sábado, 27 de julio de 2024

Magalys Pompa, la maquillista

Magalys Pompa es de estatura pequeña, pero en el mundo del séptimo arte ha sabido ser una grande...

Carol Cuellar Díaz en Exclusivo 13/05/2024
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Magalys Pompa maquillista
La maquillista, Magalys Pompa, fue galardonada con el premio Nacional de Cine en 2023. (Carol Cuellar Díaz / Cubahora)

Magalys Pompa es de estatura pequeña, pero en el mundo del séptimo arte ha sabido ser una grande.

Base, polvo, pigmentos, pincel, carácter y exigencia han caracterizado la carrera de la maquillista detrás de los rostros de protagonistas, como la icónica Raquel Revuelta en la inolvidable Lucía, interpretada también por las talentosas actrices Adela Legrá y Eslinda Núñez.

Sin duda alguna, el trabajo detrás de muchos de los rostros que luego vemos en pantalla ha tenido la huella de Magalys Pompa.

“Yo entré al ICAIC el día 3 de septiembre del 62. Desde entonces ha llovido bastante. Pase un curso con un checo, pero primero me enseñó un cubano. Ambos me aportaron muchísimo desde diferentes perspectivas. Es que cada maestro tiene su librito”.

Pompa dice definirse con la palabra “exigencia”; con esta entrevista puedo confirmarlo y a su vez decir que Magalys Pompa es una de las mujeres más disciplinadas y comprometidas con su trabajo. “Cuando daba clases con el checo, nunca dormitaba. Le prestaba muchísima atención y hacía lo que él ordenaba. A veces, eso traía discordias con mis compañeros que no les gustaba seguir instrucciones”.

El checo solo indicaba: “salga de aquí que a usted esto no le interesa”. En cambio, conmigo siempre fue todo lo contrario me decía que yo era su hija cubana. Gracias a él, aprendí mucho, pero claro porque yo era muy dedicada con lo que hacía. Siempre estaba interesada en saber”.

Además de ser una excelente maquillista, de Pompa se dicen muchas otras cosas más. Como por ejemplo que es una mujer de temperamento fuerte y que defiende lo que piensa en todo momento. Escuchándola hablar creo que detrás de eso hay otra razón: y conmigo es que Magalys no finge. Se muestra siempre cómo es y de acuerdo al momento. En su trabajo, no le preocupa la reacción de los demás con sus palabras. Las cosas se hacen bien o no se hacen.

“Soy muy exigente conmigo misma, pero también lo soy con la gente que trabaja a mi lado. Siempre desde el respeto mutuo, pero me gusta exigir que las cosas se hagan como deben”.

Humberto Solás siempre la buscó para que trabajara en sus producciones. Con él cuenta que tenía una relación divina y muy profesional. ‘ ‘A veces yo le decía: Humberto esto no me gusta. Y ahí iba él y lo cambiaba. Era muy cómodo trabajar junto’’.

Haber sido la encargada del maquillaje en Lucía la hizo muy feliz. ‘‘Fue todo un paseo’’. Al hablar del tema, se nota su disfrute por el trabajo, como si aún estuviera allí, con pincel en mano, supervisando a todos. Magalys prefería un set despejado cuando estaba trabajando, ya que ella y los artistas requerían concentración, un aspecto que siempre priorizaba.

Recuerda cómo Eslinda Núñez insistía en que solo ella podía maquillarla y peinarla, a pesar de que Magalys no era la encargada de la peluquería. Con Eslinda, se veía obligada a hacer de todo.

‘’Raquel Revuelta siempre se quedaba dormida y ahí iba yo: Raquel, por favor el maquillaje, el pelo…fue una etapa muy hermosa…’’

Magalys dice no haber enfrentado desafíos dentro del mundo del cine por ser mujer. Sin embargo, reconoce que otras compañeras sí. “Es que desde el primer momento uno no puede dejarse, hay que plantarse. Mis padres me decían que lo que me faltaba de tamaño lo tenía de fresca. Y es que yo siempre he sido muy sincera. He hecho mi trabajo bien y, por tanto, exigía respeto”.

Nuestra entrevistada fue premio Nacional de Cine 2023, sin dudas el trabajo en pantalla requiere el toque de muchas personas que están detrás y las cuales a veces no reciben reconocimiento, por suerte Magalys Pompa, la maquillista, recibió su lauro, por su trabajo, por su trayectoria y por la exigencia que como bien dice ella definió toda su carrera.

‘’Yo estaba en mi casa y me vinieron a buscar. Magalys usted acaba de ganar el premio nacional de cine. Me fui con lo que llevaba puesto, ni siquiera me dieron el tiempo para cambiarme. Yo que no soy muy de emocionarme y lo hice. No es el hecho del premio, sino ver que mis compañeros estaban de acuerdo con mi trabajo, lo valoraban. Todos estaban ahí. Me hablaban y yo no podía contestar’’.

La maquillista sonríe al recordarlo. Hasta parece volver a emocionarse. Comenta no haberlo esperado, pero este premio solo es el resultado de ese compromiso desde esos días que daba clases con el maestro checo y el maestro cubano.

 


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Carol Cuellar Díaz

Estudiante de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.


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