La concreción de un sueño (+Fotos)

Cuando el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, echó a andar en la década de los 80 el Programa del Médico de la Familia en el país, no imaginó la alegría de los habitantes de Sopimpa, una comunidad situada a casi 20 kilómetros de Fomento, municipio de la provincia de Sancti Spíritus.

Allí estuve días atrás, y como quizás suceda en otros poblados en zonas montañosas de Cuba, sus pobladores me recibieron con cariño y se mostraron deseosos de que sus vidas fueran compartidas a través de la cámara, la grabadora y las letras, "para que Cuba entera sepa que nosotros somos gente alegre", me dijo el delegado del poblado, Roberto Coba.

Lo que más agradecen quienes residen en Sopimpa, en medio de las montañas de El Escambray, es la posibilidad de tener servicios médicos básicos para cualquier urgencia porque "no es fácil bajar hasta Fomento si perdemos el cascal, el tren que solo dos veces al día nos conecta con el municipio", me cuenta Coba.

Y lo pude constatar. En el inmueble que fuera antes un hospital rural se aprovechan todos los espacios y no solo se encuentra el consultorio médico, donde labora la doctora Nelia García y la enfermera Zenia Donate, sino que también se accede al servicio de rayos x con el licenciado en Imagenología Luis Ramírez  León, al laboratorio clínico con la laboratorista Milaysi Rodríguez, a la atención estomatológica con Roxana Mollineda y su asistente Bárbara Acosta y al área de hospitalización, en caso necesario, bajo el cuidado de la doctora Yeny Ibarra y la enfermera Iraida Rodríguez.

Es lo que se conoce hoy como un consultorio con servicios extendidos, que podemos encontrarlos adscritos al Plan Turquino en no pocas comunidades montañosas del país, precisamente para facilitar la atención médica de quienes solo a caballo o a pie, pueden trasladarse hasta la ciudad más cercana.

En caso de una urgencia médica llegará una ambulancia desde Fomento, pero es sólo una, por ahora. Por eso es necesario que los profesionales de la salud que se encuentren en Sopimpa ofrezcan los primeros auxilios a quien los necesite y tengan a la mano, como los tienen, los recursos indispensables para su trabajo.

Es el Programa del Médico de la Familia la base indiscutible del Sistema de Salud Cubano, y su existencia y funcionamiento, incluso en las zonas más intrincadas del país, demuestra no solo la concreción del sueño de un hombre visionario como pocos, sino también la de un pueblo que sigue sus ideales.