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miércoles, 2 de octubre de 2024

Laura Mollica en La Habana

La cantante siciliana, nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, y el guitarrista y percusionista italiano Giuseppe Greco actuaron por primera vez en Cuba...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 16/10/2015
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Ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO fue suficiente para no dudar en asistir al concierto de la intérprete siciliana Laura Mollica junto al guitarrista y percusionista italiano Giuseppe Greco, este martes 7 de octubre en el teatro del Edificio de Arte Cubano en el Museo de Bellas Artes. Ella, bajo el título Expresión de la Identidad Cultural de Sicilia, ostenta la condición y apenas hace gala de ello, salvo cuando su voz se desprende de su cuerpo y se adueña de quien la escucha.

Quien no asistió a su presentación La vuci mia fue por su tardía confirmación en el Festival Les Voix Humaines y, por ello, su no aparición en el programa publicado; además de la propuesta a una hora no habitual en ese sitio, pues de seguro esa salita mágica no habría dado cabida a los curiosos que desearan constatar la autenticidad de su voz.

Y es que no es solo la voz de quien la crítica considera la heredera espiritual de la gran Rosa Balistreri …es su magistral interpretación de los temas, es su empaste perfecto con las cuerdas de Greco, es su mirada penetrante, es su sonrisa espléndida y su humilde intento por dirigirse a los asistentes en español.

Carzari, M’arrusicu li grari, Cuteddu ntussicatu, O vui chi un cori, Mancu a li cani, Maria ittò na vuci, La navi, Mi votu e mi rivotu, L ‘occhi di l’omu, Abbobbò, Ramu vecchiu y Tamburinata matta conformaron el repertorio de esta suite para instrumentos musicales y voz, inspirada en fragmentos de la música tradicional popular siciliana, por primera vez presentada en Cuba.

Los aplausos expresaron la complacencia de un público que les estará eternamente agradecido al maestro Leo Brouwer y a su esposa Isabelle Hernández, por invitar a grandes de la escena musical actual del mundo a este país, nicho perfecto para toda manifestación artística.

“Agradezco estar en Cuba, agradezco la invitación y agradezco que estén los que han querido escucharme. Un festival como este es necesario, es perfecto, es grande, y por eso estamos aquí. Sicilia y Cuba son dos islas lejanas pero cercanas en el arte”, expresó Mollica, merecedora de diversos premios internacionales y aclamada en el ámbito académico.

No sería justo dejar de mencionar a Giuseppe Greco, a quien las palabras no le saltaron del pecho pero sí rebotaban en el nuestro las vibraciones de sus cuerdas, pulsadas por unos dedos bien dotados. Desde el 2004 trabaja con Mollica y no abandona su producción artística, en la que la etnomusicología, el género sinfónico y la música electrónica experimental se incluyen.

Raros instrumentos estuvieron en sus manos, aderezando la voz de Mollica, y era de esperar que luego de lo que parecía el final del concierto y la entrega de un ramo de rosas, los aplausos no cesaran y Mollica y Greco volvieran a la escena. Con Veinte años, de María Teresa Vera, sorprendió Mollica en perfecto español y fue fascinante acomodarse en la butaca, pararse, aplaudir y volverse a sentar por tres ocasiones seguidas.

Ellos no querían detenerse en esta primera entrega en Cuba y el público no quería dejarlos ir.

Gracias miles, Leo Brouwer. Gracias a la inquieta compañía que tuve a mi lado.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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