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viernes, 4 de octubre de 2024

Imágenes antológicas para la cinematografía nacional

Iván Nápoles, el gran fotógrafo cubano, recibirá el Premio Nacional de Cine este 24 de marzo...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 19/03/2016
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Una mezcla de modestia y timidez han llevado a Iván Nápoles (La Habana, 1932) a no conceder entrevistas a la prensa. Y aunque todo el mundo quisiera tener su testimonio, en ocasión de la entrega del Premio Nacional de Cine 2016, se impone el consenso de respetar la voluntad de este fotógrafo, quien comenzó su trayectoria laboral en la década de 1960 como asistente de cámara.

La actriz devenida cineasta, Isabel Santos, tuvo el privilegio de recoger sus ideas y sentimientos en el documental Viaje al país que ya no existe. En ese audiovisual el veterano profesional de la fotografía va haciendo un recorrido por su vida artística que se desarrolló, fundamentalmente, al lado del maestro Santiago Álvarez Román (1919-1998), justo en el Noticiero ICAIC latinoamericano.

Cuando Santiago le pidió que trabajara con él, nunca antes había usado una cámara de cine. De manera intuitiva, con la rapidez y el sentido de la noticia, que siempre lo han caracterizado, supo captar la realidad más allá de lo puramente informativo. Así lo afirmó el Premio Nacional de Televisión Daniel Diez Castrillo, quien fuera sonidista y director de algunas emisiones del Noticiero ICAIC. Se trataba, al decir de Santiago, de “llegar a la razón a través de la emoción”.

Santiago e Iván se encontraban en México realizando un documental sobre el yate Granma cuando conocieron por la televisión acerca de la lucha del pueblo vietnamita. Álvarez, sin pensarlo dos veces, decidió viajar como reportero para filmar la guerra en ese país del sudeste asiático.

Una vez en Vietnam, cámara en mano, salieron a rodar en medio del fuego, la metralla, las bombas lanzadas por los aviones. Eran imágenes desoladoras de los niños, mujeres, ancianos masacrados, de la vida bajo tierra, en los túneles, y de la lucha de los guerrilleros vietnamitas. A la par, llevaba un diario con todas las vivencias de cada filmación.

“No lloré (…). Primero está la imagen que uno tiene la responsabilidad de filmarla porque eso es lo que va quedar para la historia”, confesó el fotógrafo a Isabel Santos.

Durante los años de trabajo como corresponsal de guerra, cuando vio la luz esa joya documental que es Hanoi, martes 13 (1963), lo persiguió constantemente la añoranza por los hijos, la familia, la esposa, los amigos, el barrio y el malecón habanero.

A sus 83 años, Nápoles sigue haciendo historia en el cine cubano. Tenía 35 cuando conoció, en Hanoi, al presidente vietnamita Ho Chi Minh. Ese encuentro lo marcó definitivamente. Para la posteridad han quedado imágenes memorables que pertenecen al documental titulado 79 Primaveras (1969), donde inmortalizó las manos y los pies del tío Ho, quien lo cautivó por su voz melosa y su piel suave.

Al respecto dijo: “Lo primero que se me ocurrió fue hacerle un zoom a las chancleticas. Me llamó mucho la atención un presidente en chancletas”.  

Nápoles tuvo que filmar también los funerales del presidente vietnamita, con la preocupación de no ofender la sensibilidad de un pueblo que amaba entrañablemente a su líder.

Otro instante que no olvida es cuando captó las imágenes de Fidel Castro, el único presidente que sobrevoló, en medio de la guerra, el paralelo 17 entre lo que se llamó Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. El camarógrafo estaba nervioso porque se sabía testigo de un momento histórico. Al finalizar la guerra, regresó al país asiático con el contingente Ho Chi Minh que iba a construir el hotel Victoria.

Fue el autor, junto a Santiago, de varios espacios informativos hechos con un criterio artístico, cultural y una perspectiva cinematográfica innovadora. Así se disfrutan actualmente las imágenes del desfile por la victoria, en Hanoi, en la primavera de 1975.

Estuvo 18 veces en la nación del sudeste asiático y hoy, cuando el país ha transformado su fisonomía con el rostro del progreso, le vienen a la mente las casitas de la gente humilde y las chismosas para alumbrarse. Entonces, inevitablemente agradece “a la vida por dejarme ver lo que hicieron” cuarenta años después.

También fungió como camarógrafo del cineasta Julio García Espinosa, quien rodó el documental Tercer Mundo, Tercera Guerra Mundial (1970), esta obra —también sobre Vietnam— fue realizada desde una concepción estética diferente.

En su amplia filmografía sobresalen los documentales Cerro Pelado (1962), Ciclón (1963), Despegue a las 18 (1969). Además, laboró en la Televisión Serrana, junto a la documentalista Lourdes de los Santos.

Este 24 de marzo, cuando acuda a recibir el Premio Nacional de Cine 2016, de seguro se recordarán las imágenes antológicas que legó para la cinematografía cubana. Iván Nápoles, el fotógrafo octogenario que aún permanece en activo, es reconocido como uno de los grandes maestros cubanos que transmite todo lo que aprendió bajo la guía de Santiago Álvarez y sigue trabajando con las nuevas generaciones de realizadores, sin guardarse ningún secreto para sí.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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