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sábado, 5 de octubre de 2024

Gema viajó más allá de la música

Quince años después, la cantante, compositora, productora y guitarrista Gema Corredera volvió al escenario habanero de Casa de las Américas...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 20/07/2016
2 comentarios

Claro que valió la pena. ¿Quién podría pensar que no? Aunque era mucho el calor que se agolpaba entre la gente en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas, y era fuerte la lluvia que afuera caía, y ya habían pasado más de 30 minutos desde la hora anunciada, el concierto de Gema Corredera el pasado viernes 15 de julio valía la pena mucho antes de empezar.

Así lo conversábamos el amigo fotógrafo Jorge Villa y yo, él sentado en el piso, muy cerca del escenario y yo disfrutando de una silla en primera fila, porque si no llegas temprano a citas como estas, no te pierdes la música pero te pierdes la magia inmediatamente cercana. Esa que me permitió detallar a una Gema que, al irrumpir al escenario, se nos mostró con una imagen sofisticadamente diferente a la Gema conocida años atrás, pero sin dudas, elegante, sobria, natural, espontánea y dueña de una vibración incomparable desde su garganta y hasta los pies.

“La música en sí”, le llamaba el escritor Reynaldo González… La inquieta niña que no soltaba su guitarra ante los ojos del compositor y uno de sus primeros maestros Jorge García. La Gema que junto a Pavel Urquiza se atrevió a tantas cosas en la música y en la vida.

Ella llegó a escena cantando a capela, y los aplausos desde entonces estremecieron la Casa que 15 años atrás la acogió. “Más allá de la música” fue el título previsto para el concierto, y en efecto, Gema Corredera dio mucho más.

Junto a la baterista Yissy García, el percusionista Yaroldi Abreu, el bajista Julio César González, el saxofonista Michel Herrera, las coristas Katia Rivas y Annia García y el pianista Jorge Aragón, encargado además de la dirección musical, Gema se sintió feliz. “Me rodeo de músicos talentosos de otra generación y eso me da mucho placer. Mi música se mezcla con ellos y nunca falta mi guitarra, mi eterna compañera de andanzas, aunque a veces tuvo que esperar por mí. Con ella me acerqué a la gente buscando una mirada cómplice, y la sigo encontrando en ustedes”.

Títulos como Chévere, Ciego Amor, Lo feo, Derramando luz, Un bolero que te salve y otros fueron emocionando a un público diverso en edades, estéticas y motivos. Y Gema les hablaba a todos.

“Recuerdo cuando éramos dos y lo recuerdo bien. Aprendí nuevas formas de mi voz para que armonizara con la de Pavel de manera perfecta. Nos atrevimos a tantas cosas, cruzamos el océano y sorprendimos, y nos sorprendimos a nosotros mismos también”.

También asombró cuando lanzó el disco Feeling Marta, con temas de la compositora Marta Valdés, “la mujer que ha compuesto las canciones más bellas que oídos humanos hayan escuchado”.

Sin muchos protocolos le habla a Marta. “Se me hace tan natural como a una madre, pero cuando voy a cantar sus canciones entonces la miro de otra manera. Necesito llenar cada silencio suyo, llenarme con cada una de sus notas para, desde ese respeto y amor profundo por la gran compositora e intelectual cubana que definitivamente es, hacerle el honor que merece. Quiero compartir algunas con todos ustedes esta noche…”.

Y escuchamos Palabras, Llora, José Jacinto, No es preciso

“Este concierto es un viaje, el de mi vida, con muchas paradas, idas y regresos; pero en mi corazón, Cuba siempre. Cuba es mi insomnio, mi alegría, mis sudores, mi crecimiento, mis tristezas. Cuba es mucho más que viajar, mucho más que cantar… Es mucho, mucho más que pasar calor como ahora, que tener aire acondicionado, es mucho más. Incluso, más que una Revolución… Cuba es mucho más”.

Bromeó con quien le pidió temas desde las sillas, agradeció con su mirada las servilletas ofrecidas para limpiar su rostro y sonrió emocionada ante cada brote de aplausos indetenible.

Agradeció a todos por estar ahí, por escuchar su música, por seguir sus pasos. Hizo una última confesión: “Tengo terror escénico y pocos lo saben”.

Planeó su despedida: “La moda está de moda y he vivido contra muchas corrientes pero nunca voy a parar de cantar, nunca voy a parar de tocar la guitarra. Nunca voy a parar, aunque haya frío en los teatros y me aprieten los zapatos, pero ustedes saben que yo sí quiero parar de fumar”. Cantó esa canción, y la coreamos, pero le salió el tiro por la culata. No pudo resistirse a que le aclamaran ¡Otra, otra!...

Volvió, cantó y bajó a abrazar a todos los que así lo quisieron. Vi muchas caras conocidas entre la gente, y me sentí feliz porque la buena música me conecte a tantas personas. ¿Qué faltó? Tal vez tiempo… Más tiempo para que, más allá de la música, pudiéramos disfrutar a Gema.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 2 comentarios


Adrian Fuentes
 25/7/16 16:32

MAITEEEEE no me enteré.... Esta crónica la tenía que haber escuchado, no leído... Gracias Ana María

Marta Valdés
 22/7/16 0:27

Muy justa esta reseña para un abrazo inmenso entre esta gran artista y su gente. Gracias a Casa de las Américas y a Cubahora. Deseo mucha fuerza y pasos firmes en su camino, a la periodista.

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