En la memoria, una artista símbolo de cubanía

Quienes la bautizaron como La Única tenían mucha razón. Rita Montaner (La Habana, 1900-1958), natural de la villa de Guanabacoa, era una mujer de temperamento fuerte que cantaba con mucho ímpetu, corazón y pasión. Por sus venas corría la mezcla de razas que la condujo a un conocimiento de la cultura universal a partir de la fusión entre lo popular y el Bel canto, una amalgama perfecta.

Nadie permanecía indiferente ante esta artista que hace 90 años debutó en el Teatro Regina con el sainete Niña Rita o La Habana de 1830, de Ernesto Lecuona y Eliseo Grenet, con el personaje del negrito calesero; ¡Ay, mamá Inés!, de Eliseo Grenet, y Canto Siboney, también de Lecuona. Ello fue posible gracias a la maestría de la pianista Zenaida Romeu, quien le enseñó algunos secretos sobre cómo emplear mejor la voz que le había dado madre natura.

Cuentan que la Rita de Cuba no pudo estrenar la zarzuela Cecilia Valdés. El maestro Gonzalo Roig no la autorizó a introducir en la partitura algunas variaciones que ella consideraba necesarias. Trajo el maestro, para el debut, a la soprano mexicana Elisa Altamirano. Cuando en 1935, finalmente Rita le daba vida en el Teatro Amadeo Roldán a la mulata que soñó Cirilo Villaverde en su novela La loma del Ángel, Roig comprendió que no había otra como ella, y al pie de la partitura dejó plasmado con su puño y letra: “La más genial de todas las Cecilias”.

Por interpretar Canto rebelde, de Andrés Jiménez, fue detenida la artista. Rita integró las filas del Partido Socialista Popular, pues era una mujer comprometida con el cambio social en su oprimida patria.

Uno de nuestros inolvidables compositores, César Portillo de la Luz, escribió en 1954, Canto a Rita Montaner, que fuera estrenado en el desaparecido cabaret Montmartre por Elena Burke, Moraima Secada y las hermanas Omara y Haidée Portuondo.

Recuerda el tenor Hugo Oslé que en 1971, en el teatro Amadeo Roldán, se le realizó un homenaje a la intérprete de El manisero. Seis años después, el tenor —seducido por la vida de La Única—, organiza un homenaje a la Montaner en el Museo de la Revolución.

La figura de Rita ha sido una de las constantes en la Academia Nacional de Canto Mariana de Gonitch. Por eso la compañía que lidera Hugo Oslé realizará la jornada de conciertos Rita Montaner in memoriam que dará inicio el 5 de mayo, a las 2:00 de la tarde, en el Museo de la Revolución. El segundo recital está previsto para el 17 de mayo, a las 3:00 de la tarde, en la Plaza de Armas y; el tercero, el 22 del mismo mes, a las 4:00 de la tarde, en la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Los invitados especiales a la jornada de conciertos son: Zenaida Armenteros, Premio Nacional de Danza y fundadora del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, la soprano María Eugenia Barrios y la Escuela Cubana de Wushu, que dirige el maestro Roberto Vargas Lee.

Zenaida, junto al conjunto folklórico Okantomi, interpretará el Akará, de Rafael Blanco Zuazo. María Eugenia Barrios tendrá su momento de gloria en El brindis de La Traviata, hará una escena de la opereta La viuda alegre y cantará La salida de Cecilia Valdés. Mientras que los alumnos de Vargas Lee acompañarán con sus ejecuciones marciales el Canto rebelde.