de las Romerías de Mayo: “Iba en busca de las decenas de obras teatrales que se presentan en los parques y plazas de esa ciudad”. Las primera veces ella y su novio alternaron las citas holguineras con las materias de la Universidad Central de Las Villas “Marta Abreu”, la última ocasión, ya llevaban agenda y bolígrafo en ristre.

Y algunos asomaban acordes en la ciudad oriental, e iban creciendo sus composiciones dentro del pentagrama cubano. El proyecto santaclareño Trovuntivitis es otro adicto de Romerías, según comentó a Cubahora el cantautor Alain Garrido: “Las Romerías de Mayo resulta uno de los eventos más singulares que se realiza en el país, pues no se encuentra todos los días en una sola ciudad la representación de todas las artes y con muestras de alcance mundial”.

El trovador refirió que aunque sus primeras apariciones en estas fiestas ya estaban respaldadas por algunas conquistas profesionales, constituye una hermosa experiencia la mezcla de artistas noveles con figuras de renombre.

“Reconocer caras famosas del ámbito cultural nacional era sentirte por unos días en la capital artística de la isla. Nunca pude privarme de caminar el boulevard de arriba a abajo, de tomarme un café en Las Tres Lucías, de llegar hasta El Rincón de Los Beatles por un trago y ¡lo mejor! ¡Siempre me llevé el calor hospitalario de los holguineros!”, afirma la joven periodista, también convocada por esas palomas nostálgicas del país natal.

 ALAS PARA MAYO Y LA IDENTIDAD CULTURAL

Era costumbre española colocar una cruz en los lugares más altos que tuviesen cerca poblaciones humanas. Esto evitaba el acecho de epidemias o catástrofes naturales. Así, el fraile franciscano Antonio Joseph Alegre posicionó una cruz en la elevación que marca el norte geográfico de Holguín. Esto sucedió en plena colonia española y hoy el sitio es reconocido por lugareños y más allá como la Loma de la Cruz.

Mucho tiempo después la peregrinación hasta donde se encuentra la cruz del fraile Antonio de Alegría significa la apertura de las festividades a que acuden representantes de las más modernas y antiguas manifestaciones del arte. Talleres, congresos y encuentros teóricos abordan la memoria histórica de nuestro país, los andares del audiovisual latinoamericano y proponen un puente literario hacia nuestra raíz.

Aun así, como todo acto de valentía cultural, Las Romerías de Mayo tienen sus propias cruces y derroteros…

“Con los años la festividad cambió un poco su esencia de calle, y en el último viaje la organización se veía decaer, quizás con menos logística. Fueron pocos los lugares con ofertas de alimentos a precios asequibles, los parques estaban descuidados, eran mínimas las bandas y los conciertos de grupos nacionales. Y aunque cada holguinero se empeña en hacer de ese mes el más cultural de todo el año en la ciudad, ya no se vivía el espíritu de hace cinco o seis años atrás”, alerta la joven Damarys Taboada.

Mayor representación del arte joven y sobre todo de los artistas emergentes en el evento es el llamado del trovador Alain Gutiérrez.

“Por ejemplo en aquel momento los músicos de Cuba Libre eran apenas conocidos, y por las noches, cuando llegábamos al hotel, ellos sacaban los equipos y se ponían a tocar para todos nosotros. Nos amanecía descargando”, recuerda Marta Margarita, entonces tecladista de la banda Feedback, licenciada en proyecto de Estudios Culturales, también de la “Marta Abreu”. Transcurren así sus relatos a los integrantes de un proyecto con comunidades wichis, en Argentina. Y pareciera que el viento se lleva los recuerdos, pero más y más palomas traen romerías a su ventana, quizás con el ánimo de convencer a los nativos para que se traigan hasta Holguín sus tesoros identitarios en la próxima edición de las Romerías de Mayo.