El séptimo arte que devela disímiles facetas de la historia nacional siempre es bien recibido por los cinéfilos cubanos. Por eso ha sido tan esperado el estreno del filme El Mayor, obra póstuma del cineasta Rigoberto López Pego (La Habana, 1947-2019) donde los héroes de nuestras gestas libertarias, en particular Ignacio Agramonte y Loynaz (1841-1873), cobran vida a través de la ficción.
Este lunes 21 de diciembre está prevista una presentación especial de la película rodada en tierras agramontinas. La exhibición se ha programado para el Cine Encanto, de Camagüey, a las nueve de la noche, y será por invitación teniendo en cuenta las restricciones sanitarias que impone la pandemia de la COVID-19.
La cinta, con guion a cuatro manos de López Pego junto al dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa– narra algunos hechos de la vida del insigne patriota cubano que normalmente no se estudian en la escuela. Aunque la historia de Agramonte es casi una leyenda no vemos a un héroe de mármol sino a un ser con emociones y muchos conflictos políticos, a un hombre de carne y hueso al cual le da vida el joven actor Daniel Romero Pildaín, quien protagonizó José Martí: el ojo del canario.
Además, en El Mayor se retrata la relación amorosa del “Paladín de la vergüenza” con su ángel idolatrado, la culta principeña Amalia Simoni Argilagos (1842-1918), con quien contrajo matrimonio el 1ro de agosto de 1868. El rol de Amalia lo interpreta la actriz Claudia Tomás. Otros actores que intervienen en la puesta cinematográfica son: Rafael Lahera, Ulyk Anello, Enrique Bueno, Julio César Ramírez y Aramís Delgado, en una actuación especial.
Como apasionado amante de la historia patria en su texto fílmico Rigoberto mostró su visión acerca de los inicios del proceso de formación de la nacionalidad cubana en medio del fragor de las luchas contra el colonialismo español en el siglo XIX.
El realizador quiso reflejar las contradicciones que existían entre los jefes mambises de las regiones central y oriental, algunas de las cuales se trataron de resolver en la Asamblea de Guáimaro, celebrada en esa localidad de Camagüey. En ese sentido se llevaron a la pantalla acontecimientos relacionados con la aprobación de la primera Carta Magna de la República en Armas, la Constitución de Guáimaro, firmada el 10 de abril de 1869 con el objetivo de crear un estado nacional único para lograr la unidad de todos los cubanos.
Tal como se podrá ver en el filme, en la Asamblea estuvieron representadas tanto la bandera del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, como la enarbolada en la ciudad de Cárdenas, en 1850, por el general de origen venezolano, Narciso López de Urriola. Este último pabellón –que diseñó el poeta matancero Miguel Teurbe Tolón– fue el que finalmente se aprobó en Guáimaro y hoy se conoce como “La Bandera de la Estrella Solitaria”.
El Mayor, llevó a su Rigoberto a consagrarse hasta sus últimas energías, con la activa participación del director de fotografía Ángel Alderete. La amistad entre el renombrado fotógrafo y el cineasta data de alrededor de 1968, cuando ambos se conocieron en el Departamento de cinematografía del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y trabajaron juntos en un documental, según ha confesado Alderete.
Desde hace seis años atrás López Pego soñaba con materializar El Mayor. Por problemas económicos no se pudo comenzar el rodaje en ese momento, pero el autor de Roble de olor no desistió en su empeño.
El director logró concluir el primer corte de la película, pero como la muerte lo sorprendió en esa faena, Alderete –dada la amistad con López Pego y su conocimiento del proyecto– tuvo la posibilidad de realizar el corte final de edición.
La dirección del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) decidió que el fotógrafo se encargara del proceso de postfilmación y de todo el trabajo de efectos visuales.
Desde el punto de vista productivo en El Mayor se recrearon vestuarios de época, así como armamentos empleados en las batallas libradas por la famosa caballería comandada por el héroe que protagonizó el rescate del brigadier Julio Sanguily Garrite.
Se trata de una película donde el sangriento escenario de guerra contrasta con la belleza de los campos camagüeyanos. En opinión del fotógrafo esos paisajes le confieren un matiz más poético a la obra. En el filme se conjugan las escenas bélicas, rodadas en exteriores y la vida doméstica y social de la Ciudad de los Tinajones, dotada de grandes valores patrimoniales.
La banda sonora de la película fue diseñada por José María Vitier y algunos efectos sonoros se deben al productor de música electrónica Iván Lejardi.
El Mayor es una producción del ICAIC, con el apoyo del Ministerio de Cultura de la República de Cuba y la colaboración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
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